El Gobierno quiere cerrar un pacto con Londres sobre Gibraltar en octubre

El Gobierno confía en que la negociación que mantiene con Reino Unido sobre Gibraltar dé frutos muy pronto. El presidente, Pedro Sánchez, espera que haya acuerdo en octubre, antes de concluir el pacto europeo del Brexit al que debería incorporarse un protocolo específico sobre la colonia británica. Para facilitarlo, el jefe del Ejecutivo ha excluido de la mesa negociadora la controvertida aspiración del uso conjunto del aeropuerto gibraltareño.

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“Esperamos poder alcanzar en octubre un acuerdo con Reino Unido”, ha asegurado Sánchez en la conferencia de prensa posterior a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se ha celebrado durante dos días en Salzburgo. El presidente ha explicado a sus socios comunitarios -los líderes de los otros 26 Estados miembros que permanecerán en la UE tras la salida británica- el alcance de sus discusiones con Londres sobre Gibraltar. “He encontrado el apoyo de mis socios en esto. Necesitamos un acuerdo sobre Gibraltar en octubre”, abundó. Las cuestiones pendientes constituyen, en su opinión, “flecos” que se pueden resolver de aquí a entonces. El Ejecutivo pretende que esos arreglos para paliar los desequilibrios que se dan entre el Peñón y su entorno cristalicen en un protocolo europeo, anejo al acuerdo de retirada de Reino Unido de la UE, según reveló EL PAÍS el pasado lunes.

Preguntado por un periodista británico sobre la viabilidad de esa estrategia, Sánchez se declaró optimista. “Todavía quedan algunas complicaciones, pero hay voluntad del Gobierno español y del británico para alcanzar un acuerdo en octubre”, señaló. Las complicaciones están en todos los ámbitos sujetos a esa mesa bilateral entre Madrid y Londres: cuestiones medioambientales, fiscales, de contrabando de tabaco… Aun así, el jefe del Ejecutivo quiso destacar el “enfoque constructivo” del Ejecutivo británico. Londres muestra compromiso de querer cerrar un texto pronto, aunque no ha dado garantías formales.

Sánchez eludió citar el aeropuerto, construido por Reino Unido en territorio que España no reconoce como parte de la colonia porque fue ocupado ilegalmente por el imperio británico, como elemento de discusión. Aunque los negociadores españoles mantienen este contencioso en la discusión, las escasas esperanzas de que se logre pactar en pocas semanas algo que hasta ahora ha fracasado aconsejan dejarlo para más adelante. Porque el entendimiento que España pretende lograr para Gibraltar se limita a un periodo muy breve: los 21 meses -presumiblemente- que transcurrirán entre la retirada británica de la UE (30 de marzo de 2019) y la entrada en vigor del futuro marco de relación con Londres (en principio, enero de 2021).

Sin el aeropuerto, las mejoras que persigue el Ejecutivo español se centran en fiscalidad (los bajísimos impuestos del territorio propician que se instalen allí empresas que operan principalmente en España), movilidad de los trabajadores que cruzan la verja a diario (entre 10.000 y 12.000), tabaco (las autoridades españolas detectan un elevado nivel de contrabando hacia España) y medio ambiente (España denuncia ante Bruselas diferentes incumplimientos de la legislación europea, entre otros en materia de vertidos).

Tras las palabras de Sánchez, una portavoz del Gobierno británico responde a este diario: “Seguimos teniendo discusiones constructivas con el Gobierno de Gibraltar y con nuestros socios europeos, incluida España, para abordar las implicaciones prácticas que surgen de la retirada de Reino Unido de la UE”.

La meta de octubre, pese a todo, resulta todo un reto. Tanto para el acuerdo bilateral sobre Gibraltar como para el general de la retirada británica.