La policía se incauta de más de 330 kilos de heroína en el puerto de Barcelona

La Policía Nacional intervino este martes por la mañana más de 330 kilos de heroína en el Puerto de Barcelona, según fuentes policiales consultadas por EL PAÍS. La cifra es la mayor aprehensión de este tipo de droga en España, según esas mismas fuentes. Solo dos intervenciones, de los últimos años, se han acercado: 316 kilos intervenidos en Sitges en 2008, y los 319 intervenidos en 1999 en Alcalá de Henares (Madrid), en lo que se bautizó como la mayor aprehensión de heroína en Europa. En la operación también intervino Vigilancia Aduanera.

La droga viajaba oculta en diversos contenedores procedentes de Turquía, cargados de palés de cemento, según fuentes policiales. Parte de la heroína viajaba en el interior de sacos, que se han pesado y se les aplicado el reactivo, que ha dado positivo en heroína. En los próximos días, las muestras se enviarán al Instituto Nacional de Toxicología para determinar su pureza. A última hora, los agentes seguían trabajando en el puerto catalán.

La investigación, llevada a cabo por el Grupo III de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado en Cataluña, junto con la comisaría de Hospitalet y Vigilancia Aduanera, no ha sido muy larga en el tiempo. Hasta el momento, no ha trascendido que haya detenidos. Todavía no está claro si el destino último de la droga era únicamente España o si debía viajar hacia otro lugar, según fuentes policiales. El barco seguía su ruta hacia Valencia, según otras fuentes consultadas.

La última gran entrada de heroína en Cataluña vino a bordo de un velero, que amarró en el puerto deportivo de Sitges. Entonces los agentes de la Policía Nacional se incautaron de 316 kilos de este tipo de droga, repartidos en 633 paquetes, que estaban ya listos para salir de la ciudad en una furgoneta. En aquel caso fueron arrestadas cinco personas. Una de ellas, Sadullah U., era un ciudadano de origen turco y nacionalidad holandesa que ya había sido arrestado con anterioridad por traficar con heroína.

Este año ha habido un goteo de aprehensiones de heroína. Uno de los mayores alijos fue en agosto, en Pontevedra, donde la Policía y la Agencia Tributaria se hicieron con un alijo de 65 kilos de esta droga y detuvieron a 11 personas. En esta comunidad autónoma, se ha dado un repunte del tráfico de este tipo de droga, que está desplazando al resto de sustancias estupefacientes.

Las estadísticas de aprehensiones de drogas del último lustro no superan los 300 kilos de heroína al año (253 kilos en 2016, 256 en 2015, 244 en 2014, 291 en 2013, 282 en 2012). La cantidad intervenida en el puerto supera todas ellas. Las cifras señalan cierta estabilidad en las aprehensiones desde 2012. Sí hubo un repunte en el año 2008 (546 kilos), con el alijo de Sitges, y en 2011, cuando se aprehendieron en total 413 kilos.

Un punto y aparte es el año 1999, cuando la desarticulación de un grupo dedicado al tráfico de este tipo de droga disparó las estadísticas. En total, a la organización se le intervinieron en diferentes fases más de 450 kilos de heroína proviniente de Turquía. La mayor de ellas, de 319 kilos, en Alcalá de Henares.

Ningún indicador de las autoridades sanitarias demuestra que haya un repunte en el número de consumidores de heroína, que causó estragos en los años ochenta. Pero sí es cierto que en el barrio del Raval de Barcelona se vive una situación compleja en los últimos meses.

Desde septiembre de 2016, los narcopisos se han convertido en un problema en sus calles. Decenas de viviendas han sido ocupadas y convertidas en supermercados de la droga. Los Mossos y la Guardia Urbana han llevado a cabo diversas operaciones para lograr poner fin a una realidad difícil, que exaspera a los vecinos. Cada nueva ocupación de una vivienda, es un nuevo conflicto enquistado al que duras penas se le puede poner solución. Los lugareños se han organizado para afrontar el problema de manera conjunta.