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Las mujeres exigen medidas urgentes tras el éxito del 8 de Marzo

Reunión del Consejo de Ministros presidido por Mariano Rajoy con el nuevo mimistro de Economía.Foto: atlas | Vídeo: Jaime Villanueva | ATLAS
Pilar Álvarez

Al 8-M le siguió el 9 de marzo. Y las demandas seguían ahí después de una protesta de mujeres que desbordó las calles de España. "No nos valen gestos y promesas", reclama Justa Montero, feminista e integrante de la Comisión 8-M, organizadora de la movilización. Piden cambios inmediatos y urgentes como librar los 200 millones comprometidos para el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, llevar la educación en igualdad a las aulas o revisar el acoso en la universidad. Reclaman, además, un compromiso social "para cambiar los comportamientos machistas en el ámbito privado y en la familia".

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“Nos tenemos que felicitar todas las mujeres que hemos participado de una forma u otra”. Montero, feminista de 62 años, no daba abasto este viernes para responder a los medios de comunicación tras las imágenes de una huelga inédita y exclusiva de España que han dado la vuelta al mundo. El 9 de marzo, agotadas tras un año de preparativos, se centraron en los medios nacionales para hacer balance y reclamar que se pongan en marcha una lista de reivindicaciones con la que persigue dar un giro social y combatir la brecha salarial, el acoso a la mujer, la violencia machista o el ninguneo que sufren.

“Hay medidas que se pueden poner en marcha ya”, asegura Montero, representante de la Comisión 8-M en Madrid. Y enumera una lista variada. Para empezar, que el Gobierno apruebe los primeros 200 millones para el Pacto de Estado contra la Violencia Machista, ratificado por las comunidades autónomas a finales de 2017 y para el que habían comprometido la primera partida económica en el primer trimestre del año. Además, solicita revisar la brecha de género en las pensiones o cambios en la Ley de Dependencia para garantizar recursos y servicios “que descargue a las mujeres que son las que mayoritariamente se dedican al cuidado”.

En los Presupuestos de 2017 se preveían 100 millones de euros para Dependencia de los que el Gobierno ha dejado sin desembolsar 44, según datos de ejecución presupuestaria revelados recientemente por este periódico, pese a que la lista de espera supera las 300.000 personas.

Las feministas piden también al Gobierno que ratifique el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que mejora la situación de las empleadas domésticas —un sector con un 98% de mujeres— o que se implante la educación en igualdad que ya recogía la Ley de Igualdad de 2007.

“En los programas de las asignaturas nunca aparecen las mujeres. Creces con la sensación de que no vas a ser igual de buena que un hombre”, señala Carmen Blanco, otra integrante de la Comisión. Tiene 20 años y una revindicación concreta: “Como estudiante quiero el fin del acoso en la universidad”. Solicita que se cuente con las alumnas a la hora de elaborar los protocolos para detectar y combatir el acoso sexual en las aulas. “Queremos un enfoque más amplio de educación sexual, que sea feminista, que hable del consentimiento, que enseñe a los hombres que no es no y el silencio no es necesariamente un sí”, añade.

Habrá también reuniones para evaluar el éxito de la protesta, gestada durante un año. En Madrid, ha habido reuniones cada día 8 del mes, más de 200 encuentros en barrios y 80 concentraciones. Se convocaron dos reuniones estatales, en Elche y en Zaragoza. De este último, celebrado el 14 de enero, salió el manifiesto general de la convocatoria. Y el lema: “Si nosotras paramos, se para el mundo”.

Fueron las más jóvenes las que plantearon convocar una huelga laboral de 24 horas a la que sumar la de cuidados, la de consumo y la de estudiantes. La idea prendió en la manifestación de 2017, que con 40.000 asistentes que señaló la Subdelegación de Gobierno de Madrid —cuatro veces menos que los 170.000 de la cifra oficial de este año— supuso ya un salto cuantitativo en participación. “Ese día fui a buscar banderas con tres amigas al coche, nos miramos y dijimos: ‘El año que viene a por la huelga general”, recuerda Carlota Álvarez, de 23 años, becaria de la Universidad Complutense e integrante de la Comisón.

El seguimiento de la huelga de 24 horas fue desigual y casi inexistente en algunos sectores, mientras la movilización convocada por los sindicatos mayoritarios (CC OO y UGT) fue secundada por seis millones de personas, según datos de las centrales. Julia Cámara, de 26 años, cree que la convocatoria de huelga de 24 horas a la que dieron cobertura las centrales minoritarias (CGT y CNT) “mereció la pena” pese al reducido seguimiento, explica esta activista que forma parte de la Comisión en Zaragoza, en paro tras estudiar un grado universitario y un máster en Historia Contemporánea. “Por un lado visibilizas lo que veníamos diciendo, que hay muchas mujeres que por su condición no pueden ejercer su derecho a una huelga. Para ellas hubo otras medidas como la huelga de cuidados”, señala Cámara. “No han sabido leer el momento en el que nos encontramos y han sembrado un factor de confusión”, critica.

Los teléfonos de las distintas integrantes de la Comisión 8M no dejaron de sonar, pero no hubo llamadas del Gobierno. Quienes sí las tuvieron —y probablemente tengan una cita con el presidente del Ejecutivo cuya fecha se concretará tras Semana Santa— son las kellys (camareras de hotel), un colectivo profundamente feminizado y precario.

Rajoy se comprometió a reunirse con ellas tras descolgarse de la “huelga a la japonesa” que habían propuesto la ministra Isabel García Tejerina y la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes. “A ver qué nos dice”, señalaba este viernes Ángela Muñoz, representante del colectivo en Madrid. “Nuestras propuestas son claras: queremos que modifiquen el Estatuto de los Trabajadores para que, dentro de la dureza, podamos tener un trabajo digno y salarios decentes".

UGT y CC OO valoran una huelga de 24 horas para 2019

La huelga “ha sido un éxito”, valoraban este viernes las responsables de Igualdad de los sindicatos mayoritarios, Elena Blasco (CC OO) y Cristina Antoñanzas (UGT). “Ojalá el Gobierno reaccione y no niegue la realidad”, pide Blasco. “Esperamos que el Gobierno y los empresarios se pongan ya a negociar temas que están encima de la mesa y sobre los que no han tenido la dignidad de hablar en dos años”, añade Antoñanzas. Ambas centrales convocaron paros de dos horas por turno para hombre y mujeres, frente a la demanda de colectivos feministas, que pedían su respaldo para una protesta de 24 horas que implicara solo a las mujeres, por lo que han recibido críticas. De cara al año que vienen, no obstante, no descartan la huelga completa: “Si la situación continúa así, se haría si fuese necesario”, dice la responsable de CC OO. “Si las cosas no cambian, para 2019 habrá que plantearse otras cuestiones. No sé si una huelga pero habrá que ser más contundente”, añade la de UGT.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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