Resultados de las elecciones generales, comunidad a comunidad
Consulte aquí todos los escaños de su provincia
Consulte aquí todos los resultados de las elecciones generales. Según los datos del recuento de este 28-A, con el 99,93% escrutado, el PSOE (123) y Unidas Podemos (42) suman 165 diputados. De esta manera, no llegarían a la mayoría absoluta (176) y necesitarían el apoyo de otros partidos para gobernar. El bloque de la izquierda ganaría al de la derecha, que se queda todavía más lejos del Gobierno: PP (66), Ciudadanos (57) y Vox (24) sumarían 147. La participación en las elecciones generales ha sido del 75,79%, ocho puntos más que en los comicios de 2016. Sigue en directo el programa especial de EL PAÍS sobre las elecciones generales y las últimas noticias de la jornada electoral en España:
Andalucía: Sevilla, el gran bastión del PSOE, por Eva Sáiz
El PSOE ha recuperado la hegemonía en Andalucía que perdió en 2016, pasando de 20 a 24 diputados. Lo hizo a costa de un PP que, pese a gobernar en la comunidad, perdió 12 escaños, cayendo de 23 a 11. Del desplome del PP se beneficiaron Ciudadanos, su socio de Gobierno en la Junta, que consiguió el ansiado sorpasso igualando en representantes a los populares, pero superándolos en votos, y Vox, que sumó en todas las provincias, salvo en Huelva y Jaén.
Sevilla volvió a confirmarse como el granero de votos del PSOE. Si en las elecciones generales de 2015 y 2016 el desgaste hizo sonar las alarmas, la suma de un escaño (de 4 a 5) consolida a la provincia como el bastión principal del socialismo en Andalucía.
Los socialistas se impusieron en todas las circunscripciones, y en el caso de Málaga a costa de un diputado del PP. Los populares sufrieron un rotundo varapalo en Sevilla (de 4 a 2) y Cádiz (de 3 a 1), donde pasaron a ser cuarta fuerza, por detrás de Ciudadanos y Unidas Podemos. En Almería, histórico feudo popular, la formación conservadora perdió un escaño, igualando a 2 con los socialistas. Ese sillón pasó a Vox, que en 2015 solo consiguió 435 votos y anoche sumó más 62.000.
Además de en Almería, el partido de extrema derecha logró sumar un representante, respectivamente, en Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. Ciudadanos consiguió representación en todas las provincias —en 2016 no sumó escaños ni en Huelva ni en Jaén— y se convirtió en segunda fuerza en Sevilla, Málaga, Huelva y Cádiz. Unidas Podemos continúa el descenso que ya evidenció con su fórmula Adelante Andalucía en las autonómicas y pasó de 11 a 9 escaños. Sus dos diputados los perdió en Sevilla y en Jaén, donde dejó de tener representación. En Almería, la coalición siguió sin obtener votos suficientes para lograr un parlamentario. (Ver resultado aquí)
Comunidad Valenciana: Empate entre los dos bloques, por Manuel V. Gómez
Treinta años después el PSPV-PSOE ha vuelto a ganar unas elecciones en la Comunidad Valenciana. Ha logrado 10 diputados, cuatro más que hace cuatro años, y superó en tres escaños al PP. Sin embargo, en la pugna entre derecha e izquierda hay un empate: los partidos de la izquierda (PSPV-PSOE, Unides Podem y Compromís) han logrado 16 diputados y el 48,47% de los votos; los de la derecha 16 diputados y el 48,57%. Es decir, entre ambos flancos suman 32 escaños, uno menos que hace cuatro años, cuando se repartían 33 diputados en la comunidad.
El resultado, como en el resto de España, ha sido malo para el PP que ha perdido casi la mitad de los escaños que logró en 2016 al pasar de 13 a siete. Los otros dos partidos del flanco derecho del espectro político, en cambio, han avanzado posiciones: Ciudadanos ha pasado de cinco a seis diputados y Vox ha entrado con tres, obteniendo representación por primera vez en la Comunidad Valenciana.
