El ‘pequeño Nicolás’ pide perdón al CNI y alega trastorno de la personalidad
El organismo se querelló contra el joven después de que este dijera que le habían pinchado el teléfono
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido popularmente como el pequeño Nicolás, ha pedido este martes perdón ante el Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid por injuriar a las instituciones españolas y al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) después de que la Abogacía del Estado, en su alegato final en el juicio que se celebra por un delito de calumnias, exigiera respeto al trabajo que realizan la Policía Nacional y los servicios secretos españoles. El CNI se querelló contra el joven hace cuatro años, después de que este asegurara en dos entrevistas que el organismo le mantuvo "pinchado ilegalmente el teléfono durante dos meses" y asegurara que le constaba que los servicios secretos intervenían comunicaciones de forma ilegal, incluidas las de uno de los periodistas que le estaban entrevistando. Este martes, Gómez Iglesias ha alegado trastorno de la personalidad.
Se trata de la segunda ocasión que se celebra el juicio contra el pequeño Nicolás por calumnias al CNI en dos entrevistas, una de ellas al diario El Mundo y otra en un programa de Telecinco. En 2016, se le condenó a una multa de 4.330 euros por estas afirmaciones, pero la Audiencia Provincial de Madrid ordenó repetir el juicio al no haberse citado al excomisario Eugenio Pino, un testimonio que sus anteriores abogados consideraban clave para la defensa de su cliente. Sin embargo, este martes su nueva letrada ha renunciado al mismo.
En su declaración, Francisco Nicolás se ha acogido a su derecho a no declarar, alegando que así se lo recomendaba su médico. Pero tras escuchar el contundente alegado del letrado de la Abogacía del Estado en defensa del trabajo de las instituciones españolas, el acusado ha querido pedir perdón si alguna vez ha podido injuriar a algún organismo del Estado. "Vengo de familia militar por parte de madre, y de rangos muy superiores en el Ministerio de Defensa. Me han inculcado el respeto a las instituciones y, si alguna vez he dicho algo que haya podido injuriar, pido perdón y me retracto. Lo último que quisiera hacer es injuriar a los organismos españoles. No tengo problema en retractarme", ha dicho.
El juicio se reanudaba este martes después de que en la primera sesión, celebrada el pasado 31 de enero, la defensa del joven presentara un informe en el que alegaba trastornos mentales para reclamar su inimputabilidad ante la Justicia. Hoy los peritos de la Clínica Forense de los juzgados de Plaza de Castilla han determinado que sufre un trastorno mixto de personalidad narcisista de carácter grave, algo que a su juicio distorsiona la realidad y su capacidad de comprender las acciones que lleva a cabo.
"Tiene una percepción de la realidad distorsionada. Las circunstancias y las personas que le rodeaban entonces agravaban ese trastorno. Su capacidad de valorar la realidad está muy limitada", ha afirmado uno de los médicos forenses, quien ha insistido en que tiene una necesidad "muy importante" de creerse más de lo que es. A pesar de la pericial, la fiscal ha mantenido su petición de multa de 5.400 euros al considerar que era consciente del delito que cometía con las afirmaciones acerca de que el CNI pincha ilegalmente el teléfono a los ciudadanos. A su juicio, el trastorno que sufre no le exime de responsabilidad penal. Por ello, ha reclamado una sentencia condenatoria.
Adhiriéndose al informe del fiscal, el abogado del Estado ha criticado que el pequeño Nicolás quisiera vilipendiar con sus manifestaciones a los servicios secretos españoles y a la Policía Nacional, recordando que el joven puso al comisario de la Policía Nacional Martín Blas en el centro de la supuesta trama que operaba en su contra.
"Lo que dijo tenía mucha relevancia. Suponía desconocer cómo se realizan las interceptaciones de las grabaciones telefónicas, algo que controla un magistrado del Tribunal Supremo. Todo lo que dijo este señor era mentira. Este tipo penal exige un respeto para quieres arriesgan su vida por los españoles", ha espetado. Además, ha querido dejar claro que con sus injurias, Francisco Nicolás obtuvo un beneficio económico, y que pasó de ser un desconocido a un personaje conocido que pudo participar en el programa Gran Hermano Vip, donde ganó 228.571 euros. "No lo hizo de forma jocosa, sino con ánimo de lucro", ha denunciado. Por ello, ha exigido al magistrado Juan Bautista que con su sentencia sea "contundente" para evitar que cualquier persona pueda hacerse famosa a consta de desacreditar a las instituciones del Estado.
En cuanto a su petición, ha solicitado que se le condene a una multa 108.000 euros, a razón de nueve meses con cuota diaria de 400 euros —la máxima cantidad que contempla la ley—, o de forma subsidiaria si el juez aplica una atenuante por alteración psicología, lo que le rebajaría un grado, 72.000 euros. La abogada del joven ha solicitado que se le exima de responsabilidad penal al considerar que se le tiene que aplicar una eximente completa de enajenación penal, un trastorno que le alteró su capacidad de comprender la licitud de las acciones que llevaba a cabo.
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