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Los ataques del PP de Casado a Rajoy azuzan la división con el aznarismo

Exministros del anterior Gobierno popular recuerdan que ya había tres derechas cuando su proyecto más centrado ganó elecciones a Pedro Sánchez

Pablo Casado saluda a la expresidenta Esperanza Aguirre en presencia del presidente de Madrid en funciones, Pedro Rollán. En vídeo, Casado y Aguirre apuntan a la etapa de Rajoy para justificar la pérdida de votos.Vídeo: L. Sevillano | EPV
Javier Casqueiro

Todos coinciden en el PP en que lo más importante, ahora, es “mantener la unidad” a la espera de lo que suceda el 26-M. Pero los ataques de Pablo Casado, su equipo y Esperanza Aguirre a Mariano Rajoy, al que achacan la responsabilidad en la “desbandada” de votos desde 2008, han enojado a relevantes dirigentes populares de esa etapa, exministros y presidentes autonómicos como Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno o Juan Vicente Herrera. Le piden a Casado que se centre y se distancie de José María Aznar y FAES.

Todos los análisis pormenorizados y las posibles medidas correctoras más drásticas quedan aplazados en el PP hasta conocer los resultados de las elecciones locales y europeas del 26-M. El objetivo del equipo de Casado, ahora muy copado de exmiembros de los gabinetes y la fundación de Aznar, es frenar la sangría de votos, sobre todo hacia Vox, y lograr que el partido, acostumbrado a gobernar y con una estructura de muchos cargos, aguante la próxima prueba electoral. “El partido debe hacer un punto y aparte, cambiar el chip y, sobre todo, romper la inercia de los temas nacionales y hablar de los problemas de la gente”, diagnostica uno de los dirigentes regionales con más poder orgánico.

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Casado y su entorno piden tiempo, como lo tuvieron Aznar y Rajoy, que perdieron dos elecciones seguidas. El jueves, en la fiesta del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid, el propio Casado se sumó a los argumentos de Aguirre sobre que el declive electoral del PP empezó en 2008. Ese año, ante las maniobras de la entonces presidenta madrileña previas al crítico Congreso del PP en Valencia, Rajoy llegó a quejarse en un mitin pidiendo que los más conservadores y liberales se marchasen a otros partidos. Aguirre sitúa en ese momento el inicio de la decadencia, coincidiendo también, según su análisis y el de Casado, el estallido del caso Gürtel y el abandono del aznarismo con la defenestración como portavoces de Ángel Acebes y Eduardo Zaplana.

Feijóo, siempre tan observado en el PP, rechazó esa interpretación, recordó que Rajoy “sacó el doble de escaños de los actuales” y destacó que el “éxito” de Pedro Sánchez el pasado domingo con 123 diputados es igual al peor resultado del anterior presidente, en 2015. Varios exministros de Rajoy profundizaron en privado en los últimos días en esa idea de “que el mejor Sánchez nunca ganó al peor Rajoy”. Y rechazaron tajantemente que se pueda atribuir al político gallego la caída de 137 a 66 diputados el 28-A.

Los marianistas y sorayistas del PP, que ya no tienen ningún poder orgánico, apelan a la hemeroteca. Y constatan que Vox nació en 2013 (cuando ya existía la competencia por el centro de UPyD) y reunió en la primera cita de las europeas 246.833 votos (1,57%), a 1.500 papeletas de un escaño. En las generales de 2015, en el peor momento de Rajoy, la formación de ultraderecha se quedó en 57.000 votos (0,23%) y ahora ha irrumpido con 24 asientos en el Congreso y 2.677.173 papeletas (10,26%). Ciudadanos surgió en 2005, pero solo en Cataluña, y hasta sus primeros comicios nacionales en 2015 no ascendió a 40 actas y 3.500.446 sufragios (13,93%).

Entre los excolaboradores de Rajoy no se olvida que el primer viaje al centro del PP lo emprendió Aznar con la refundación en 1989, hace tres décadas. Esos dirigentes subrayan que desde entonces todas las elecciones ganadas por el partido se han producido cuando se instaló claramente “en el más amplio centro político, con todas las sensibilidades dentro, desde el centroizquierda hasta el centroderecha”.

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Las alusiones críticas a Rajoy no han encontrado eco del protagonista. Pero dirigentes populares muy cercanos al expresidente aseguran que está muy molesto con lo sucedido. Especialmente con el resultado electoral y con la deriva del partido que había dejado en herencia a Casado.

Distanciarse de Vox

Desde la Galicia de Feijóo, la Castilla y León de Juan Vicente Herrera, la Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla y otras regiones, sobre todo en las que están acostumbrados a ser un partido de gobierno, han reclamado, en público y en privado, a Casado que se centre y modere, ensanche su estrategia y se distancie de Vox, en vez de blanquear esa marca. Casado lleva unos días intentándolo, pero arguye que al mismo tiempo otros barones territoriales y alcaldes le han pedido que no se exceda en las críticas al partido de Santiago Abascal, porque este podría ser un aliado crucial para que el PP mantenga el poder en sus territorios después de las elecciones municipales y autonómicas. En esa disyuntiva navega Casado, que compartirá este sábado espacio y confidencias precisamente con Feijóo en una romería en O Pino, una localidad muy próxima a Santiago, con 5.000 militantes, para trasladar una imagen de unidad.

El martes, tras el autocrítico comité ejecutivo nacional, Casado llamó claramente “ultraderecha” a Vox, pero el jueves, en la fiesta madrileña, optó por definirlo como “derecha radical”. Uno de los objetivos declarados, por ejemplo, por José Luis Martínez Almeida, aspirante popular a la alcaldía madrileña, es volver a “enamorar” a los 235.000 votantes de Vox que han abandonado al PP en la capital de España. Almeida pone ese objetivo por encima incluso de intentar convencer a los emigrados a Ciudadanos. El PP logró en Madrid en 2016 el 40,20% de los votos (Vox solo 9.200) y ahora ha descendido a 20,90%.

"Más Feijóo y Herrera, y menos Aznar y FAES"

J. C., Madrid

La actual crisis amenaza con partir el PP en confines hasta ahora tan controlados como Castilla y León. El jueves, el portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, pidió a su partido más humildad y autocrítica y mejor comunicación: “Ya sabemos que la derechona valiente e inútil [VOX] surgió del mal abordaje de la crisis catalana y porque han crecido los liberales veletas [CIUDADANOS], acostumbrados a conseguir mandos a base de echar la caña en cualquier sitio, con pucherazo incluido. En el entorno de Pablo Casado debería haber más (Alberto Núñez) Feijóo y (Juan Vicente) Herrera, y menos Aznar y FAES”.

El que compareció este viernes fue el portavoz del Grupo Municipal del PP en Valladolid, Antonio Martínez Bermejo, para matizar a su compañero y asegurar que su partido “siempre” había sido “grande”, con un espectro social “muy amplio” y en el que han cabido todas las personas y “todas las formas de pensar”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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