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Ábalos: “El dilema coalición o elecciones es casi un chantaje”

El secretario de organización del PSOE carga contra quienes no supieron "aprovechar el momento" y llama a Ciudadanos "partido extraterrestre"

José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, este viernes en Madrid.Vídeo: Álvaro García

Quince días después de la investidura fallida de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos (Torrente, Valencia; 59 años), que selló el acuerdo con el único partido que votó a favor (PRC), afirma que no sabe cuándo fue el último contacto entre el presidente en funciones y Pablo Iglesias. Tampoco hay intercambio de documentos entre partidos. El secretario de Organización del PSOE opina sobre qué falló en la negociación y la estrategia para las próximas semanas.

Pregunta. PSOE y Podemos han pactado en varias autonomías. ¿Por qué no ha sido posible en el Gobierno de España?

Respuesta. En las autonomías no se ha dado el nivel de desconfianza de la negociación nacional. En Valencia, Podemos entró en el Gobierno; pero antes estuvo una legislatura dando apoyo sin entrar en el Ejecutivo.

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P. Pero eso mismo hizo Podemos durante meses en el Congreso. ¿Qué se rompió en julio?

R. Nuestra idea era renovar la experiencia de colaboración parlamentaria, pero la insistencia en la coalición nos obligó a plantear el Gobierno de cooperación. No funcionó. Ofrecimos incluir a personalidades de prestigio en el Consejo de Ministros a propuesta de Podemos. Tampoco. Pablo Iglesias declinó estar en el Gobierno y nos vimos forzados a cambiar: ofrecimos una vicepresidencia y ministerios. Pero cada vez que cedíamos se planteaba una nueva exigencia, siempre sobre la desconfianza, como si fuera una boda forzada. ¿Tendría sentido una investidura si la desconfianza obliga a convocar elecciones otra vez dentro de un año?

P. ¿Qué le achaca a Iglesias?

R. Que perdiera de vista que por primera vez desde la Segunda República hubiera ministros a la izquierda del PSOE y lo que suponía que una formación con cuatro años de vida que inicia su actividad en la agitación en las calles se sentara en el Consejo de Ministros. Muchos electores anhelan que la izquierda se entienda. Pero para que sea posible no se puede cuestionar permanentemente al aliado.

P. ¿El PSOE y el Gobierno no cometieron errores? ¿Empezar tarde? ¿Filtrar el documento de demandas de Podemos?

R. Claro que hemos cometido errores. ¿Se hizo tarde? No, fuimos cambiando de posición a medida que la nuestra no era aceptada. Estas situaciones suelen resolverse en el último minuto. El marco de negociación pudo haber sido más intenso; también con mayor participación de las confluencias de Podemos, que hablaron en el debate de investidura, no en la negociación.

P. ¿Contribuyó la filtración del documento de Podemos, con otro título, a la desconfianza?

R. No se cambió el título, sino el nombre del archivo. Uno lo registra así porque lo entiende así, como una exigencia. Y se filtra porque decían que ofrecíamos competencias decorativas. En Podemos muchos se sorprendieron cuando vieron que llegamos a ofrecer Agricultura, Ciencia, Igualdad, Asuntos Sociales... ¿Eso es decorativo?

P. ¿Por qué ya no lo ofrecen?

R. Porque se demostró que no íbamos a una coalición, sino a un minigobierno incrustado en el Gobierno y cuestionando a quien iba a liderarlo.

P. ¿Esa vía está cegada?

R. Es una vía ensayada y fracasada: fracasó en directo.

P. ¿Prefieren nuevas elecciones a retomar esa oferta?

R. El PSOE ganó las elecciones, ¿por qué vamos a querer repetirlas? Podíamos haber sacado la investidura el día que fracasó, aceptando la exigencia de las políticas activas de Empleo. Pero el problema no es la investidura, es hacer un Gobierno que afronte con solidez los retos: el procés, el Brexit, la desaceleración, el problema demográfico, el cambio climático...

