El PSOE endurece la crítica al secesionismo con el aval del PSC

Quim Torra es un “racista” al frente de la Generalitat y un “xenófobo”. Es “el Le Pen español” y “su pensamiento es el mismo que el de VOX”, formación ultraderechista. Estas son algunas de las consideraciones que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha realizado en los últimos días, al tiempo que ha propuesto tres reformas legales para estrechar el cerco del Estado contra el secesionismo. El PSC permanecía hasta ahora callado con ese endurecimiento del discurso, pero el secretario de organización del partido, Salvador Illa, avaló ayer sin reparos las críticas del líder del socialismo español y resaltó la “sintonía” entre ambos partidos.

“Decir las cosas siempre ayuda”, dijo Illa, quien restó importancia a alguna crítica que ya ha recibido Pedro Sánchez del socialismo catalán, como la del alcalde socialista de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, quien aseguró que esas declaraciones rompen opciones de diálogo y alejan la "seducción". Illa, sin embargo, insistió en que “Los textos de Torra son racistas y supremacistas y queremos que su actuación como presidente lo desmientan”. Sin embargo, añadió, sus primeras actuaciones no van en la dirección de “un gobierno efectivo y diálogo que es lo que necesita Cataluña”.

El dirigente del PSC se refirió así a “la toma de posesión semiclandestina” de Torra del pasado día 17, a la que solo acudieron sus familiares, así como a los nombramientos de cuatro consejeros que no podrán ejercer el cargo, porque dos están en la cárcel y otros dos huidos en Bruselas.

Asumir las críticas

El endurecimiento considerable del discurso del PSOE contra el secesionismo desde la elección de Torra podría haber provocado en otros tiempos el distanciamiento del PSOE, pero en esta ocasión el partido de Miquel Iceta ha evitado el desmarque de la estrategia de Pedro Sánchez, aunque eso le pueda generar algunas críticas en Cataluña de las formaciones independentistas y los comunes.

En concreto Sánchez ha sido criticado por el ejemplo improvisado que puso anteayer de sancionar a Torra si gobernaba con discriminación hacia los catalanes, cuando resulta que el Parlament aprobó el pasado mes de junio una ley que garantizaba el acceso sanitario universal con fondos de la Generalitat, que quedó suspendida por el recurso del Gobierno.

En la dirección del PSOE se ha abierto paso la reflexión de que en un momento en el que se han armado dos posiciones totalmente enfrentadas —la del secesionismo y la que representa Ciudadanos en el otro polo del nacionalismo español— no tiene sentido quedarse en medio en una posición buenista. Pero además, al partido se encuentra cómodo en una la posición de crítica al racismo y la xenofobia, porque entronca con la historia del socialismo. Y el perfil tan extremo de Torra, que ha "quitado la careta" al independentismo, en palabras de Sánchez, facilita esa postura beligerante que también es beneficiosa electoralmente para el PSOE sobre todo en su disputa con Ciudadanos.