España inicia su retirada de la coalición internacional contra el ISIS en Irak
El Ejército repatria tres helicópteros Chinook, que serán desplegados previsiblemente en Eslovaquia para reforzar el flanco Este de la OTAN
El Gobierno de Bagdad ya no quiere en su territorio a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, un país enfrentado con Irán, que ejerce una decisiva influencia sobre la importante comunidad chií local. Y por eso, la operación Inherent Resolve (Resolución Inherente), encabezada por Washington y de la que forman parte 60 países, inicia su salida de Irak tras más de diez años de lucha contra el Estado Islámico (IS). La fecha de su finalización es septiembre de 2025, según explicó el miércoles en el Congreso la ministra de Defensa, Margarita Robles, pero España será de los primeros países en iniciar el repliegue con el regreso de tres helicópteros Chinook antes de final de mes. Su nuevo destino, según fuentes militares, será previsiblemente Eslovaquia, donde se incorporarán el año que viene a la brigada multinacional de la OTAN liderada por España.
El Ministerio de Defensa replegará con carácter inmediato los tres helicópteros de transporte pesado Chinook que desde 2018 daban apoyo logístico a la coalición internacional en la base de Al Asad, que ha sido repetidamente atacada por las milicias chiíes aliadas de Irán desde el inicio de la guerra de Gaza, en octubre del año pasado. Estados Unidos ha decidido trasladar sus tropas a la base de Erbil, en el Kurdistán iraquí, lo que ha precipitado la retirada del destacamento español, que ha decidido no acompañarle.
Las Fuerzas Armadas planean ya la salida, en los próximos meses, del resto de militares españoles adscritos a la operación IR (en total, 184), en su mayoría expertos en operaciones especiales dedicados a instruir a sus homólogos iraquíes, pero mantendrá su participación en la Misión de la OTAN en Irak (NMI), centrada en el asesoramiento a las autoridades locales para desarrollar y afianzar sus instituciones de defensa y seguridad, que Bagdad no solo no rechaza sino que desea mantener. Hasta mayo pasado la misión de la OTAN estaba bajo el mando del teniente general español José Antonio Agüero, actual comandante del Mando de Operaciones; mientras que ahora su jefe de Estado Mayor es el general de brigada José de Meer. La contribución española es de 155 militares.
Los helicópteros, encuadrados desde 2018 en la Task Force Toro, tienen la misión de “proporcionar transporte aéreo a las tropas de la coalición” internacional. Además del personal necesario para operar los helicópteros y mantenerlos —el mantenimiento es fundamental y uno de los aspectos que más recursos humanos requiere en las operaciones militares—, España contaba hasta ahora con instructores y personal de Estado Mayor, protección y apoyo logístico, un total de 339 efectivos sobre el terreno. A ello se suman cinco oficiales en el Cuartel General estadounidense (US CENTCOM), ubicado en Tampa (en el estado de Florida), donde se planifican las operaciones militares, se estudia la prevención de flujos de combatientes extranjeros, se intenta interrumpir las fuentes de financiación de los grupos yihadistas del Estado Islámico y se evalúa y prepara la ayuda humanitaria.
España ingresó en la coalición liderada por Estados Unidos en 2015, un año después de que el ISIS autoproclamara el Califato en Irak y Siria. Más de diez años después de haber retirado sus tropas de Irak, en 2004, volvió al país de los dos ríos para abrir un centro de adiestramiento en la base de Besmayah, que más adelante fue rebautizada como Base Gran Capitán. Desde entonces más de 16.000 soldados y 8.000 policías iraquíes han sido entrenados por las Fuerzas Armadas españolas.
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