Primeras grietas en el liderazgo de Pablo Casado
Dos afines a Cospedal generan malestar en el PP mientras crece la tensión por la falta de candidatos y el giro a la derecha
"Cada crítica es una medalla", contestó este jueves el secretario general del PP, Teodoro García, a los comentarios sobre la actuación del día anterior de la portavoz popular en el Congreso, Dolors Montserrat. El número dos del partido quería referirse a Carmen Calvo, Pablo Iglesias o Gabriel Rufián, pero las críticas venían también desde sus propias siglas. "Estamos abochornados. Y no solo por lo de ayer [por el miércoles]. Es la suma de malas intervenciones. La conclusión de muchos es que no da la talla como portavoz", resumió un veterano diputado popular.
Montserrat se enredó en su pregunta a Calvo en la Cámara. Pretendía denunciar la descoordinación del Ejecutivo y ejercer de forma enérgica su labor de oposición para no ceder terreno a Ciudadanos, pero terminó afeando al Gobierno tener "desconcertadas a las prostitutas" en una intervención caótica que la convirtió en trending topic y provocó risas en el hemiciclo.
"Un mal día lo tiene cualquiera", justificaban en el entorno de Montserrat. "Hay gente deseando malmeter, pero esto quedará en una anécdota", añadían. En la dirección del PP insisten en que "lleva poco tiempo" en el puesto y que "de un mal día no se puede crear una crisis".
Algunos de los populares molestos con la imagen que la portavoz dio en el hemiciclo el miércoles aseguran sin matices que Montserrat fue una mala elección, pero que la solución no es fácil. Creen que la única opción para que no pareciera una rectificación sería nombrarla candidata para la alcaldía de Barcelona, pero el entorno de Montserrat lo descarta totalmente, entre otros motivos porque las perspectivas electorales para el PP en la capital catalana son muy malas.
Además, hay otro factor, la cuota de género. La dirección del PP quería que su portavoz en el Congreso fuera una mujer porque durante la campaña de primarias, cuando competía con Soraya Sáenz de Santamaría por la presidencia del PP, Pablo Casado fue muy contundente contra las cuotas y negó que el hecho de tener a una mujer como líder del partido y candidata a La Moncloa fuera un hito. La elección de una portavoz también pretendía compensar aquellos mensajes.
Heridas por coser
Las grietas empiezan a asomar en el PP, que aún no ha cosido las heridas de su proceso de primarias. Aunque la dirección exhibe optimismo por lo que llama el “efecto Casado”, en las filas cuestionan nombramientos como el de Monserrat, y comienza a cundir cierto nerviosismo por la elección de candidatos para las elecciones municipales y autonómicas (preocupan especialmente Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana). También la aparición de Vox y el giro a la derecha del PP divide al partido. Mientras Casado y Teodoro García señalaban los puntos en común con la formación de extrema derecha, el presidente madrileño, Ángel Garrido, aseguraba, tajante: "No tenemos que fijarnos ni parecernos a Vox".
En las primarias, Montserrat fue directora de la campaña de María Dolores de Cospedal. La ex secretaria general cayó en la primera vuelta del proceso, pero inclinó sus apoyos hacia Casado y se cobró esa influencia clave en su victoria con una importante cuota en los órganos de poder del PP: tres vicesecretarías (de seis) y la portavocía en el Congreso, uno de los puestos de más exposición.
Otra afín a Cospedal, la exministra Isabel García Tejerina, también se ganó este jueves un trending topic al decir en TVE: "En Andalucía te dicen que lo que sabe un niño de 10 años es lo que sabe un niño de ocho en Castilla y León". Tejerina según fuentes del partido, renunció a ser secretaria general y apenas hace declaraciones, pero esta escoció en el PP andaluz en plena precampaña electoral. "No compartimos las palabras de Isabel García Tejerina. Los niños y profesores andaluces son de 10, solo les falta un Gobierno a su altura", replicó el candidato popular a la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, informa Eva Sáiz. No es la primera vez que el líder del PP andaluz tiene que desmarcarse de opiniones de compañeros.
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