El mapamundi de grafitis borrados con participación española

"La desaparición es parte del grafiti, siempre ha sido así", aseguró el artista urbano Eltono a EL PAÍS al ser preguntado por la pionera sentencia de febrero de 2018 que condenaba al dueño de un edificio de Nueva York a indemnizar a los 21 grafiteros tras derribar el inmueble con sus obras. "¡Vamos a tener que indemnizar a artistas para el resto de los tiempos, desde los vagones del metro de Nueva York hasta la línea del metro de Carabanchel!", sentenció. Ahora, y no precisamente en busca de indemnizaciones, un grupo de artistas se ha propuesto encontrar todas las pintadas callejeras que han sido borradas con el objetivo de crear un mapa mundial. 

Entre los cuatro artistas que conforman el equipo de Graffiti Removal hay un español, Jorge Isla (Huesca, 1992) que actúa como comisionado de la iniciativa. La iniciativa nació hace cuatro años, aunque Isla se ha incorporado en los últimos meses, cuando se ha creado la página web. "Yo enviaba muchas fotografías y por eso me invitaron a participar", explica Isla, que además de formar parte del comité editorial de esta propuesta es artista visual y fotógrafo. Y es que la participación de los seguidores es fundamental — en la actualidad, la cifra asciende a 10.000 y la cuenta alberga más de 1.700 publicaciones— para completar el archivo de grafitis. Las imágenes son enviadas a través de Internet por los seguidores. 

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Entre las redes sociales y el correo electrónico, unas 30 personas al día de todas partes del mundo envían sus propuestas. "Este es un proyecto colaborativo y llegaremos tan lejos como quieran los seguidores"; explica el artista oscense, que celebra que en las últimas semanas haya crecido el número de propuestas que reciben. Pero, ¿qué parámetros se siguen para aceptar o rechazar una fotografía de un grafiti borrado? "Es difícil definir las pauta que seguimos", explica Isla, "por ejemplo, si en una pared blanca el grafiti se borra con pintura negra la metemos. Demuestra que no lo quita por motivos estéticos", afirma. 

Contrariamente a lo que se pueda pensar, el equipo de Graffiti Removal no se posiciona ni a favor ni en contra de las pintadas callejeras: quieren darle un punto de vista distinto, a un tipo de arte que para muchos no existe. Isla, sin embargo, reconoce un cierto punto reivindicativo en la iniciativa: "Para que sea arte, entendemos que el pintor quiere mostrar algo, pero al borrarlo se deja una huella que es todavía más molesta que el propio grafiti". 

El mapa muestra ahora 77 grafitis borrados en España, pero son muchos más. La cuenta de Instagram tiene más de 1.700 publicaciones, pero en el mapa aparecen solo 450 de ellas. Y es que, según explica Isla, el ritmo de envíos es tan alto que hace días que no consiguen actualizar el mapa.