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Los ministros de Exteriores e Interior de España viajan este jueves a Marruecos

Borrell y Marlaska ratificarán en Rabat la necesidad de continuar con la cooperación con ese país en plena crisis migratoria

Josep Borrell a su llegada a la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores y Defensa de la UE en Luxemburgo, este lunes. En vídeo, rueda de prensa de Borrell tras la reunión.Vídeo: EFE | EP
Javier Casqueiro

La fijación prioritaria de la política internacional del nuevo ejecutivo español presidido por Pedro Sánchez es ubicarse en una posición privilegiada en el eje central formado en la Unión Europea entre la canciller alemana Angela Merkel, con la que celebrará hoy un desayuno de trabajo en Berlín, y el presidente francés, Enmanuel Macron, con el que ya se ha visto dos veces en unos días. Pero la relación exterior más estratégica sigue siendo Marruecos, aunque aún no haya podido concretarse la primera visita tradicional a Rabat por problemas de agenda. En cualquier caso, el Gobierno de Sánchez quiere conocer de primera mano cómo está la situación sobre el terreno y este mismo jueves viajarán juntos a Rabat, algo bastante inusual, los ministros de Exteriores, José Borrell, con el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, para mantener encuentros con sus homólogos, Nasser Bourita y Abdeluafi Laftit, respectivamente. En La Moncloa trabajan, además, para que el viaje oficial del presidente Sánchez para ver al rey Mohamed VI y al jefe de Gobierno, Saad Eddine El Othmani, se celebre “cuanto antes” y si es posible en este verano.

Los desplazamientos, entrevistas y encuentros entre los ministros españoles y marroquíes son frecuentes desde hace unos años y las relaciones se cuidan especialmente, en particular entre los responsables de los departamentos de Exteriores y del Interior, por los conflictos migratorios y la lucha antiterrorista. Es menos habitual que esas sesiones se programen al mismo tiempo, como la de este jueves. La agenda prevista coincidirá, además, con una nueva oleada de llegadas de cayucos de inmigrantes a las costas de Cádiz e incluso a Canarias, algo que no sucedía desde hacía años.

En el Gobierno y en el equipo internacional de Sánchez desligan totalmente esta nueva avalancha de inmigrantes sobre el Estrecho de cualquier tipo de fricción política o institucional con Marruecos ni tampoco con algún malestar en la Casa Real marroquí por el hecho de que por primera vez un presidente español no haya cumplido la tradición de estrenarse con sus viajes a Rabat para ver al monarca alauí. Sánchez habló con el primer ministro marroquí y le explicó sus necesidades y urgencias en la agenda europea, con varias cumbres convocadas y en La Moncloa sostienen que esos argumentos fueron completamente entendidos. La tesis que se defiende es que en el caso de una España totalmente integrada en pleno siglo XXI en la Unión Europea “hay que separar ya los viajes al exterior de los viajes al extranjero y en ese sentido viajar a la UE no es viajar fuera de España”.

Sánchez quiere ver a Obama el 6 de julio en Madrid

J. C., Madrid

El expresidente de Estados Unidos Barack Obama tiene programado un viaje a Madrid el 5 de julio para participar en una cumbre sobre Economía Circular e Innovación, organizada por la Fundación Advanced Leadership, con sede en Washington, y que este año se celebrará en la capital española el 6 de julio. En ese evento se prevé que participen unos 1.000 dirigentes de empresas nacionales, europeas y también de distintos gobiernos e instituciones, así como varios premios nobel de economía, física y medicina. Aprovechando ese evento en La Moncloa se han puesto en contacto con la oficina del expresidente norteamericano para cerrar un encuentro con el presidente Pedro Sánchez. La cita aún no está cerrada. Obama quería aprovechar el desplazamiento para trasladarse también a una cita climática en Oporto. El primer saludo de Sánchez con el actual presidente de EEUU, Donald Trump, se producirá los días 11 y 12 de julio en Bruselas en una reunión de la OTAN.

La agenda asumida del anterior presidente, las cumbres programadas y la crisis actual con los migrantes han obligado a priorizar como algo “lógico y que ha sido comprendido en Marruecos” los contactos en Europa. El inminente desplazamiento de Borrell y Marlaska a Rabat servirá para ratificar la importancia de esas relaciones bilaterales, para refrendar la continuidad en los programas de cooperación y ayuda al desarrollo que tan bien han funcionado hasta ahora y que la UE quiere copiar en otros lugares; y para sondear en directo las posibilidades de un traslado “cuanto antes” de Sánchez para entrevistarse con el rey marroquí, que hasta ahora no estaba en su país.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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