ETA insta a la sociedad vasca a presionar por el acercamiento de los presos
La banda terrorista busca un modelo de movilización como el que precedió a la entrega de las armas
La banda terrorista ETA no se disuelve de momento, solo se quita tareas. En un comunicado hecho público en el diario Gara asegura que ya no dirige la acción de los presos y de hecho cede a sus interlocutores, David Pla e Iratxe Sorzabal, al propio colectivo de presos agrupado en torno a las siglas EPPK, para que les represente. Sin embargo, no dice nada de su disolución, que los expertos han ido retrasando a medida que la dirección etarra ha ido mandando comunicados sin la esperada decisión. El nuevo plazo con el que se especula es a principios de 2018.
A la vista de que el proceso de desarme generó notoriedad gracias al compromiso de diversos colectivos sociales y políticos, ETA quiere hacer lo mismo con el acercamiento de los presos. A una semana de la manifestación convocada por los denominados artesanos de la paz en París en favor de "los derechos" de los reclusos de la banda, destaca en el último comunicado fechado el 23 de noviembre que su vuelta "a casa se ha convertido en un reto en Euskal Herria".
En su análisis, la banda apunta en esa dirección que ciertos agentes, instituciones y representantes institucionales "están mostrando su compromiso para que los derechos de los presos sean respetados". Por ello, cree que "el reto de traer a casa a los presos vascos se ha convertido en reto de Euskal Herria", y será uno de los "grandes desafíos" en los próximos meses y años. ETA señala que, mientras "en su agenda de resolución del conflicto" contemplaba "un hipotético proceso de resolución", la opción de que "la sociedad civil, los sectores populares y la instituciones vigentes en Euskal Herria hagan suya esta agenda, le daría a este reto una dimensión mayor".
ETA asegura que ha "interiorizado totalmente" que los presos de la banda "están unidos a este colectivo, que comparten el proyecto político de la izquierda abertzale y que, desde esa perspectiva, harán su aportación al proyecto popular, nacional y de Estado de Euskal Herria". En este sentido, no hace ninguna alusión a los críticos de Sortu agrupados en torno a ATA, que acusan a su principal dirigente, Arnaldo Otegi de haber "claudicado" en la lucha en favor de la "amnistía".
PNV, PSE, PP y Podemos consideran un error el comunicado de ETA y creen, con matices que aunque se pueda modificar la política penitenciaria, los principales movimientos los tienen que hacer ETA, los presos y la izquierda abertzale. En un programa de radio en el que han analizado el comunicado, Joseba Egibar ha mantenido que la situación de los presos de ETA "no afecta" a la ciudadanía en general sino a los partidos políticos y ha emplazado a ETA a dar pasos y al PP a modificar la política penitenciaria después de seis años sin violencia.
El parlamentario vasco de Podemos, Lander Martínez, ha coincidido en que existe un consenso sobre el acercamiento, pero ha matizado que ETA también debe disolverse y "dar muchos pasos" para facilitar la convivencia en Euskadi. Por parte del PSE-EE, Eneko Andueza ha considerado que el comunicado de ETA "no tiene ni pies ni cabeza" y le ha pedido que "asuma su responsabilidad con los presos: les prometieron una amnistía que no va a llegar nunca". Laura Garrido, del PP, ha manifestado que para modificar la política penitenciaria sobre los presos de ETA "se exigen dos premisas que ahora no se dan: la disolución de la banda y el reconocimiento del daño causado". Solo Iker Casanova, de EH Bildu, ha opinado que existe un "consenso" sobre los presos de ETA para acercarles a sus lugares de residencia y excarcelar a los enfermos.
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