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El PP pretende exportar al resto de España el pacto con Ciudadanos y Vox en Andalucía

La dirección popular presenta la Junta como un "laboratorio", pero críticos con Casado advierten que Rivera puede preferir al PSOE en otros territorios

Natalia Junquera

El PP pretende replicar el pacto con Ciudadanos y Vox en Andalucía —con acuerdos de Gobierno o de investidura— en las municipales y autonómicas de mayo. El líder, Pablo Casado, confía en recuperar así plazas perdidas por acuerdos entre el PSOE y Podemos, pero su estrategia genera dudas. Algunos dirigentes creen que Andalucía es un caso único por los 36 años de Gobierno socialista y que Ciudadanos, a quien más perjudica la foto con Vox, puede preferir en otros casos al PSOE.

Albert Rivera pasa por delante de Teodoro García, Dolors Montserrat y Pablo Casado, el miércoles en el Congreso.
Albert Rivera pasa por delante de Teodoro García, Dolors Montserrat y Pablo Casado, el miércoles en el Congreso.ULY MARTÍN

El PP ha asumido que las mayorías absolutas no van a volver, creen que ahora, por la crisis independentista en Cataluña, “todas las elecciones son en clave nacional” y ha decidido renunciar a su vieja reivindicación para que gobierne la lista más votada frente a lo que llamaban “pactos de perdedores”. La “incoherencia”, afirman fuentes del partido, es un pequeño precio a pagar a cambio del horizonte que creen que se les ha abierto en Andalucía. Allí, afirman las mismas fuentes, se ha instalado el “laboratorio” donde los populares quieren ensayar futuros pactos para las autonómicas y municipales de mayo. La dirección nacional del PP augura una fuerte subida a Ciudadanos y Vox en esos comicios y lejos de preocuparles, creen que les permitirá recuperar gobiernos y Ayuntamientos con pactos a dos y tres bandas. Por la vía activa —reparto de consejerías— o pasiva —permitiendo gobernar con sus votos—. En Ciudadanos, no obstante, la relación con Vox es más compleja.

La buena marcha del acuerdo andaluz, que está prácticamente hecho —el lunes se repartirán consejerías, según fuentes del PP—, aunque pueda haber todavía algo de “teatro y tensión”, ha disparado el optimismo en la dirección popular. El objetivo final es reabsorber a Vox, al que siguen viendo como una escisión, una vez dentro de las instituciones. Pero los cuadros del PP, algunos barones y cargos más veteranos, creen que es una jugada arriesgada.

“No nos hagamos trampas a nosotros mismos”, afirma un cargo nacional del partido, que sí da importancia al hecho de tener ahora dos vías de fuga. Andalucía, afirma, puede ser un “espejismo”, porque allí Ciudadanos tiene el argumento de los 36 años de Gobierno socialista para pactar con el PP, pero en otras comunidades, sobre todo donde hay barones críticos con la relación de Pedro Sánchez con los independentistas, el partido de Albert Rivera podría estar más interesado en firmar con el PSOE que con ellos. Y en algunos lugares, Ciudadanos podría superarles en votos, advierte. Otros dirigentes populares ven, además, con preocupación el giro a la derecha del PP por la pérdida de votos en el centro.

Difícil equilibrio

El PP trata de buscar un difícil equilibrio en su relación con el partido de extrema derecha: no puede permitirse trazar un cordón sanitario alrededor de Santiago Abascal porque puede necesitar sus votos, pero tampoco puede parecer que les extiende una alfombra roja para que entren en las instituciones porque entonces alejaría a Ciudadanos, a quien más perjudica esa foto con Vox, como quiso recordar el candidato por Barcelona, Manuel Valls.

Las dudas sobre la estrategia son un reflejo de la división entre el viejo y el nuevo PP. Pablo Casado está mucho más cómodo con Vox y Abascal que otros dirigentes regionales, que son, por otra parte, quienes tendrían que lidiar con las propuestas del partido de extrema derecha. Una de ellas, la supresión de Canal Sur, ya evidenció esas diferencias. Mientras el secretario general del PP, Teodoro García, aseguraba que prefería no tener televisión autonómica y sí “endoscopios en los hospitales”, el candidato popular a la Junta, Juan Manuel Moreno, insistía en la inviabilidad de la propuesta —nunca antes planteada por el PP— al exigir una reforma del estatuto de autonomía.

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Zoido y Ortiz renuncian a sus escaños en Andalucía

Antes de constituirse el nuevo parlamento andaluz, ya hay varias bajas. Los cabezas de lista del PP por Sevilla y Cádiz, Juan Ignacio Zoido y José Ortiz, respectivamente, han decidido renunciar a su acta de diputado autonómico. El candidato popular a la Junta, Juanma Moreno aseguró ayer que “entendía” su decisión. Zoido permanecerá en el Congreso, donde preside la comisión de Política Territorial (por la que recibe 1.470 euros, además de otros 1.874 libres de impuestos por ser de fuera de Madrid y el sueldo de diputado, 2.891 euros brutos). Ortiz seguirá de alcalde de la localildad gaditana. Ambos formaban parte del núcleo de confianza de Pablo Casado, más alejado de Moreno Bonilla, que apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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