Residentes virtuales y una criptomoneda
Los líderes secesionistas catalanes se inspiran en la fórmula de Estonia
Los líderes independentistas catalanes se han marcado como objetivo que su hipotética nueva república emule a Estonia no sólo en su avanzado modelo de Administración digital sino también en el modo en el que concede la residencia a personas extranjeras y sus planes de tener una criptodivisa. El programa de E-residencia de Estonia (1,3 milones de habitantes) otorga el derecho de establecimiento dentro de la UE, una iniciativa a la que se han adherido más de 20.000 personas y empresas de 143 países.
El programa ha hecho que ese país opere sin tener que conceder visas ni grandes tramites burocráticos gracias a que su infraestructura digital puede acoger a una gran cantidad de residentes virtuales, registrados a través de Internet. El Gobierno estonio, que ocupa desde julio la presidencia de turno de la UE, pretende llegar a contar con 10 millones de “E-estonios” en un futuro.
Para lograr ser una nación totalmente descentralizada y autónoma en Internet, Estonia estudia la posibilidad de lanzar su propia criptodivisa, al modo del célebre bitcoin. El de crear estcoins es un proyecto que está en mente de los gestores para poder hacer realidad una República de Estonia completamente digital. Cualquier persona en el mundo podría acceder a ella a través de su programa de residencia electrónica, pagando con su divisa. Actualmente y desde 2011 tiene como moneda propia el euro.
Además, ha creado la primera “Embajada de datos”, con sede en Luxemburgo, gracias a un gran servidor que alberga los archivos estonios y que goza de extraterritorialidad, en virtud de la Convención de Viena sobre la inmunidad diplomática. Se trata de un respaldo para cuando sus servidores “no estén operativos en casa, por cualquier incidente”. “Así podemos seguir sirviendo a nuestros ciudadanos y residentes electrónicos”, explica Siim Sikkut, director de comunicación de Estonia, a EL PAÍS. El Gobierno estonio suele ser muy transparente sobre las labores de asesoramiento a otros países en materia de avances digitales pero, preguntado por EL PAÍS sobre sus contactos con la Generalitat de Cataluña, Sikkut declinó hacer comentario alguno. Tampoco negó que esos contactos se hayan producido.
Kaspar Korjus, director ejecutivo del programa de E-residencia, aclara que el principal beneficio de acogerse a este es la capacidad de poner en marcha una empresa dentro de la UE, independientemente de dónde se encuentren físicamente sus oficinas. “Es probable que podamos alcanzar una tasa de crecimiento respetable, especialmente entre la comunidad de nómadas digitales de rápido crecimiento”, afirma.
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