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Corea del Norte quiere copiar Benidorm y Marina d’Or

Una delegación de Kim Jong-un busca en la costa mediterránea española modelos para su propio destino turístico

La delegación norcoreana ante uno de los templos de Terra Mítica, en Benidorm.
La delegación norcoreana ante uno de los templos de Terra Mítica, en Benidorm.

Corea del Norte quiere copiar Benidorm y, sobre todo, Marina d'Or. Una delegación formada por una veintena de personas, entre ellos varios arquitectos, visitó durante cuatro días, en la segunda semana de junio, el litoral mediterráneo español a la búsqueda de inspiración para el gran destino de vacaciones que el régimen de Kim Jong-un quiere levantar en la ciudad de Wosan, en la costa oriental del país.

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La delegación visitó Barcelona, Salou, Oropesa, Valencia y Benidorm en un recorrido exprés organizado por Viajes El Corte Inglés. Un portavoz de la embajada de Corea del Norte en Madrid asegura que el modelo que más atractivo les resultó fue el de Marina d'Or. Es "el más parecido", indica, al que quieren poner en funcionamiento en Wosan en el plazo de "uno o dos años".

La intención del régimen comunista norcoreano, paradigma mundial del aislacionismo, es potenciar el turismo "local, pero también internacional", afirma el portavoz. El plan fue presentado recientemente en su embajada de Madrid de la mano del secretario general de la Organización Mundial del Turismo, el jordano Taleb Rifai.

El portavoz diplomático afirma que el nuevo "resort" en Corea del Norte será "un poco más grande" que Marina d'Or, el complejo ubicado en Oropesa que tiene cinco hoteles, dos bloques de apartamentos y ocho parques de ocio, además de un balneario.

En Benidorm, la delegación visitó el hotel Bali (aunque se alojó en un Sol Meliá), la torre de 186 metros de altura inaugurada en 2002 que fue durante cuatro años el edificio más alto de España. Y Terra Mítica. "Los norcoreanos se quedaron impresionados con las dimensiones del parque", aunque no quisieron subir a ninguna atracción, explica Matías Pérez Such, experto en turismo, presidente de la Fundación Cultural Frax y amigo del embajador norcoreano, que les hizo de guía.

Con todo, lo que más "captó su atención" en la ciudad no fueron el parque de atracciones —venían de visitar Port Aventura, en Salou, Tarragona—, los hoteles ni la arquitectura vertical, sino el camping Villa Sol. "Es bastante grande y tiene un área de piscinas, como en un parque acuático, y zonas para tiendas, roulottes y bungalós. Por lo que observé lo vieron como un modelo bastante importable, que no requiere una inversión exagerada y tiene una rentabilidad alta", señala Pérez Such.

La delegación norcoreana en una calle de Benidorm.
La delegación norcoreana en una calle de Benidorm.

"Querían saber cómo se gestiona una ciudad volcada casi en exclusiva al negocio del turismo”, explica Leire Bilbao, gerente de la Fundación de Turismo VisitBenidorm. "Y estamos encantados de que se hayan fijado en Benidorm. La ciudad está abierta a trasladar su modelo".

Los norcoreanos, que pasaron un día y medio en Benidorm, asistieron a la inauguración de una exposición del arquitecto catalán Óscar Tusquets sobre el desarrollo urbanístico del municipio, cuna de la industria del turismo de masas a través de turoperadores y paquetes cerrados. "Fue una suerte porque la exposición estaba casi vacía y ellos solos la llenaron", afirma Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec.

Aunque mantuvieron un encuentro con el alcalde de Benidorm, Antonio Pérez, del PP, su periplo por la costa mediterránea no tuvo perfil oficial. Solo uno de ellos hablaba español ("perfectamente", según Pérez Such) y muy pocos inglés. La mayor parte de contactos los hicieron a través de su agencia de viajes y de "amistades".

En Marina d'Or los 20 norcoreanos se alojaron en un hotel como un grupo más. A la mañana siguiente pidieron hacer una visita guiada a bordo del tren turístico que recorre el complejo. "Vinieron como clientes y tampoco le dimos mayor relevancia", afirma un portavoz de la empresa, sorprendido ahora de que una réplica de su ciudad de vacaciones pueda emerger en el otro extremo del mundo.

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