Otra de las cuestiones que ha quedado clara en estas elecciones es que la decisión de presentarse por separado a las elecciones de Unides Podem y Compromís no les ha beneficiado. A la Valenciana, nombre de la coalición que formaron en 2016, obtuvo nueve diputados hace tres años. Ahora entre ambas formaciones han sumado seis representates: cinco para los morados y uno, Joan Baldoví, para el grupo valencianista.
Por provincias, la circunscripción de Valencia, la que más diputados reparte, distribuyó cuatro diputados para los socialistas, tres para el PP y Ciudadanos, dos para Unides Podem y Vox y uno para Compromís, cuyo titular será Joan Baldoví, por cuarta legislatura consecutiva.
En Alicante, también el PSOE sería la fuerza más votada y la que obtendría más diputados, 4, después el PP con tres y Ciudadanos y Unides Podem con dos. El último partido en lograr representación es Vox con uno.
El PSOE en Castellón obtiene dos diputados. Los tres restantes se reparten entre PP, Ciudadanos y Unides Podemos, uno cada uno.
Con el 97% del voto escrutado, en el Senado la victoria del PSPV-PSOE es mucho más clara por el diferente sistema de reparto de escaños. Con tres senadores por cada provincia, los socialistas logran nueve representantes; los otros tres senadores los consigue el PP con uno en cada circunscripción.
Aragón: Vuelve a ganar al ganador, por Oriol Güell
Una vez más, como lo ha hecho en todas las elecciones generales desde la restauración de la democracia en España, la comunidad de Aragón votó por el partido que acabó resultando ganador en toda España. El PSOE obtuvo una holgada victoria con el apoyo del 31,7% de los electores, aunque a última hora aún estaba pendiente de traducir el dominio en las urnas en una mayoría de diputados. El último, en la provincia de Zaragoza, aún estaba bailando entre los socialistas y Ciudadanos por una quincena de votos con el 100% de los votos escrutados. Lo ajustado de estos resultados augura un escenario abierto en las próximas horas hasta que se complete el recuento del voto por correo y se resuelvan las previsibles reclamaciones de los dos partidos en liza.
Los socialistas obtuvieron así cinco diputados mientras el partido de Albert Rivera superó al PP y se colocó en segunda posición con el 20,5% de los sufragios y tres diputados. Los de Pablo Casado también obtuvieron tres sillones en el Congreso con el 18,93% de los votos, mientras Podemos y Vox se hicieron con un escaño cada uno. La victoria socialista se fundamentó en la provincia más poblada, Zaragoza, donde se llevó tres de los siete diputados en liza. En Teruel y Huesca, por su parte, socialistas, populares y Ciudadanos se repartieron un diputado cada uno. La división de la derecha hizo que el PSOE consiguiera una holgada victoria en las tres provincias mañas.
Los populares sufrieron también en Aragón, en línea con lo ocurrido en el resto del país, un contundente golpe en sus aspiraciones. El varapalo llega tras las tres holgadas victorias obtenidas por Mariano Rajoy en los comicios de 2011, 2015 y 2016. Con Pablo Casado, no han revalidado los resultados.
El PP también se dejó una buena parte de la mayoría de la que disponía en el Senado en esta comunidad autónoma. De los 12 escaños de la cámara alta que se reparten en las tres provincias de la comunidad, el PP había obtenido nueve durante las últimas tres elecciones generales, mientras anoche solo logró tres, uno en cada provincia. Fueron los socialistas los que sacaron partido del retroceso del Partido Popular también aquí y de solo tres senadores pasaron a conseguir nueve.
Asturias: El PSOE y Vox devoran al PP, por Silvia R. Pontevedra
El Partido Socialista ha logrado batir en el Principado de Asturias los buenos pronósticos que obtuvo en las encuestas realizadas durante la campaña. En una comunidad autónoma que por la sangría poblacional ha perdido en estas elecciones generales un representante en el Congreso y ha pasado de ocho diputados a tan solo siete, el PSOE se hace con tres de los escaños en juego frente a los dos que había conseguido en 2016. Mientras tanto, el antes hegemónico PP (aliado como de costumbre con el Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos) se desploma de los tres diputados de las pasadas elecciones generales a un solo representante en esta cita con las urnas.
