La morgue de Cádiz se queda sin sitio para los 20 fallecidos de la patera naufragada en Barbate

Ya no hay sitio para más cadáveres, pero el mar no para de devolver cuerpos en un macabro conteo que ya suma 11 días. El Instituto de Medicina Legal de Cádiz se ha quedado sin sitio para acoger más fallecidos de la patera naufragada en la costa de Barbate el pasado 5 de noviembre.

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En la pedanía barbateña de Los Caños de Meca, la Guardia Civil ha localizado este viernes un nuevo migrante fallecido. Con él, ya son 20 muertos de una embarcación en la que hubo 22 supervivientes, entre ellos, el patrón y su ayudante, detenidos ya por organizar el viaje que acabó en tragedia.

El Servicio de Anatomía Forense del Instituto de Medicina Legal de la provincia, ubicado en el centro de la capital, ha estado acogiendo los cadáveres de los marroquíes fallecidos desde que apareció el primer cuerpo, el mismo día del naufragio. Sin embargo, a mediados de esta semana la situación se complicó en las instalaciones dependientes de la Junta de Andalucía. Cuando acogía a unos 11 cadáveres de la patera, la morgue se ha quedado sin espacio para acoger a más fallecidos. Desde entonces, los cuerpos están siendo trasladados a las instalaciones del Cementerio Mancomunado de la Bahía de Cádiz, ubicado en Chiclana de la Frontera.

Allí ya hay hasta ocho cadáveres y, a lo largo de este jueves, se sumará el localizado esta mañana en Los Caños. Los agentes de la Guardia Civil han encontrado el que ya es el fallecido número 20 en la playa de Marisucia, una zona de la costa cercana al lugar donde se produjo el naufragio. Desde que la mañana del pasado 5 de noviembre los agentes llegaron al lugar, alertados por el aviso de un vecino, se ha mantenido un operativo constante de búsqueda por tierra y mar. El hallazgo de este nuevo fallecido ha llevado a los agentes a prorrogar unos días el dispositivo, ante la posibilidad de nuevos hallazgos.

Distintas versiones

La mayor complicación con la que se ha encontrado la Guardia Civil en estos días es en la disparidad de versiones en torno al número de fallecidos. Ni siquiera tienen claro cuántas personas viajaban en la barca. Algunos supervivientes hablaron de 40, otros elevaron los viajeros hasta los 46. Algunos relataron que la patera partió desde las costas del norte de Marruecos en la madrugada del pasado 4 de noviembre. Cuando la embarcación de madera llevaba más de 24 horas en el mar, le sorprendió un temporal en las inmediaciones de la costa. Las olas hicieron encallar la patera en una zona de arrecifes a 200 metros de la orilla de Los Caños.

En el momento del suceso, la patera iba tan llena que muchos de los migrantes marroquíes viajaban hacinados, unos sentados encima de otros. Solo la mitad llevaba chalecos salvavidas. En la confusión, un grupo de 22 personas consiguió llegar a la playa por su cuenta, después de forcejear unos con otros por sobrevivir. Dijeron seguir al que hacía de patrón de la barca. Atrás dejaron a conocidos e incluso familiares, pero no supieron indicar si pudo haber un segundo grupo que consiguiera ponerse a salvo poco después. En principio, la Guardia Civil albergó esa esperanza y buscó por los pinares cercanos. Conforme han ido apareciendo los cadáveres, la hipótesis de que haya más supervivientes se ha ido disipando.

Mientras que el operativo de búsqueda se ha mantenido en estos días, la Guardia Civil ha comenzado a recibir la documentación de personas que, para sus familiares, están desaparecidas desde el momento de la tragedia. Los agentes han recibido documentos de identificación de, al menos, 12 desaparecidos, entre los que se encuentran dos adolescentes menores de edad. La mayor parte de los familiares que buscan pistas de sus seres queridos han resultado ser de Salé,una localidad cercana a Rabat de 400.000 habitantes.

Una de las historias de posibles fallecidos que se ha conocido en estos días es la del joven de 21 años Ayub Mabruk, que llegó a ser campeón de kick-boxing en su país. Un vecino del Mabruk vio en el medio local Diario de Cádiz una foto de un fallecido que se parecía a su amigo. De inmediato, se puso en contacto con la familia del joven y con el medio, para obtener nuevas imágenes. Ahora, su entorno tiene claro que es uno de los que ha muerto en el naufragio y pide ayuda para poder repatriar el cadáver de Mabruk, un coste inasumible para la familia.

Los juzgados de Barbate continúan su investigación para conseguir identificar con seguridad a los naufragados. Los cadáveres que no lleguen a ser reclamados o los de aquellos cuyas familias no puedan afrontar los costes de la repatriación serán enterrados en cementerios de la provincia, previsiblemente en el camposanto de Barbate. Mientras, la autoridad judicial decretó la semana pasada el ingreso en prisión del patrón y el ayudante de este, al considerarlos responsables de una tragedia que ya suma 20 fallecidos.