La Fiscalía archiva la denuncia contra una hermandad por sacar en procesión el fajín de Franco

La Fiscalía de Sevilla ha decidido archivar la denuncia presentada por representantes del grupo de juristas 17 de marzo en la que pedía que se prohibiera la salida de la Virgen de la hermandad del Baratillo este Miércoles Santo por ir vestida con un fajín que perteneció al dictador Francisco Franco. El colectivo entiende que esa exhibición constituye un delito de odio y es contraria a la ley de Memoria Democrática de Andalucía. En el escrito, al que ha tenido acceso este diario, se tachan los argumentos de los demandantes de "hiperbólicos" y "desconocedores del natural religioso y cultural" de la Semana Santa sevillana.

En su escrito, el ministerio público rechaza los argumentos facilitados por los denunciantes en los que consideran que la exhibición del fajín constituye un enaltecimiento de la figura del dictador y que no puede supeditarse a la libertad de culto o a la libertad de expresión. "Afirmar que dicha procesión constituye un acto de enaltecimiento de Franco, con adhesión valorativa a los delitos cometidos por el bando franquista durante la guerra y la postguerra, y asegurar que además de este modo se pretende promover o favorecer directa o indirectamente un clima de violencia, hostilidad, odio o discriminación es una aseveración no ya hiperbólica, sino desconocedora del sentido natural religioso y también cultural de las estaciones de penitencia en la Semana Santa de Sevilla", afirma el fiscal.

El Ministerio Público considera que el hecho de que no sea la primera vez que la Virgen del Carmen procesione con esa prenda sin que se haya producido polémica alguna es una muestra de que la hermandad del Baratillo no busca promover o incitar al odio y destaca que la hermandad nunca ha hecho pública la procedencia del cinturón. "La decisión de la Hermandad propietaria del fajín donado por la hija del general Franco, articulada por su Junta de Gobierno, podrá ser acertada o desacertada, pero entra en el ámbito de las facultades dominicales de la propiedad, viene a inscribirse en una tradición que dura años, sin que hasta la fecha hubiera escándalo ni conflictos, tradición que en cualquier momento puede ser interrumpida", se lee en el documento.

La Fiscalía destaca que las donaciones como prendas o alhajas "forman parte de una antigua tradición" y "resultaría casi caer en el absurdo intentar analizar si las mismas tienen alguna simbología de carácter político o referida a una determinada época histórica". En el escrito se recuerda que "han sido varias las imágenes de Semana Santa que han ido adornadas con fajines militares, sin que se haya planteado en ningún momento que se exalte al Ejército español con algún significado de carácter político". En este sentido, cabe recordar que La Macarena también ha desfilado en ocasiones con un fajín regalo del general franquista Queipo de Llano, cuyos restos están enterrados en a basílica de la hermandad, otro objeto de polémica que choca con la Ley de Memoria Democrática de Andalucía.

Los partidos piden mesura

Respecto a la invocación de esta norma por los denunciantes, el Ministerio Fiscal alega que "para que a efectos jurídicos un objeto o símbolo se repute contrario a la Memoria Democrática, no basta el parecer muy respetable de una asociación privada, sino su catalogación como tal por la Administración Pública con competencia ejecutiva en la materia previo el procedimiento contemplado en las leyes y reglamentos, y que su retirada debe venir precedida por una orden o requerimiento de retirada del símbolo o efecto en cuestión".

Esta mañana, el responsable de Comunicación de Podemos en Andalucía pedía que se cumpliera la ley y aseguraba que la Semana Santa "es del pueblo y no de los franquistas". Además, se ha mostrado convencido de que los hermanos de esta hermandad "no se sienten representados por símbolos franquistas", por lo que entiende que "se buscará una solución" para cumplir con la ley. La expresidenta de la Junta, Susana Díaz, reclamó el pasado viernes mesura y sentido común para evitar la desunión y el enfrentamiento entre los ciudadanos y los cofrades.