Le sigue muy de cerca Podemos-Izquierda Xunida d’Asturies-Equo, que pierde uno de sus dos diputados y se queda en uno, la misma cantidad de escaños que mantiene (como en 2016) el partido de Albert Rivera, Ciudadanos. Irrumpe como quinta fuerza política Vox, que también logra un representante en el Congreso por esta comunidad autónoma. En lo que respecta a la participación, esta se disparó en el Principado, pasando de los 61,09% de las generales de 2016 al 73,35% de este domingo.
Baleares: debacle popular, por Oriol Güell
El PP cosechó un varapalo histórico en Baleares, una de las comunidades que más cómodamente ha dominado en las tres últimas décadas. Con el 16,84% de las papeletas y un solo escaño (tenía tres), el partido de Pablo Casado no solo se vio ampliamente superado por el PSOE —el más votado, con el 26,34% de los votos y 3 diputados—, sino que quedó relegado hasta la cuarta plaza. Podemos-EUIB (17,8% y dos escaños) y Ciudadanos (17,4% y un diputado) también recibieron más votos, mientras Vox se hizo con un escaño al recibir un apoyo del 11,3%. Estos porcentajes son con el 100% de los votos escrutados. Hasta el domingo, el PP había ganado en Baleares en todas las elecciones generales celebradas desde 1989 con la única excepción de 2008, cuando los socialistas lograron adelantarse por solo 1.000 votos de diferencia con casi medio millón de votos escrutados.
La debacle popular también se trasladó a la Cámara Alta, en la que la isla de Mallorca elige tres senadores, Menorca uno e Ibiza-Formentera otro. El PP, pasa de cuatro a un senador, mientras Podemos también pierde el que tenía. El gran beneficiado fue el PSOE, que de no tener ninguno pasa a tener cuatro.
Canarias: Nueva hegemonía de los socialistas, por Rosario G. Gómez
Vuelco en la comunidad canaria. Los socialistas se convierten en la fuerza hegemónica en el archipiélago, pasando de los tres escaños de 2016, cuando formaron coalición electoral con Nueva Canarias (el partido de Pedro Quevedo), a cinco. La victoria del bloque de izquierdas se ve reforzada por los tres diputados de Unidas Podemos, que repite el mismo resultado de las últimas legislativas pese a haber pasado del 20% de los votos al 15%, y supera por poco al PP, que se apunta una significativa derrota. Este partido pierde la mitad de los sufragios y también la mitad de los escaños (baja de seis a tres). Ciudadanos conserva sus dos plazas mientras Coalición Canaria, que hasta ahora tenía como única representante a Ana Oramas, contará con dos escaños en el Congreso. El partido que Gobierna la comunidad ha duplicado la presencia pese a que su presidente, Fernando Clavijo, compareció ante el juez durante la campaña para declarar por la comisión de presuntos delitos de malversación y prevaricación.
La participación ha sido del 68,14% (frente al 59,1% de los anteriores comicios), por debajo de la media nacional. Vox no ha conseguido representación en las islas.
Cantabria: Entra el partido de Revilla, por Silvia R. Pontevedra
Por primera vez el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), liderado por el presidente autonómico Miguel Ángel Revilla, conquista un escaño en el Congreso. Podemos pierde su diputado y el PSOE, con dos, se convierte en primera fuerza, seguido del PP (que baja de dos a un escaño) y Cs, también consigue uno. (Ver resultado aquí).
Castilla-La Mancha: El PSOE gana 30 años después, por Javier Martín-Arroyo
Los votantes manchegos han optado por el Partido Popular en las elecciones generales durante las últimas tres décadas. Hasta este domingo. El PSOE se impuso en esta comunidad con nueve diputados (7 en 2016) después de que el PP cayera a la mitad que hace tres años: de 12 escaños a solo seis. Sin embargo, el bloque de las derechas mantiene sus 12 diputados con más de 655.000 votos, por los nueve socialistas y sus 383.534 papeletas. Es decir, los electores prefieren las opciones conservadoras en esta región, solo que ahora están divididas.
Los socialistas captaron los suficientes votos de Podemos como para que esta formación —que obtuvo dos diputados en los últimos comicios— se quedara sin representación y ellos subieran de 7 a 9 asientos. Mientras, en el bloque de la derecha, la debacle del PP se tradujo en la cesión de seis escaños —de 12 que tenía en 2016— a Ciudadanos (4) y a Vox, que irrumpe con dos diputados.
