PSOE y PSC se conjuran para mantener la unidad, pese a sus diferencias por el ‘procés’

Desde que se creó el PSC hace ya casi 40 años, su relación con el PSOE siempre ha estado jalonada de discrepancias, pero ambas direcciones coinciden en que ahora goza de buena salud. Miquel Iceta habla a diario con Pedro Sánchez y en la decisión más trascendental hasta la fecha por causa de la crisis política catalana, la aplicación del artículo 155, ambas direcciones fueron de la mano, al margen de que provocara la dimisión de Núria Parlon de la ejecutiva del PSOE y de algunos alcaldes socialistas catalanes, como el de Terrassa.

Pese a esa sintonía en la relación y el diagnóstico de que la apuesta independentista ha fracasado y de que la solución pasa por una reforma constitucional, los discursos políticos del PSOE y el PSC no solo no coinciden en algunas ocasiones, sino que ambos partidos han mantenido posiciones diferenciadas durante los meses del desafío secesionista. Así, Ferraz ha defendido el procesamiento de los líderes del procés acordado por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, mientras la dirección del PSC ha calificado de “desproporcionadas” las órdenes de prisión que se han venido dictando en este tiempo. Sucedió también el día del referéndum ilegal del 1 de octubre, cuando el PSC exigió a media mañana que se acabasen las cargas policiales a las puertas de los colegios, mientras el PSOE prefirió guardar silencio y después anunció una reprobación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que terminó por retirar.

Ante el gobierno de concentración que propuso Iceta esta pasada semana, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos, manifestaron tajantes que en todo caso el PSC no haría president a ningún independentista. Los socialistas catalanes recuerdan que ya se comprometieron en campaña a que eso no pasaría, y que lo que proponían era un gobierno con todos los partidos.

Iceta habló con Sánchez después de que se conociera esa propuesta, no antes, y el líder del PSOE le expresó sus dudas por considerarla inviable y porque se interpretara que esconde una voluntad de acuerdo con los independentistas, según explicó el propio líder del PSC en una entrevista en EL PAÍS. A pesar de ello, Iceta la planteó con la confianza en que si en ese hipotético gobierno estuviera Ciudadanos y el PP, el PSOE no podría negarse, aun siendo consciente en todo caso de que su idea es “imposible” con el clima político actual en Cataluña.

En la última semana, además, el día que Ábalos cargaba contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, por su discurso institucional en favor de los líderes independentistas encarcelados, que calificó de “delirante” y propio de “una ideología totalitaria”, el PSC votó en la Cámara en contra de una propuesta de Ciudadanos que reclamaba la dimisión de Torrent.

Dimisión de Torrent

El PSOE y el PSC hablan en ocasiones a electorados distintos, pero su discurso se ha diferenciado más en las últimas semanas, cuando el del PSOE se ha endurecido contra el separatismo y el del PSC sigue pidiendo superar los bloques. El propio Sánchez, a través de Twitter, ha contrapuesto la izquierda, “europeísta, progresista e integradora”, con el independentismo, “excluyente y aislacionista”.

Desde el PSC se resta importancia a esas discrepancias, que seguirán persistiendo: “Sánchez es consciente de la dificultad de la situación catalana y de que puede ir a peor y el PSC seguirá haciendo propuestas con sentido de Estado y generosidad, aunque otros se sientan más cómodos en el enfrentamiento”, dice un dirigente. En la dirección federal del PSOE también se resta valor a las disensiones, aunque algunas fuentes de la ejecutiva defienden que en Cataluña hace falta ahora “más PSOE”. El PSC responde que es un partido soberano y que seguirá reclamando la “reconciliación” de los catalanes.