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Sánchez pedirá a Mohamed VI reforzar la lucha contra la inmigración ilegal

El presidente español apoyará a Marruecos para obtener más fondos de la UE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. José Méndez (EFE)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradecerá este lunes al rey Mohamed VI y a su homólogo, Saadedin El Otmani, la cooperación de Marruecos en la lucha contra la inmigración ilegal, pero les pedirá que se mantenga e incluso refuerce este compromiso y les garantizará que España seguirá ejerciendo como abogado de su país ante la UE.

La inmigración, la colaboración contra el yihadismo y el impuso a las relaciones económicas serán los principales temas en la agenda de la visita relámpago de Sánchez, que pasará solo unas horas en Rabat, acompañado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El viaje estaba pendiente desde que Sánchez llegó a La Moncloa hace más de cinco meses y se ha ido demorando por la dificultad de cerrar una audiencia con el monarca. Ahora sí se han obtenido de garantías de que habra encuentro con Mohamed VI,  a pesar de que este no figura en el programa oficial.

En los últimos meses el estrecho de Gibraltar se ha convertido en la principal ruta de entrada de inmigrantes hacia Europa, desbancando al Mediterráneo central y al Egeo. Hasta el 14 de noviembre habían llegado por vía marítima (más del 90% procedentes de Marruecos) 55.949 inmigrantes, un 142% más que en el mismo periodo del año pasado. Y un número indeterminado perdieron la vida en el intento, como evidencia la muerte de una veintena de subsaharianos al naufragar una patera el pasado día 5 en las costas de Cádiz.

España, primer socio comercial de Marruecos

Las relaciones diplomáticas de Marruecos con Francia son excelentes. Mohamed VI acaba de recibir al presidente Emmanuel Macron, quien vino a inaugurar el jueves un tren de alta velocidad construido por el grupo francés Alstom y que unirá los polos económicos de Tánger y Casablanca en dos horas, en lugar de las cuatro con 45 minutos actuales. Sin embargo, España desbancó a Francia como primer socio de Marruecos en 2014. Rabat es el segundo socio comercial de Madrid fuera de la Unión Europea, solo detrás de Estados Unidos; y el noveno en términos absolutos, por delante de China. Un 3% de las exportaciones españolas van a Marruecos.

España ha duplicado las importaciones y exportaciones hacia Marruecos en los últimos seis años, un fenómeno “espectacular”, según los expertos en comercio exterior consultados.

España exporta hacia Marruecos más de la mitad de lo que exporta hacia América Latina.

Le vende equipos y componentes de automóviles, combustibles y lubricantes, tejidos para confección y material eléctrico. Y compra a Rabat material eléctrico, confección femenina, moluscos y crustáceos y también automóviles. En este último apartado es clave en la economía marroquí. Los automóviles son su primera partida de exportación, por delante de los fosfatos. España le vende 1.070 millones de euros en componentes de automóviles, como motores y cajas de cambio. Y Marruecos vende al mundo 6.000 millones de euros en automóviles cada año.

El Gobierno español ha evitado culpar a Marruecos de este espectacular incremento y lo ha atribuido al aumento de la presión migratoria, que ha desbordado las capacidades del país vecino. Las autoridades marroquíes han aceptado incluso la devolución exprés de inmigrantes, un procedimiento previsto en un convenio de 1992 y criticado por el Defensor del Pueblo: en agosto fueron 116 subsaharianos que habían saltado la valla de Ceuta y en octubre 24 que había llegado a la islas Chafarinas, a pocos kilómetros de la costa marroquí.

Otros gestos han sido, sin embargo, menos amistosos: hace pocos días Marruecos redujo, sin dar explicaciones, el cupo de inmigrantes devueltos cada día por la frontera, de 25 a solo 10: y en julio cerró la aduana terrestre de Beni Enzar, por donde entraban desde 1958 los productos comerciales procedentes de Melilla.

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Aunque la medida tiene un escaso impacto sobre la economía de la ciudad autónoma, algunos expertos creen que el gesto se enmarca en una estrategia a largo plazo de reclamación de la soberanía de Ceuta y Melilla, a la que muchos medios de comunicación marroquíes siguen refiriéndose como “las ciudades ocupadas”.

Solo dos semanas antes del cierre de la aduana, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se había reunido con su colega Naser Burita, quien derrochó cordialidad, pero no le dijo ni una palabra sobre el tema La directora general de Aduanas, Pilar Jurado, visitó Rabat en septiembre y Borrell anunció en el Congreso que se crearía un grupo de trabajo con Marruecos para resolver el problema. Dos meses después ese grupo no se ha reunido ni una sola vez. Y fuentes próximas a las negociaciones señalan que ni siquiera se ha creado.

El Gobierno español ha peleado para conseguir el apoyo de la UE a Marruecos y ha actuado como su mejor abpogado, llevando a Bruselas una lista con las necesidades de Rabat para controlar sus fronteras. Hasta ahora, al Comisión Europea ha aprobado un paquete de ayuda de 144 millones de euros, de los que 30 ya se han desembolsado y 70 irán directamente a engrosar el presupuesto de la Administración marroquí.

La reacción de Rabat ha sido, sin embargo, fría, Las únicas declaraciones públicas han sido las del director marroquí de Migraciones, Jalid Zeruali, quien declaró a este diario que la ayuda es “un buen comienzo. Correcta, pero no suficiente”. Las autoridades marroquíes comparan esta cifra con los 3.000 millones entregados a Turquía o los cientos facilitados a Libia y no están satisfechas. Sin aventurar números, el Gobierno español quiere que esta ayuda no sea coyuntural sino que se inscriba en un marco estable de colaboración entre Marruecos y la UE.

En cuanto a la lucha antiterrorista, los diferentes ministros del Interior que ha tenido España en los últimos 14 años se han prodigado en elogios hacia la colaboración de Marruecos. Desde los atentados islamistas del 11-M, en 2004, hasta los de Barcelona, en 2017, la ayuda de los servicios secretos marroquíes ha sido clave. Y en ese terreno destaca la figura de Abdelatif Hamuchi, actual director general de la policía,  quien el Gobierno español concedió en abril de 2015 la Cruz honorífica al Mérito Policial en “reconocimiento al alto grado de colaboración” entre ambos países.

El máximo responsable de la policía marroquí ha sido muy criticado por asociaciones de derechos humanos por su papel en la represión de las protestas de Alhucemas, que se saldó con cientos de jóvenes encarcelados, incluido su líder, Naser Zafzafi, condenado a 20 años de cárcel.

Desde que se produjo la ocupación por parte de Marruecos del islote Perejil, en 2002, las relaciones se han ido estrechando, ya sea con el PP o con el PSOE en la Moncloa. La colaboración policial va mucho más allá de operaciones conjuntas puntuales. El trasvase de información es constante desde hace varios años. Y en el aspecto económico, España desbancó a Francia hace cuatro años como primer socio comercial de Marruecos.

La demora en la visita de Pedro Sánchez se ha paliado en parte con la visita de cuatro ministros: además de Grande-Marlaska y Borrell, el de Cultura y Deporte, José Guirao y la de Justicia, Dolores Delgado. En cambio, sigue pendiente la visita oficial de los Reyes, que se canceló en enero pasado, una semana antes de la fecha prevista y sin explicación alguna y no ha vuelto a concretarse.

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