La participación, que subió casi siete puntos hasta situarse en el 78%, contribuyó a la victoria de los socialistas y repartió la docena de escaños de la derecha, antaño monolítica, en tres formaciones. Castilla-La Mancha ha sido una comunidad con voto inclinado hacia el PP en las elecciones generales.
Hacía 30 años que el PP no perdía estos comicios en esta comunidad de dos millones de habitantes. En concreto, desde 1989, cuando el PSOE ganó con 12 diputados por ocho de los populares. Después de tres elecciones en los años 80 con color socialista, los votantes manchegos habían apoyado a los populares durante las tres últimas décadas, con gran margen en las últimas elecciones, cuando lograron 12 escaños por siete de los socialistas y dos de Podemos. El bipartidismo acaparó los votos en Castilla-La Mancha hasta 2015, cuando Ciudadanos logró tres escaños.
Si en 2016 el PP logró 475.118 votos con María Dolores de Cospedal al frente del partido en esta comunidad, en estas elecciones ha caído hasta las 268.000 papeletas. Por el contrario, si hace tres años los socialistas se quedaron en 303.254 votos, ahora han subido hasta superar los 382.000.
El fiasco lo sufrió Podemos, que después de obtener dos diputados hace tres años con 164.160 votos (el 14%) ha bajado hasta los 120.000 (el 10%), lo que ha supuesto su nula representación. Vox logró sobrepasar los 181.000 votos que se tradujeron en dos escaños, mientras que Ciudadanos obtuvo 207.000 papeletas (17%) y con cuatro diputados recuperó el brío de su arranque, cuando en 2015 obtuvo tres escaños.
Mientras, por provincias, en Toledo el PP bajó de tres a dos diputados, aunque el bloque de la derecha dobló con cuatro a los socialistas (2 escaños). Eso sí, el PSOE fue la fuerza más votada con 123.000 papeletas a gran distancia del PP, con 87.000 votos. En Ciudad Real, los socialistas mantuvieron sus dos diputados mientras que los tres escaños del PP se dividieron: uno para cada una las tres fuerzas conservadoras: PP, Ciudadanos y Vox.
En Albacete, el PSOE ganó los comicios con 74.767 votos y dos diputados, mientras que PP y Ciudadanos obtuvieron uno cada formación. En Cuenca, los socialistas le dieron la vuelta a los tres escaños en juego y se llevaron dos por uno del PP, que bajó desde 53.004 votos en 2016 a 31.971 papeletas este domingo. En Guadalajara, el PSOE también ganó las elecciones, pero a pesar de sus 42.000 votos solo obtuvo un escaño, el mismo que el PP con 28.400 papeletas. Ciudadanos se abrió hueco con más de 26.600 votos y le arrebató un escaño a los populares.
Castilla y León: El PSOE gana en el feudo del PP, por Pedro Gorospe
Los más de 2,1 millones de castellanos y leoneses llamados a las urnas este domingo le han dado la vuelta a su comunidad. El feudo del PP dejó de serlo. La mayoría de los ciudadanos votaron al PSOE hasta elevar su peso de los nueve escaños de 2016 a los 12, mientras que el PP perdía ocho de los 18 escaños que logró en 2016, los mismos que aumentaron los otros dos partidos de derechas, Ciudadanos (de 1 a 8) y Vox (1).
El resultado es que mientras la derecha se ha fraccionado, restándole poder, la izquierda se ha concentrado ya que el PSOE ha pasado de nueve a doce gracias al trasvase de los de Unidas Podemos íntegramente al PSOE. La formación liderada por Pablo Iglesias se queda sin representación en Castilla y León pese a conseguir más de 150.000 votos en la comunidad. La irrupción del partido de ultraderecha, y la movilización del electorado provocaron un cambio de calado en la comunidad de la que es oriundo Pablo Casado (Palencia, 1981).
En Palencia ganó el PSOE, como en Valladolid, Burgos, Zamora, Segovia y Soria y León. Solo en Ávila y Salamanca ganó el PP.
