La obsesión anti LGTBI del yihadista ‘nini’
La Policía detiene en Las Palmas a un español radicalizado a raíz del 11-M
A sus 35 años no se le conocía ninguna ocupación laboral ni que estudiara. Vivía con su padre en Las Palmas de Gran Canaria y de la pensión que este recibía. Buena parte de su tiempo lo utilizaba en descargarse de Internet vídeos yihadistas con ejecuciones o con juramentos de fidelidad de terroristas. Y acumulaba en su teléfono móvil fotografías de armas de guerra. Además, mantenía numerosas conversaciones online con otros radicales, principalmente de origen latinoamericano, a los que animaba a cometer acciones terroristas. “Hermano, estoy muy orgullo de ti”, le llegó a decir a uno cuando le anticipó sus planes de atentar. Pero, sobre todo, mostraba una y otra vez su aversión hacia el colectivo LGTBI, uno de los objetivos del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) que se había convertido en una obsesión para él.
De los insultos —se refería constantemente a sus miembros como “desviados”— había pasado a tomar fotografías con su móvil de una de sus sedes en Canarias, lo que disparó las alarmas entre los policías que desde hace tiempo lo vigilaban ante el temor de que pudiera estar preparando un atentado. El pasado martes, agentes de la Comisaría General de Información de la Policía detenían a F. G., por la presunta comisión de delitos de colaboración con organización terrorista y autoadoctrinamiento. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ordenó ayer su ingreso en prisión preventiva.
La investigación ha revelado que el presunto yihadista, muy activo en Internet, participaba en numerosos chats en los que alababa los atentados terroristas del 11-S en EE UU, los del 11-M en Madrid y los de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, según informó ayer el Ministerio del Interior. Fuentes policiales detallan que en estas conversaciones defendía estas masacre como la única forma de conseguir el “respeto” para los musulmanes. Incluso aseguraba que se había convertido al Islam en 2004 a raíz de los atentados de Madrid. En estos mensajes también se jactaba de pasar inadvertido para los servicios policiales porque mantenía una estética occidental muy alejada de la vestimenta de los islamistas.
La policía relaciona a F. G. con el cubano Raúl Gutiérrez, detenido en marzo de 2018 en Colombia cuando presuntamente preparaba un atentado contra la embajada de EE UU en Bogotá. También con un grupo yihadista argentino cuyos integrantes fueron detenidos en noviembre del año pasado tras preparar un atentado contra una marcha del movimiento LGTBI en Buenos Aires.
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