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La vida por un cigarro

Una pelea de madrugada en San Sebastián termina con un menor fallecido y siete detenidos. Su madre pide que no se criminalice a los inmigrantes

Mikel Ormazabal
Dos mujeres ponen velas en la concentración de repulsa por la muerte en una pelea de un menor en San Sebastián.
Dos mujeres ponen velas en la concentración de repulsa por la muerte en una pelea de un menor en San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

Empezó como una discusión por unos cigarrillos a altas horas de la noche y terminó tres días después de la peor manera posible, con el fallecimiento de un chaval de 17 años y el ingreso en prisión de seis personas que presuntamente tomaron parte en la reyerta. En esa descarnada pelea, Santi fue violentamente golpeado por un grupo de jóvenes en el exterior de una discoteca de San Sebastián hasta causarle una hemorragia cerebral que le llevó a la muerte tras permanecer más de 48 horas en coma. Su corazón dejó de latir este pasado domingo. Entretanto, una oleada de mensajes racistas ha inundado las redes sociales por el origen de algunos de los arrestados: tres rumanos, dos magrebíes y otros dos españoles de entre 18 y 25 años de edad. La madre del menor, Fátima Hacine-Bacha García, sin tiempo casi de digerir la tragedia familiar, está tratando de parar en seco esta campaña con un discurso en contra del odio y la xenofobia.

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Santi se encontraba esa noche con su hermano y otros dos amigos en el exterior de una discoteca donostiarra. Una pandilla de jóvenes vino a pedirles tabaco y reaccionó a golpes porque les negaron un cigarro. “En el grupo de los agresores había unas 13 personas y no todas las que participaron en los incidentes están detenidas”, asegura a El Diario Vasco una testigo que ha declarado ante el juzgado que investiga los hechos. Santi quedó en el suelo y permaneció durante 45 minutos en parada respiratoria hasta que llegaron los sanitarios y le trasladaron al hospital. Los médicos le diagnosticaron muerte cerebral y falleció dos días después.

El juez del caso ha ordenado el ingreso en prisión sin fianza de seis de los detenidos, y libertad con medidas cautelares para el séptimo, tras tomarles declaración a todos ellos, visionar las imágenes captadas por una cámara de vigilancia colocada en la zona y escuchar el testimonio de varios testigos, uno de los cuales reconoció a tres de los investigados como autores de la fatal agresión al menor. Las defensas de los seis encarcelados han anunciado que recurrirán el internamiento en prisión de sus clientes.

A Santi le recuerdan ahora en San Sebastián, donde se crió con su madre, y también en la localidad cántabra de Reocín, donde vivía con su padre. Su muerte ha causado una fuerte conmoción en la capital guipuzcoana, que este lunes acogió dos concentraciones de repulsa separadas, una organizada por el Ayuntamiento y otra convocada en redes por amigos y conocidos de Santi.

A ninguna de estas acudió Fátima Hacine-Bacha. Ella se reunió con el alcalde donostiarra y, acto seguido, atendió a los medios de comunicación en una cafetería situada a escasos metros del lugar donde fue brutalmente agredido su hijo. A todos los periodistas les transmitió el mismo mensaje: “Entiendo la rabia que tiene la gente y la comprendo, porque somos seres humanos, emocionales, y a veces nos sentimos impotentes y es una manera de expresar esto y lo respeto”, dijo en alusión a la rabia que bullía en las redes sociales contra los inmigrantes. Hacine-Bacha, hija de padre argelino, quiso en todo momento evitar que se culpabilice a estos y reclamó medidas de reinserción efectivas para evitar que los jóvenes agresores “entren y salgan” de la cárcel sin lograr una “reinserción social saludable”. Destacó que su hijo “tiene amigos en todo el mundo, marroquíes, argelinos…, ha ido a visitar un orfanato en Marruecos y tiene conciencia social, como su hermano”.

Este alegato antirracista ha sido aplaudido hoy por el Gobierno vasco. Su portavoz, Josu Erkoreka, ha expresado su "cercanía, simpatía y solidaridad" con la familia del menor y ha destacado las palabras y actitud de la madre, por ser “un auténtico ejemplo social sobre todo por ese mensaje antirracista”. Erkoreka ha dicho en nombre del Gobierno autonómico que apoya el mensaje de la madre “firme, claro, sereno y contundente en contra de cualquier interpretación o cualquier lectura racista o xenófoba de lo ocurrido”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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