En el caso de esta comunidad, uno de los factores que explica la debacle del PP es el enfado de muchos de los cargos públicos y el malestar de una tercera parte de los votantes del PP en Castilla y León con el líder popular por relegar a dirigentes históricos y a otros que salieron de las primarias. Le han acusado durante la precampaña y la campaña de colocar a sus afines en las listas, no solo al Congreso y al Senado, sino en las de las próximas elecciones municipales.
Es cierto que la mayoría de los votos en Castilla y León siguen perteneciendo a la derecha, que suma los diez del PP, los ocho de Ciudadanos (+7) y el de Vox en Valladolid, pero el PP pierde la hegemonía. Algo que no sucedía desde 1987 y 1988, los años que gobernó José María Aznar en la comunidad. Desde entonces el PP había mantenido elección tras elección un porcentaje de votos superior al 50%. En esta ocasión superó por poco el 26%.
El intervencionismo en las listas municipales y provinciales de la formación que dirige Pablo Casado y los enfrentamientos y discrepancias entre la dirección del PP nacional y la autonómica y provinciales han acabado por resultar letales. Todos los discrepantes se han pasado a Ciudadanos.
A la salida de la hasta hace un mes y medio presidenta de las Cortes autonómicas, Silvia Clemente, quien se pasó a Ciudadanos, se sumó después la intervención de Casado para modificar a su gusto las listas al Ayuntamiento de Valladolid y a la Junta de Castilla y León a través de personas de su confianza. Además, Génova impuso en diciembre pasado como candidato a alcalde de Segovia a Pablo Pérez cuando el candidato de consenso era José Luis Sanz Merino. Pérez, como Casado, procede de las Nuevas Generaciones del PP, donde se conocieron.
Sucedió algo parecido en Ávila, donde se ordenó nombrar a Sonsoles Sánchez-Reyes candidata a la alcaldía frente al presidente de la diputación abulense Jesús Manuel Sánchez Cabrera, favorito de las direcciones provincial y autonómica.
Cataluña: ERC arrasa con 15 diputados, por Oriol Güell
Esquerra Republicana de Catalunya ha logrado, con Oriol Junqueras como cabeza de lista, ganar por primera vez unas elecciones generales en Cataluña. Y lo hizo logrando 15 diputados, una representación que puede ser determinante para que Pedro Sánchez sea reelegido presidente. ERC se convierte así en el cuarto partido que gana en Cataluña una de las últimas cinco elecciones generales celebradas. Las más de tres décadas de dominio socialista en Cataluña, que arrancaron con la restauración de la democracia en 1977, se rompieron en 2011 con la primera victoria lograda por una Convergència i Unió que se acercaba sin saberlo al principio de su fin. Los Comunes, la formación aliada de Podemos en Cataluña, tomaron el relevo como partido más votado en 2015 y 2016.
ERC obtuvo este domingo casi uno de cada cuatro votos depositados en las urnas, seis puntos más que en 2016 y el mismo apoyo logrado por los Comunes hace tres años. Los socialistas consiguieron mejorar sensiblemente los resultados de las últimas citas con las urnas y hacerse con más del 23% de los sufragios —siete puntos más que en 2016— y 12 escaños.
En tercera posición quedó En Comú Podem, liderado por el abogado Jaume Asens, que consiguió casi el 15% de los votos y siete diputados, aunque se dejó en el camino unos 10 puntos porcentuales y cinco escaños. Con los mismos siete escaños, aunque 115.000 votos menos, quedó Junts per Catalunya, la formación teledirigida desde Bruselas por el expresidente catalán, Carles Puigdemont. Es un diputado menos de los obtenidos hace tres años por la extinta Convergència.
Ciudadanos, liderado por la hasta ahora su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, quedó en quinta posición con un apoyo muy parecido al de las últimas elecciones generales, cuando también consiguió cinco escaños. Ayer obtuvo un 11,6% de los votos, solo medio punto más que hace tres años.
La lista del PP, encabezada por Cayetana Álvarez de Toledo, fue la gran perdedora de la noche al dejarse por el camino cinco de los seis diputados obtenidos por el PP en 2016. Vox, por su parte, logró un escaño al hacerse con el 3,6 de los votos.
