Dos testigos protegidos identifican al detenido Driss Oukabir como pieza clave de la célula yihadista de Ripoll
Un vecino del chalé donde los terroristas prepararon el explosivo y un camarero tumban la coartada del primer arrestado, que siempre ha negado conocer los planes para la masacre
La coartada esgrimida por Driss Oukabir, detenido por su presunta pertenencia a la célula yihadista que cometió el año pasado los atentados de Barcelona y Cambrils, ha terminado de venirse abajo este lunes. Dos testigos protegidos han aportado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu datos claves sobre el supuesto papel real jugado por Oukabir en la preparación de la masacre del pasado 17 de agosto. El detenido –uno de los tres que permanece en prisión en España por estos hechos- siempre ha negado tenido una participación activa en los mismos.
Uno de estos testigos, denominado en el sumario como A3, es un ciudadano francés que residía en la localidad de Alcanar (Tarragona), donde estaba la vivienda en la que el grupo terrorista preparó el explosivo que finalmente estalló y causó la muerte a tres de los integrantes de la célula. Según fuentes jurídicas presentes en la declaración, el testigo ha confirmado la declaración que ya prestó poco después de los atentados ante los Mossos d'Esquadra y en la que afirmó que se cruzó en varias veces ocasiones cerca de la vivienda tanto con Oukabir como con Younes Abouyaaqoub, el autor material del atropello masivo y que fue abatido días después por la policía catalana. El testigo ha detallado que vio a ambos descargando material de una furgoneta en la parte trasera del chalé y añadió que al primero, al que saludó en varias ocasiones, lo vio dormir en un colchón en el suelo de la vivienda. El testigo recalcó que a Oukabir lo veía "habitualmente" en dicho lugar cuando pasaba junto a la misma camino de la playa.
El segundo testigo protegido que incrimina al encarcelado figura en la causa como A1 y es un camarero de un bar de carretera de la C-17 situado en el término municipal de Tona, una localidad entre Ripoll y Barcelona. A1 ha asegurado al juez Andreu que sobre las ocho de la tarde del 16 de agosto -pocas horas antes de que estallara accidentalmente el explosivo que había preparado la célula yihadista y cuando varios de sus integrantes ya habían alquilado la furgoneta que iban a cargar con el mismo y que finalmente fue utilizada en el atropello- Oukabir y Abouyaaqoub llegaron por separado al bar y se sentaron en una mesa apartada. Según ha detallado, ambos mantuvieron durante la hora que estuvieron en el interior tomando "un café cortado" una actitud esquiva y dejaban de hablar cuando el camarero se acercaba, evitando "el contacto visual" con él.
El testigo protegido también ha asegurado que en la conversación -que en ningún momento pudo escuchar- era Oukabir el que llevaba la voz cantante mientras que Abouyaaqoub escuchaba, como si el primero intentara convencer a este último "de algo", según detallan las fuentes presentes en el interrogatorio. Esa actitud levantó las sospechas del camarero que ha asegurado que temió que fueran a atracar el bar ya que miraban constantemente hacia el exterior del local, en dirección al lugar donde habían aparcado la furgoneta blanca que supuso que era de ellos, aunque no vio ni su matrícula ni si tenía algún logotipo en la carrocería.
El testigo ha afirmado que ambos estuvieron durante todo el tiempo "muy nerviosos, con los ojos muy abiertos, sudorosos y tensos". También le llamó la atención que no prestaran atención a la televisión del bar, donde en aquel momento se retransmitía un partido de fútbol. El camarero ha destacado que tras el atentado, cuando se hicieron públicas las fotos de los implicados, reconoció a Oukabir y su compañero en las imágenes de televisión y por eso avisó a la Policía. El 21 de agosto del año pasado declaró ante los Mossos por ello. Este lunes, el juez ha mostrado fotografías de ambos terroristas a los dos testigos protegidos, que los han vuelto a identificar sin género de dudas.
Oukabir fue el primero presunto integrante de la célula en ser detenido. Su identidad y su fotografía se dieron a conocer la misma noche del atentado de Barcelona ya que el día anterior había alquilado a su nombre la furgoneta utilizada por los terroristas para causar 16 muertos y más de 130 heridos en La Rambla de la capital catalana. Tras trascender su identidad, se dirigió a una comisaría de los Mossos y contó la versión de que su hermano Moussa –fallecido en un tiroteo con la policía autonómica- le había robado su documentación para hacerse con el vehículo con el que se perpetró la masacre. Ni el juez ni los investigadores han dado en ningún momento credibilidad a esta versión ni a una segunda que facilitó cuando compareció en la Audiencia Nacional. Entonces, admitió haber acudido con Mohamed Hichami -otro de los muertos en el enfrentamiento con los Mossos- y Abouyaaqoub a la compañía de alquiler de vehículos, pero que creía que la furgoneta se iba a utilizar para una mudanza. Oukabir siempre ha negado haber estado en el lugar donde la célula preparó el explosivo con el que pretendían perpetrar una cadena de atentados que quedó frustrado por el accidental estallido del mismo.
Las declaraciones de ambos testigos protegidos vienen a confirmar las sospechas policiales, que siempre han considerado a Oukabir un personaje clave del comando de Ripoll. Los investigadores creen que tras la explosión de Alcanar, este se arrepintió y no siguió al resto de los yihadistas en los atentados improvisados de Barcelona y Cambrils. La hipótesis apunta a que él iba a acompañar a Abouyaaqoub en la furgoneta que recorrió a toda velocidad La Rambla. Cuando se produjo el atentado, Oukabir se encontraba en Ripoll acompañado de un ciudadano español y un cubano, que son su principal coartada.
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