El giro de Casado con Vox pone en un brete al Gobierno andaluz
El partido de Abascal convalida el decreto ley de bajada de impuestos, tras amagar con dejar solo al bipartito
Los resultados electorales han zarandeado al Gobierno de PP y Ciudadanos en Andalucía, cuya estabilidad depende de los 12 diputados de Vox, pero de ahí a que esté en peligro va un abismo. A las diez de la mañana de este jueves, la extrema derecha amagó con dejar al pairo al Ejecutivo bipartito, pero dos horas y media más tarde avaló la convalidación del decreto ley de bajada de impuestos, la primera medida efectiva y en vigor aprobada en 100 días por el primer Gobierno de derechas de Andalucía. Y lo hizo, pese a considerar que la bajada propuesta es “humo”.
Vox aprieta, pero por el momento no ahoga y sus declaraciones de advertencia de dejar solo Gobierno bipartito no se cumplen. La extrema derecha se indignó porque el presidente del PP, Pablo Casado, los llamó por primera vez por su nombre el pasado lunes y pidieron una rectificación de lo que su portavoz parlamentario, Alejandro Hernández, consideró una “ofensa” e, incluso, “una injuria”.
Avisaron de que de no hacerlo no se sentarán a negociar los Presupuestos de la comunidad, ni aprobarían la bajada de impuestos, que luego aprobaron. Vox genera mucho ruido en el Parlamento andaluz, que lleva celebrados siete plenos, intenta marcar la agenda, pero no ha cruzado ningún punto de no retorno que lleve a pensar que el motivo por el que tres fuerzas de derecha unieron hace tres meses sus fuerzas para poner fin a casi 37 años de Gobiernos socialistas en Andalucía no esté en vigor. Por ahora.
No obstante, desde el PP andaluz ningún dirigente quiso repetir las palabras de Casado acerca de que Vox es un partido de extrema derecha. El portavoz parlamentario, José Antonio Nieto, hizo contorsionismo verbal: “La izquierda del PSOE es tan extrema izquierda como la derecha del PP es la extrema derecha. Vox es al PP lo que Podemos al PSOE. Eso no es una descalificación”. También acusó a Vox de tener “la mandíbula de cristal”, tras recordar que Santiago Abascal llamó a la PP “la derechita cobarde”.
Las elecciones generales del 28 de abril y las municipales y europeas del 26 de mayo están sometiendo al Gobierno andaluz a un ajetreo notable. Todos están a la caza de votos y el PP perdió el pasado domingo en Andalucía, aunque por poco, su condición de segundo en el campeonato electoral en favor de Ciudadanos. Es probable que recupere esa posición en los comicios locales, entre otros motivos, porque presenta candidaturas en todos los municipios andaluces y el partido de Albert Rivera, no.
Pero las dinámicas nacionales de PP y Ciudadanos en relación a Vox en plena carrera por consolidar el primer puesto en el centro derecha puede generar más de un dolor de cabeza al Gobierno andaluz que preside Juan Manuel Moreno. Tanto el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, como Moreno y su consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, intentan aislar del ruido electoral al Gobierno. “Hay que encapsular” al Gobierno de coalición de las elecciones, apostó días atrás Marín. Fuentes del PP también apostaron por preservar el pacto andaluz pese al giro brusco de Casado, que pasó en tres días de dar cabida a Vox en su gobierno a arrinconarlo en la gama más extrema de la derecha. “El pacto está por encima de Génova y de Nueva York”, aseguraron estas fuentes.
Bendodo intentó este jueves tapar posibles vías de agua con Vox. “El cambio en Andalucía está siendo imparable y está sustentado en tres patas: los dos partidos que conforman el cogobierno y Vox, una pata importante del cambio en Andalucía”. El también portavoz del Gobierno evitó suscribir la definición de Vox como un partido de extrema derecha y consideró que todas las declaraciones que se está haciendo obedece a las campañas electorales. “No se trata de compartir o no [la definición de Casado], sino que Vox “es un partido tan legítimo como el resto de fuerzas parlamentarias andaluzas, un interlocutor perfectamente válido, con el que hay fluidez diaria en las conversaciones y lo va a seguir siendo”.
La Consejería de Hacienda iniciará la próxima semana los contactos formales con los grupos parlamentarios para la aprobación del Presupuesto de la comunidad para 2019, que presentará en el mes de junio. Esa será la prueba de fuego en la que se verá si Vox va a seguir en el amago o decide dejar a su suerte al Gobierno andaluz. La extrema derecha pone sus líneas rojas en eliminar las partidas destinadas al desarrollo de la ley de Memoria Democrática y las ayudas a las políticas contra la violencia de género. Bendodo se mostró optimista y convencido de que Vox apoyará las cuentas.
La reforma del Estatuto, en marcha
La reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía para eliminar los aforamientos de todos los miembros del Gobierno y de los 109 diputados autonómicos se ha puesto en marcha. Partido Popular, Ciudadanos, Adelante Andalucía (la coalición formada por Podemos e Izquierda Unida) y Vox votaron a favor, mientras que el PSOE se abstuvo. La anterior modificación se aprobó en 2007.
La tramitación de esta iniciativa no será rápida. Una vez que la propuesta planteada por Ciudadanos y Partido Popular ha sido aprobada, ahora tiene que constituirse una ponencia parlamentaria, donde todos los grupos plantearán sus propuestas. El PSOE no quiere limitarse a cambiar solo los cuatro artículos que regulan los aforamientos, como sí quieren el resto de los grupos, y advierte de los planteamientos de Vox de devolver competencias autonómicas. Una vez que el pleno del Parlamento apruebe el proyecto de ley de reforma, este debe contar con el visto bueno de las Cortes y, por último, el voto afirmativo de los andaluces en referéndum.
Las trabas del PSOE a eliminar los aforamientos en la anterior legislatura fue el motivo que adujo Ciudadanos para romper el pacto de investidura con Susana Díaz, quien decidió adelantar tres meses las elecciones autonómicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.