En el Senado, ERC repitió los 10 senadores obtenidos hace tres años, mientras el PSC se quedó con los cuatro obtenidos entonces por En Comú Podem, que se queda sin representación en la Cámara Alta. Junts per Catalunya renueva los dos que tenía Convergència.
Extremadura: Cs irrumpe con dos; el PSOE gana, por Manuel Viejo
El PSOE ha vuelto a ganar las elecciones en Extremadura con cinco escaños, uno más que en junio de 2016. El PP logra dos diputados, uno menos que en los anteriores comicios. La sorpresa ha sido para Ciudadanos y Vox, que irrumpen con fuerza y por primera vez en la región con dos y un escaño respectivamente. Por su parte, el partido de Pablo Iglesias pierde el único diputado que logró hace tres años por Badajoz. En la región se disputan 10 diputados: seis en Badajoz y cuatro en Cáceres.
Este domingo acudieron a votar en la región 666.253 extremeños, un 8% más que la última vez.
Los socialistas han vuelto a ganar las elecciones con 249.00 votos, 38.000 más que en 2016. El partido de Albert Rivera logra dos escaños y 117.000 votos: uno por Badajoz y otro en Cáceres, en las anteriores logró 64.760 papeletas.
El PP se queda en dos escaños, pierde más de 105.000 votos y tres diputados. Podemos se queda en 62.000 votos y pierde el diputado que logró en Badajoz, que cae a Vox.
La formación de Santiago Abascal cosechó en 2016 1.026 votos. Sin embargo, este domingo dio la campanada con 70.000 papeletas logrando un diputado por Badajoz.
Por su parte, los resultados del Senado quedarían así: seis diputados para los socialistas y dos para los populares. Al contrario que lo ocurrido en 2016.
Galicia: Mayoría de izquierdas en el silo del PP, por Silvia R. Pontevedra
El PP de Núñez Feijóo también se desploma en su tradicional granero de votos. Lo hace en beneficio de Ciudadanos, que por primera vez logra representación en Galicia, con dos diputados por Pontevedra y A Coruña. Y sobre todo a favor del PSdeG-PSOE de Gonzalo Caballero. De esta manera, los socialistas pasan en Galicia de seis a 10 diputados; el PP, de 12 a nueve; Podemos-Esquerda Unida-En Común, de cinco a dos; y Ciudadanos consigue los otros dos representantes en juego de un total de 23.
Tras el desplome de Podemos está de algún modo la escisión de la alianza que se había presentado a las generales en 2016, Podemos-En Marea-Anova-Esquerda Unida. En esta ocasión, En Marea se ha quedado sola y sin representación, y se ha convertido en séptima, por detrás del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que es el quinto, y de Vox, en sexto lugar y también sin diputados. El líder de En Marea, Luís Villares, declaraba que se “alegraba sinceramente del resultado del bloque progresista” del que su partido se considera “parte activa”. Y Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, valoraba la “remontada” de su formación, que ha duplicado de largo sus votos.
La rotunda victoria del PSOE es más contundente en las grandes localidades. En 2016, el PP era la fuerza más votada en las siete ciudades gallegas y tres años después se convierte en la segunda en seis de ellas (A Coruña, Ourense, Santiago, Lugo, Pontevedra y Ferrol) y tercera en Vigo.
Por provincias, en A Coruña el PSOE conquista la primera posición con tres escaños frente a los dos de 2016; el PP baja de cuatro a tres; Podemos, de dos a uno; e irrumpe Cs con uno. En Lugo, el PP repite dos; el PSOE suma uno al que tenía y Podemos pierde el suyo. En Ourense, los populares (en su feudo) pierden uno de sus tres escaños a favor del PSOE, que logra dos. Y en Pontevedra, los socialistas pasan de dos a tres; el PP de tres a dos; Podemos, de dos a uno y Cs logra el primero de su historia.
La Rioja: Los socialistas logran el sorpasso, por Mikel Ormazabal
El PSOE arrebata la supremacía en La Rioja al PP gracias, en gran medida, al batacazo electoral del partido de Casado y también por el trasvase de votos proveniente de Unidas Podemos. Los socialistas pasan a tener dos diputados, uno más que en 2016, y superan la barrera de los 50.000 votos (sube más de siete puntos). El PP pierde uno de los dos escaños que tenía, precisamente el que conquista Ciudadanos por primera vez. La fuga de votos al PSOE deja a Podemos sin diputado. Y el partido que más crece en número es Vox, que pasa de tener 366 votantes a superar los 16.000, aunque no le valen para lograr representación. (Ver resultado aquí).
