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PP y PSOE se enzarzan en la disputa del voto de los pensionistas

Sánchez y Casado se acusan de recortar y congelar unas pensiones que tienen asegurada su revalorización según el IPC en el Pacto de Toledo

Pablo Casado se hace una foto con un seguidor en Almería.
Pablo Casado se hace una foto con un seguidor en Almería.RAFAEL GONZÁLEZ (EP)
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Lacalle, referente del “rearme ideológico” del PP

Tras las movilizaciones feministas y el debate sobre la España vacía, PP y PSOE se enzarzan ahora por el disputado voto de los pensionistas: 9,7 millones de potenciales papeletas. El PSOE se agarra a unas declaraciones confusas del gurú económico de Pablo Casado, Daniel Lacalle, para advertir de hipotéticos recortes si gana el PP. Lacalle niega que abogue por los recortes, y Casado rescató las congelaciones de Felipe González y de Zapatero para avisar de que con Sánchez la economía podría ir a peor: con ello sugiere que pueden volver los recortes de pensiones.

Cualquier discusión, confusión o debate sobre el futuro de las pensiones genera gran inquietud en un colectivo muy amplio y transversal desde el punto de vista ideológico, pero ahora también muy movilizado. Los partidos habían llegado al acuerdo de radicar en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo, en el Congreso, sus controversias para alejarlas de la lucha partidista. En cada elección, sin embargo, la pugna reaparece: en este caso, la espita fueron unas declaraciones del gurú y candidato con el número 4 del PP por Madrid, Daniel Lacalle, un economista con marchamo de ultraliberal que dijo en una entrevista a El Economista: “España es el único país en el que, con respecto a otros países que han estado en una situación similar, han crecido las pensiones. Los demás las han reducido hasta el 40%. Por tanto, el debate no es cuánto se revalorizan, sino cuánto se recortan. Un 20%, un 30% o un 40%. Todos los países que han ido por el camino impositivo han aumentado la edad de jubilación y reducido el porcentaje de reemplazo”.

Al día siguiente, el propio presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, le acusó de querer encubrir una bajada de las pensiones. Lacalle matizó con rapidez que se habían tergiversado sus palabras y ratificó la posición oficial del PP, con Mariano Rajoy y ahora con Casado, a favor de mantener el compromiso de subida según el IPC del Pacto de Toledo y de los Presupuestos negociados en 2018 con el PNV también para 2019.

Pero la polémica está ahí. Lacalle, además, ha recordado estos días que lo que está fijado por la ley 23/2013 en el Boletín Oficial del Estado es una subida mínima del 0,25% si persiste el déficit en el sistema de la Seguridad Social y un techo máximo del IPC más el 0,50% si esas cuentas están saneadas. El déficit de la Seguridad Social es de unos 18.700 millones de euros. El Gobierno de Rajoy, con Cristóbal Montoro en Hacienda y Fátima Báñez en Trabajo, pactó un saneamiento a cinco años. Pero ese agujero no ha dejado de aumentar, y ha obligado a echar mano de la hucha de las pensiones, a financiar las prestaciones vía créditos del Presupuesto y a empezar a debatir la necesidad de financiar el sistema a través de impuestos, no solo con las cotizaciones sociales como hasta ahora.

El gurú Lacalle

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En el PP inquieta que esa polémica de los últimos días cale entre un sector del electorado que le es —en teoría— propicio. Lacalle fue este martes silenciado desde su partido. Casado y otros dirigentes salieron a la palestra y echaron mano de la historia económica reciente: los peores momentos de las más graves crisis económicas sufridas en España por expresidentes socialistas como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero. El PP les achacó haber congelado entonces pensiones y salarios, incluso en el último caso con el apoyo del entonces diputado Pedro Sánchez. Casado enfatizó, además, que las pensiones siempre han subido con Ejecutivos del PP, aunque en realidad durante el Ejecutivo de Rajoy las pensiones perdieron poder adquisitivo (su alza era inferior a la inflación). “El PSOE, siempre que gobierna, quiebra el sistema o deja congeladas las pensiones. La demagogia acaba en las colas del INEM, la deuda pública y el déficit”, apostilló Casado. Rajoy, sin embargo, dejó la presidencia del Gobierno con el mayor déficit de Europa, y es el presidente que ha protagonizado una mayor subida de la deuda pública.

El PSOE no quiere soltar esta presa frente a las dudas generadas sobre posibles planes de los populares con las pensiones. Los socialistas se ven ahora como el partido preferido en todas las franjas de edad y los mayores de 65 años no son la excepción: el 28,7% de consultados en el barómetro del CIS de febrero votarían a Sánchez, por delante del 22,6% a Casado. Sánchez recuperó este martes su propuesta del fin de semana de proponer que el Pacto de Toledo se blinde en la Constitución: “Las pensiones no se pueden recortar, se tienen que revalorizar”.

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