Cae una mafia que llevó en patera a 800 migrantes hasta Cádiz
La policía ha detenido a los seis supuestos traficantes, entre ellos, al cabecilla de la red
Una patera recién llegada a una playa de Cádiz y tres migrantes que eran recogidos en las inmediaciones por un misterioso vehículo. Así arrancó la operación policial que ha llevado a detener a seis supuestos traficantes, acusados de cobrar a personas de origen magrebí por traerlas a España a bordo de peligrosos viajes a través del Estrecho de Gibraltar. La investigación, que aún continúa abierta, ha conseguido determinar que los detenidos llegaron a traer de forma ilegal hasta a 800 inmigrantes en 2018 y obtuvieron un beneficio de más de 900.000 euros.
El trabajo de esta mafia comenzaba en el norte de Marruecos, de donde son la mayoría de los afectados. Allí la red tenía una serie de colaboradores que se encargaban de coordinar la salida de las embarcaciones con destino a Cádiz. Una vez en suelo español, la mafia cobraba entre 500 y 600 euros por trasladar del recién llegado desde las costas del Estrecho hasta las provincias de Málaga y Almería. En estas provincias, los migrantes eran alojados en domicilios o espacios pertenecientes a la banda en paupérrimas condiciones.
La investigación comenzó con la llegada de una patera a una playa de Cádiz que no ha trascendido. Los investigadores localizaron la embarcación con diversas prendas y pertenencias abandonados a su alrededor. Poco después, los agentes pudieron ver cómo un vehículo recogía a tres hombres que parecían proceder de dicha embarcación embarrancada en la arena. El coche era conducido por uno de los seis que ahora están investigados, tal y como ha explicado la Policía Nacional en una nota de prensa emitida este miércoles.
Los agentes corroboraron que el misterioso conductor formaba parte de una red criminal que se encargaba de introducir de manera clandestina a los migrantes en España. La mafia solía recurrir a personas de origen magrebí a las que embarcaba normalmente en inseguras pateras de madera. La policía no ha detallado cuánto llegaban a cobrar a los pasajeros por estos peligrosos viajes por los que estas bandas pueden llegar a pedir entre 1.500 y 2.500 euros por persona, según han explicado en otras ocasiones a EL PAÍS los recién llegados a Cádiz.
Lo que la investigación ya ha desvelado es que los detenidos cobraban entre 500 y 600 euros a los migrantes una vez estaban en suelo español. En ese importe se incluía el traslado en vehículos a las provincias de Almería y Málaga, donde eran enviados a domicilios o locales que los investigados controlaban. “Son destacables las condiciones pésimas e insalubres de los lugares en los que eran alojados los inmigrantes por la organización”, ha reconocido la policía en su comunicado.
Cada uno de los miembros de la mafia ocupaba un rol concreto: desde los que se encargaban de la recogida y traslado desde las costas de Cádiz al que se ocupaba del alojamiento y el pago de la correspondiente tarifa. Además, dos de ellos aprovechaban los viajes habituales a Marruecos para realizar actividades relacionadas con el tráfico de sustancias estupefacientes “a pequeña escala”, según apuntan desde la investigación que ha sido coordinada desde la policía en Málaga.
Con este modus operandi, la mafia consiguió introducir en España a más de 800 migrantes durante el pasado año. Igualmente, los investigadores han conseguido averiguar que la banda consiguió unos ingresos de procedencia ilícita de más de 900.000 euros. “Lograban obtener grandes cantidades de dinero con esta actividad anteponiendo en todo momento el beneficio económico por encima de las seguridad de las personas”, ha reconocido la policía.
En el operativo, se han efectuado tres registros en distintas provincias andaluzas en los que se han intervenido 4.700 euros en efectivo, móviles, diversa documentación y un vehículo. Entre los seis detenidos, cuyas identidades y nacionalidades no han trascendido, se encuentra el cabecilla de la mafia. A todos ellos se les investiga por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y organización criminal. A eso se suman los cargos por delito contra la salud pública para dos de ellos. Tres de los apresados ya han sido enviados a prisión. La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, por lo que no se descarta que pueda saldarse con más detenidos.
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