Madrid: PSOE gana y el Cs apunta al ‘sorpasso’, por Juan José Mateo
Las elecciones generales de este domingo propiciaron la primera victoria del PSOE en la Comunidad desde 1986, el peor resultado de siempre del PP en la región y un aviso de proporciones históricas: el 26 de mayo, los socialistas aspirarán a ganar unos comicios autonómicos por primera vez desde 1987, cuando ni siquiera existía el partido de Pablo Casado. No obstante, la debacle del PP alimentó el sorpasso de Ciudadanos —segunda fuerza, por delante de los populares— y la irrupción de Vox en el Congreso, por lo que el bloque conservador optará a mantener el gobierno regional. En la capital también se impusieron los socialistas, que lograron casi 10 puntos de porcentaje de voto que en 2016, propiciados por un aumento de casi nueve puntos en la participación (del 79,66% este domingo frente al 70,81% en 2016).
El último gran bastión electoral del PP, la Comunidad de Madrid, está más que en peligro. Los resultados de las elecciones generales avanzan que la formación conservadora se enfrenta a una tormenta perfecta que puede desplazarle del poder por primera vez desde 1995. El PSOE está al alza. La candidata regional del PP, Isabel Díaz Ayuso, no despega. Y el auge de Ciudadanos —que amenaza con sustituirle como referente de la derecha—, unido a la irrupción de Vox, no han ensanchado el espacio electoral de la derecha, sino que se alimentan de votantes populares desencantados. En esas circunstancias, el PP se arriesga a perder el Ejecutivo en una región en la que ha ganado todas las elecciones desde 1991, y que convirtió en su santo y seña en España. Una sensación de crisis sistémica acrecentada por la fuga a Ciudadanos de Ángel Garrido, expresidente popular de la Comunidad de Madrid.
El PSOE logró 11 diputados nacionales en la Comunidad. Ciudadanos, 8. El PP, 7. Podemos 6. Y Vox, 5. Un auténtico terremoto: los populares se dejaron más de 600.000 votos respecto a las elecciones generales de 2016, más de 350.000 solo en la capital. Y en casi todos los municipios importantes —con la excepción de Madrid, Majadahonda y Pozuelo— Ciudadanos quedó por delante del PP. Un sorpasso en la derecha impensable solo hace unas semanas, y que afectará decisivamente a las elecciones autonómicas y municipales de mayo.
Ciudadanos ha rozado superar al Partido Popular en la capital, pero a cambio es el nuevo líder de la derecha en las grandes poblaciones de la Comunidad de Madrid. La lista es amplia entre las principales: Móstoles y Alcalá de Henares (que superan los 200.000 habitantes), además de las que están cerca de ese nivel de población, Fuenlabrada (donde Ciudadanos casi dobla al PP), Getafe, Leganés, Alcorcón. La evidencia de este intercambio de liderazgo continúa en Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Torrejón y Pinto. El Oeste madrileño, el de mayor renta per cápita de España, donde el PP se enseñoreaba con impresionantes mayorías absolutas y practicaba las políticas más neoliberales en materia de impuestos y privatización de servicios, esa línea continua que formaban Pozuelo, Las Rozas, Majadahonda y Boadilla, ha sido asaltada también por Ciudadanos: el PP solo ha conseguir liderar a la derecha en Pozuelo y Majadahonda, pero no sin grandes pérdidas en beneficio de Ciudadanos y Vox.
Navarra: EH Bildu y Geroa Bai quedan fuera, por Mikel Ormazabal
La entrada de Ciudadanos en la alianza electoral de la derecha, junto al PP y los regionalistas de UPN, no le ha reportado muchos réditos. Este bloque gana en Navarra y logra dos escaños, los mismos que en 2016, cuando concurrió sin el partido de Rivera. Dos diputados tendrá también el PSOE, que es, con diferencia, el partido que más crece y dobla su representación a costa del retroceso de Unidas Podemos (cae 10 puntos y cede un asiento). EH Bildu y los nacionalistas de Geroa Bai vuelven a quedarse fuera. (Ver resultado aquí).
