La televisión pública se queda sin debate por primera vez desde 1993
La decisión de Pedro Sánchez de dejar fuera a RTVE causa un fuerte malestar en la corporación pública y recibe las críticas generalizadas de todos los partidos
La televisión pública se quedará sin debate entre los principales candidatos por primera vez desde 1993 frente a un grupo privado como Atresmedia. La decisión de Pedro Sánchez de dejar fuera a RTVE causó este jueves un fuerte malestar en la corporación pública y recibió las críticas generalizadas de todos los partidos, que confiaban en que hubiera al menos dos encuentros. Sánchez ha optado así por protegerse con la mínima exposición posible en una campaña en la que es el centro de los ataques, pero asume las fuertes críticas por dejar fuera a TVE.
Pedro Sánchez fue el último en responder a la invitación que le habían hecho tanto Atresmedia como RTVE. Ya había rechazado un cara a cara con el candidato del PP, Pablo Casado, y este jueves tomó la decisión definitiva —aceptar un debate a cinco que incluye a Vox en la cadena privada—, que marca un antecedente que inquieta mucho a la corporación pública, hasta ahora fija en estos encuentros.
RTVE se ha llevado un no a su propuesta de debate a cuatro, en el que no participaría Vox en seguimiento de la doctrina de la Junta Electoral Central y la interpretación de la Ley Electoral. Esta solo considera los debates entre quienes tienen representación nacional, que no es el caso de Vox. Estas reglas no rigen, en principio, para las empresas privadas.
RTVE critica “el desprecio” de Sánchez y el PSOE
Los Consejos de Informativos de RTVE (TVE, RNE y Medios Interactivos) consideran “un desprecio hacia la radiotelevisión pública que el PSOE y su candidato, Pedro Sánchez, hayan rechazado participar en el debate electoral a cuatro propuesto por TVE”. Asimismo “condenan” que acepte participar solo en un debate a cinco propuesto por un grupo privado de comunicación “y que incluye al candidato de un partido sin representación parlamentaria”.
Los trabajadores recuerdan que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) obliga a la radiotelevisión pública a que en el debate televisado participen solo los partidos con representación parlamentaria y de forma proporcional. “Ni entendemos ni aceptamos las razones por las que el PSOE y su candidato y actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deciden no apostar por el servicio público y el pluralismo que representa RTVE y marginar así a la televisión pública en beneficio de la privada”, concluye el escrito.
La decisión ha sido denostada por los representantes de los trabajadores de la corporación pública que reprocharon al PSOE “el desprecio” hacia el medio público, a través de sus consejos de informativos.
A pesar de la incomodidad que estos reproches producen en la cúpula del PSOE, la decisión ha sido muy meditada, hasta llegar a la conclusión de que resultaba inevitable un debate pero ni uno más. Y menos, un cara a cara con el candidato del PP. No quiere Pedro Sánchez dar la baza a Pablo Casado de erigirle en el candidato mayoritario de la derecha, aunque así lo es ahora y esa misma situación entronizan todas las encuestas. Además, con un solo debate es más que suficiente, según el PSOE, para escuchar a tres voces que Pedro Sánchez se asociará con “comunistas, separatistas y terroristas” para hacerse con el Gobierno, reconocen en la dirección socialista. El momento de las explicaciones se produjo ayer a través del portavoz adjunto del comité electoral, Felipe Sicilia.
“La realidad política que vivimos es muy diferente de la de anteriores elecciones. La derecha está dividida en tres, no hay un liderazgo claro en ella y ante la ausencia de una figura clara en ese espectro político creemos que lo más oportuno es que fuésemos a un debate plural”, señaló Sicilia para descartar tanto el cara a cara como el debate ofrecido por la corporación RTVE que excluye a Vox.
Aunque la decisión de aceptar el debate de Atresmedia estaba muy pensada en la dirección socialista se ha pospuesto el anuncio hasta atesorar argumentos. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), como órgano oficial, les ha ayudado definitivamente. Los partidos que han sido invitados al debate de Atresmedia (Antena 3, La Sexta y Onda Cero) tienen candidaturas en todas las provincias y han superado el 10% en intención de voto, según la última encuesta preelectoral del CIS, hecha pública el pasado martes. Esa es una buena razón para aceptar la invitación de ese grupo de comunicación. “Ni el PSOE ni Pedro Sánchez vetan a ningún candidato, por muy lejanas que sus ideas sean de las nuestras”, apuntó Sicilia. “La democracia es precisamente eso: debatir entre diferentes, entre muy diferentes, y contrastar propuestas para España”, señaló.
Podemos contra el PSOE
La exclusión de TVE es muy mal vista por Unidas Podemos. “Nos parece una vergüenza. Un candidato a la presidencia, y especialmente el que es presidente, debería aceptar todos los debates. Si algún debate debe ser obligatorio es el de la pública”, reivindicó Irene Montero, número dos de la formación. El secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, relacionó la ausencia de Sánchez en la pública con su estrategia de perfil bajo. “Nos sugiere que el lema del PSOE, ‘haz que pase’, realmente significa ‘por favor, haz que pase esta campaña lo más rápido posible”, escribió en Twitter.
Casi a las claras, el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, reconoció en un acto en Valencia que los debates los aceptarán en función de la estrategia que tienen derecho a establecer y no la que le venga bien al candidato del PP. Se refería al cara a cara que le pide Pablo Casado y que nunca tendrá.
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