_
_
_
_
_

Cifran en el 75% la respuesta a la huelga general del personal en el exterior

Los sindicatos ven obligado que el Gobierno negocie una subida media salarial del 25%

Javier Casqueiro
El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, en el Congreso, este octubre.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, en el Congreso, este octubre.J. J. Guillén (EFE)

El sindicato CSIF, el más representativo en las administraciones públicas, ha cifrado este lunes en un 75% el nivel de seguimiento de la primera huelga general convocada entre los 7.000 contratados laborales que cubren todo tipo de servicios en el exterior de España. Los representantes sindicales consideran esa respuesta un éxito, ante la dificultad de organizar y coordinar un paro de esas dimensiones en todas las embajadas, consulados, oficinas comerciales, centros del Instituto Cervantes y otros departamentos de España en todo el mundo. Y ahora exigen como "un clamor" al Gobierno que se siente a negociar la demanda de una subida media salarial del 25% para este ejercicio, tras mantener los sueldos congelados desde 2009, o amenzan con más protestas similares.

Más información
Las otras Bruselas
El español Fernando Arias será el nuevo director general de la OPAQ

Los más de 7.000 contratados laborales por distintos departamentos de la Administración estatal española en el exterior (desde embajadas a consulados, oficinas comerciales o centros del Instituto Cervantes) estaban citados este lunes a la huelga general por primera vez en su historia con el objetivo de paralizar la actividad de esos servicios. El Ministerio de Asuntos Exteriores, que concentra el 40% de esos empleados, decretó un 25% de servicios mínimos y aún no ha ofrecido su versión de cómo ha evolucionado esta jornada.

Los sindicatos convocantes del paro, CSIF, CCOO y UGT, reclaman con esta huelga fundamentalmente una subida media salarial del 25% tras constatar que ese personal lleva ya ocho años con sus sueldos congelados y padecen en algunos de sus países de destino inflaciones desbocadas. El Gobierno reconoce el problema pero sostiene que los salarios nunca se han bajado pese a la crisis y se pasa la patata caliente del conflicto entre distintos departamentos.

En la plataforma sindical se plantea un incremento mínimo del 25% como medida de choque para 2017 y alzas adicionales del 10% para 2018 y 2019 y la apertura de una negociación para solucionar los casos más graves.

Los sindicatos estiman que la inflación mundial agregada durante los nueve años de congelación salarial ha superado ya el 25% de media. En algunos países, además, los procesos inflacionarios, a pesar de la devaluación de las monedas, ha sido superior y los representantes sindicales citan especialmente los casos más sangrantes de Argentina y Australia. En muchos de esos países la inflación galopante y las fluctuaciones cambiarias han hecho que hayan perdido un 40% de poder adquisitivo, o hasta el 65% en el caso de los trabajadores de las oficinas técnicas de cooperación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Mejora de las condiciones laborales

La recuperación salarial es el punto más caliente y conflictivo aunque se menciona también que sería necesario mejorar los procesos de contratación, las condiciones laborales y los planes de pensiones y su relación con la Seguridad Social.

En el servicio exterior de España hay, en resumen, dos tipos de personal. Los funcionarios desplazados por los distintos Ministerios (normalmente de los cuerpos de élite de la Administración y bien retribuidos) y el personal contratado en el terreno y el local. La huelga y las reivindicaciones están dirigidas sobre todo a estos últimos. Es lo que se conoce como la clase media de la administración exterior del Estado y no tienen un convenio colectivo específico por el que regirse. Los sindicatos calculan que un 60% de los afectados por esta situación son españoles y el resto personal local de cada país.

La mayoría de esos 7.000 trabajadores, unos 5.000, dependen en principio del Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero hay también personal adscrito al Ministerio de Economía, al de Empleo, al de Presidencia y a Defensa. Los representantes de los trabajadores han establecido desde hace tiempo una negociación para actualizar su situación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, en una mesa con la comisión técnica del personal laboral en el exterior, pero sin apenas resultados. En la última convocatoria celebrada, antes del verano en junio, los sindicatos reclamaron la revisión salarial paralizada desde 2009, unas elecciones sindicales como requiere la Unión Europea y una adecuación del reglamento europeo para el pago de las pensiones. Exteriores recurrió para ganar tiempo al argumento de que la dirección general de la Función Pública, dependiente del Ministerio de Hacienda, debía pronunciarse y no se ha resuelto el conflicto.

La ley de Acción del Servicio Exterior de 2014 solo especifica que "el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas determinará y, en su caso, actualizará las retribuciones del personal laboral en el exterior de acuerdo con las circunstancias específica de cada país". Y eso es lo que figura en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 y no hay mucho optimismo ante el bloqueo en la negociación presupuestaria para 2017 y 2018.

El planteamiento de la huelga fijada para empezar este lunes a las seis de la mañana y hasta las nueve de la noche es general, en todos los departamentos y para todo el personal, pero hay peculiaridades y países con una problemática más grave que se citan en primer lugar. Son los casos, sobre todo, de Argentina y Australia, que han padecido una inflación descontrolada y cuyo personal exterior de España ya ha convocado varias huelgas y paros parciales.

Los primeros en ponerse en huelga fueron, en la pasada primavera, los trabajadores españoles en Argentina, país con la mayor colonia española (400.000 personas) y con unos 200 contratados laborales y donde la inflación ha llegado a límites del 45%.

35 días de huelga en Sidney

En el consulado de Sidney se llegó a paralizar la actividad durante 35 días porque hay personal que cobra entre 2.400 y 2.700 dolares australianos y tienen que vivir a las afueras de la capital porque no pueden afrontar los alquileres al ganar sueldos por debajo del salario mínimo (fijado allí sobre los 700 dólares a la semana).

Los ocho trabajadores de ese consulado han conseguido el interés del Defensor del Pueblo en España, que ha preguntado por el asunto a la Secretaría de Estado de Exteriores. Los sindicatos aseguran que en Australia la inflación acumulada desde 2009 es del 20% y los sueldos allí han subido un 25% en general y un 36,4% en el sector público. Ellos tienen la paga congelada desde entonces. Exteriores está buscando una salida urgente para este caso.

En Marruecos, donde se sitúa una de las embajadas con más personal de España en el exterior y con múltiples intereses bilaterales, hay personal trabajando en hospital españoles por entre 300 y 500 euros y un auxiliar administrativo con el dominio de varios idiomas y que lleva un tema tan conflictivo como las licencias de pesca de los barcos españoles que gana 1.400 euros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_