País Vasco: La derecha no consigue ningún escaño, por Pedro Gorospe
Euskadi se volcó este domingo en las urnas para frenar a un eventual gobierno de derechas y para borrar de la comunidad al PP. La elevada participación, de nueve puntos más, y los resultados con el 100% escrutado avalaron esas dos tesis: 18 de los 18 escaños en juego, 6 del PNV (+1), 4 del PSOE (+1), 4 Unidas Podemos (-2) y otros cuatro que amarró EH Bildu estarían en disposición de apoyar al candidato socialista Pedro Sánchez en una eventual investidura.
Pero además lo hicieron de manera contundente. Los electores barrieron al PP del mapa incluso en su feudo de Álava, en el que no conseguía su escaño el responsable de la campaña electoral nacional del PP, el exalcalde de Vitoria y vicesecretario general del PP, Javier Maroto.
El PP logró dos escaños en 2016, uno por Bizkaia y otro por Álava, uno de sus feudos tradicionales, en los que suele gobernar el Ayuntamiento y la Diputación. De hecho, Maroto ganó en las elecciones municipales de 2015, pero el resto de grupos se unió para impedir que gobernara por sus críticas a los inmigrantes.
Las primeras encuestas del CIS ya apuntaron esta posibilidad. Maroto y el PP respondieron con una campaña muy dura también en Euskadi en la que el candidato se ha volcado con enfrentamientos muy duros, sobre todo con la izquierda abertzale y con el PSOE. No ha conseguido remontar y el PP en el País Vasco ha perdido casi 70.000 votos.
Ciudadanos con un 3,14% y Vox con un 2,21% se han quedado fuera también, aunque ninguno de los dos ha tenido representación en unas generales por Euskadi.
La holgada victoria del PNV, con más del 30% de los votos, y la subida del PSOE, en torno al 20%, y de EH Bildu, contrastan con la bajada de Unidas Podemos —se queda en tercera posición en Euskadi—, que se ha dejado más de 125.000 votos, pero ha aguantado respecto de los primeros sondeos que pronosticaban una mayor caída.
Murcia: Desastre popular, por Eva Sáiz
El PP de Murcia cedió por primera vez en 26 años la hegemonía del poder en la Región con desplome considerable. De los cinco escaños que obtuvo en las elecciones de 2016, el partido cuyo cabeza de lista es su número dos a nivel nacional, Teodoro García Egea, se queda en dos. De la fuga de votos se beneficia Vox, que irrumpe en la región con dos diputados y el propio PSOE, que, con el 100% del voto escrutado, gana las elecciones con tres escaños (uno más que hace tres años). Ciudadanos y Unidas Podemos mantienen sus representantes, con dos y un parlamentario, respectivamente. Desde 1989 los socialistas no superaban en escaños al PP. (Ver resultado aquí).
Ceuta y Melilla: El escaño ceutí para los socialistas; y el PP retiene por poco su escaño en Melilla, por Javier Martín-Arroyo
Treinta años después, Ceuta eligió a un diputado socialista tras permanecer fiel al Partido Popular, que este domingo cayó a la tercera fuerza con PSOE y Vox en cabeza. Mientras que el PSOE obtuvo 13.766 votos (36%), Vox logró 9.079 papeletas (23%) y el PP 8.123 sobres (21%), con el escrutinio final. La pérdida del escaño se debió a la debacle de los populares, que perdieron la mitad de sus 15.991 votos logrados en 2016. La participación subió 13 puntos hasta el 63%.
El Partido Popular retuvo su escaño por Melilla a pesar del fuerte retroceso sufrido en votos, ya que de 13.522 logrados en 2016 se quedó este domingo en poco más de 8.000 (del 49 al 23%). Tanto Coalición por Melilla (20,3%) como PSOE (20,7%) se quedaron tras los populares, a pesar del vídeo que en campaña mostró una supuesta red de compra de votos en la ciudad autónoma por parte del PP. La participación subió 15 puntos, hasta el 63%.
(Ver resultado aquí para Ceuta y aquí para Melilla).
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