Récord: 30.890 kilos de cocaína y 440 kilos de heroína en lo que va de año

Un barco procedente de Long Beach (Estados Unidos) y cargado de almendras fue el camuflaje elegido por los narcotraficantes para esconder los últimos 520 kilos de cocaína intervenidos por la Policía este año en España. La embarcación había realizado varias escalas en diferentes países sudamericanos antes de llegar al puerto de Valencia, donde fue descubierta en una operación policial conjunta de Policía Nacional, Guardia Civil y Agencia Tributaria. Se trata del tercer gran golpe contra el narcotráfico en España en tan solo 15 días.

Esta incautación, que se encargó de presentar el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en Valencia, se suma a las llevadas a cabo en los últimos días por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con funcionarios de la Agencia Tributaria, en Barcelona y Algeciras, donde se aprehendieron 331 kilos de heroína y casi 6 toneladas de cocaína, respectivamente.

Zoido resaltó la “eficaz” labor policial que este año ha permitido incautar 30.890 kilos de cocaína (un 104% más que el año pasado) y 440 kilos de heroína (un 88,8% más), un “dato excepcional” al que se añade, según datos facilitados por el ministro, la aprehensión durante 2017 de 16.531 kilos de marihuana (un 57,7% más) y 815.924 plantas de cannabis (un 49,43% más).

36 millones de euros de polvo blanco

En este caso, la aprehensión de los 520 kilos de cocaína conllevó más de un año de investigaciones en las que se inspeccionaron más de 800 contenedores y se analizaron los movimientos de diferentes empresas que realizaban envíos desde varios puertos de Latinoamérica. El valor de mercado de la cocaína pura intervenida en esta operación podría alcanzar los 18 millones de euros, que se podría duplicar una vez puesta en el mercado.

El ministro felicitó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los funcionarios de la Agencia Tributaria y Vigilancia Aduanera por su eficaz trabajo contra el narcotráfico que ha permitido este año obtener una cifras récord con respecto a 2016 y que ha supuesto “un duro golpe para las organizaciones y redes de narcotraficantes que operan en nuestro país”. “Hay que tener en cuenta —señaló el ministro— que la retirada de las calles de tantos kilos de droga impide que muchas personas la consuman, y por lo tanto evita los riesgos que supone tanto para sus propias vidas como para los demás”.