P. Ante la disyuntiva entre coalición y elecciones, ¿Sánchez se decanta por elecciones?

R. Me resisto a aceptar ese dilema. Es casi un chantaje. Queremos gobernar con un programa pactado con Podemos: es nuestra propuesta de momento.

P. ¿De momento?

R. Hasta ahora hemos sido capaces de cambiar de posición; en el otro lado solo hay rigidez. El PP se enroca en el no, con tremenda hipocresía después de haber gobernado gracias a la abstención del PSOE. Cs se ha desconectado de la realidad, es una formación extraterrestre que ni acude a las reuniones. Y Podemos no sale de la coalición.

P. ¿Descarta que pueda haber una coalición en ese “último minuto” del que hablaba?

R. No me gusta el verbo descartar. Damos por agotadas las vías que han fracasado: hay que saber evaluar los momentos y la capacidad de aprovecharlos dice mucho de cada uno. El último minuto no es que las cosas cambien, sino que se materialicen.

P. La última vez cambiaron: el PSOE ofreció la coalición tres días antes de la investidura.

R. Pero no se materializó.

P. ¿Es reconducible la relación entre Sánchez e Iglesias?

R. Debería serlo. A lo mejor las condiciones no están maduras para hoy, pero pueden estarlo en otro momento.

P. ¿En los próximos 40 días?

R. No veo la política para 40 días. Lo importante es que la legislatura eche a andar.

P. ¿Por qué no están sentados con Podemos para desbloquear la investidura? ¿El programa que quieren mostrarles a finales de agosto es muy diferente al que pactaron en los Presupuestos?

R. Podemos no quiso hablar de nada hasta que no se definiera su posición en el Gobierno. Ahora estamos manteniendo encuentros con la sociedad civil y con las formaciones territoriales que condicionaron su apoyo a ciertas mejoras. A Podemos queremos plantearle un programa.

P. ¿Puede ser socio preferente un partido con el que se discrepa en asuntos de Estado?

R. En los aspectos en que sintonicemos, claro. Un Gobierno tiene que compartir una concepción de la integridad territorial del Estado, fundamentos de política exterior y no se puede, por ejemplo, mantener una perspectiva hostil con servicios de seguridad cuando hay que dirigirlos.

P. La carta a diputados del PP en la que pide que se abstengan sostiene que la abstención fue “un activo” en el PSOE. ¿Comparte Sánchez esa postura?

R. Totalmente. Nos exigieron la abstención hasta la extenuación: con tal de sacar adelante el Gobierno de Rajoy no les importó liquidar al PSOE. Faltó casi nada. Ahora hay ventajismo: no puede ser que el PP solo piense en España cuando el beneficio del PP coincide con el de España. El máximo órgano del PSOE se expresó en contra de la opinión de su líder y para acatar esa resolución, él dejó el escaño. Se plantea como incoherencia, pero es lo contrario. E igual que era bueno para España entonces lo es ahora.

P. ¿Por qué pedir la abstención del PP y Cs si les distancia de su socio preferente?

R. Yo, que fui uno de los que se abstuvo [con Rajoy], necesito ver ese comportamiento en el PP porque de lo contrario acabaré pensando que me equivoqué.

El 'Open arms' y los "abanderados de la humanidad"

Preguntado por el Open Arms, que busca puerto para los últimos rescatados en el mar, el ministro de Fomento niega que el Gobierno se haya puesto esta vez de perfil. "Va con nosotros porque es un drama humano, porque hablamos de Europa y porque ese barco tiene pabellón español", afirma Ábalos. "Pero me molestan los abanderados de la humanidad que no tienen que tomar nunca una decisión, los que creen que solo ellos salvan vidas, desde el ámbito privado. Nosotros lo hacemos a través de Salvamento Marítimo, que no pone un barco, sino bastantes más, y rescató el año pasado a 50.000 personas en el mar".

Una vez rescatados los náufragos, se trata de un problema de política migratoria, y no se puede “actuar unilateralmente”, advierte el ministro. “España asume su responsabilidad, pero no la de otros países”.

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