El PP entroniza a Cifuentes en Madrid frente al sector más conservador

El PP y el Gobierno, representados por Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y los dirigentes territoriales más relevantes, han respaldado este fin de semana la entronización de Cristina Cifuentes como nueva presidenta y referente de futuro del partido en Madrid tras 12 años con Esperanza Aguirre al mando. Cifuentes se consagró como candidata única (86,38% de los afiliados inscritos) pero con una oposición interna más conservadora en la capital y el temor de Génova a que se convierta en otro verso suelto del PP.

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Rajoy ha inaugurado en Madrid su periplo de discursos ante los 17 congresos regionales del PP convocados para los próximos tres fines de semana por toda España con una intervención para destacar la importancia de cuidar los aparatos del partido. El cónclave ha proyectado a Cifuentes ya oficialmente como una de las figuras populares más en alza. Y no lo hizo solo. Ha acudido también Cospedal, encargada de lanzar los mensajes de apoyo y proyección más evidentes, pero también su rival interna, Sáenz de Santamaría, y presidentes autonómicos tan importantes en el PP como el gallego Alberto Núñez Feijóo, el castellano Juan Vicente Herrera o el extremeño José Antonio Monago.

Cospedal, que siempre ha sintonizado especialmente con Cifuentes, le ha dedicado pasajes muy significativos: “El hecho de que el presidente Mariano Rajoy esté hoy aquí, para dar su aval al nuevo proyecto liderado por Cifuentes, define la importancia fundamental que tiene el PP de Madrid para toda España”. Cospedal llegó a depositar en Cifuentes, su gestión en Madrid y sus datos electorales futuros en la comunidad y el ayuntamiento, la responsabilidad de determinar que podrá pasar con el partido en toda España. Y ha apostillado: “Confiamos en tí, y mucho. Todos los desafíos a los que has hecho frente los has superado con creces. Has devuelto la ilusión en una nueva forma de hacer política basada en la responsabilidad, la altura de miras y en creer que todo se puede conseguir cuando uno cree en ello y se le pone corazón”. Y por delante solo le puso como límite el futuro.

Rajoy ha glosado con su ejemplo de carrera política de casi 40 años la importancia de dedicarse en un partido al aparato y ha mostrado su apoyo “indudable e indiscutible” a Cifuentes “porque lo ha hecho muy bien”. Eso sí, le ha lanzado también un aviso en clave interna muy relevante en un PP de Madrid aún en búsqueda de su identidad tras la larga etapa de Aguirre y sus acólitos. Rajoy ha pedido “unidad” bajo su liderazgo “porque es justo y porque es lo que habéis elegido libre y voluntariamente”.

Cifuentes no ha querido aclarar este viernes cómo piensa articular esa unidad tras arrasar en la votación previa al congreso a su presunto rival, Luis Asúa, y conformarse como candidata única y reforzada. Cifuentes concitó el voto de 6.944 afiliados (el 86,38% de los inscritos y ganó en el 98% de las sedes). Pero votó solo el 11,5% de la teórica militancia total, algo que preocupa a la propia Cifuentes, que quiere depurar el censo para saber con qué fuerzas cuenta en realidad. Además, su rival, desconocido y sin apenas apoyos, cosechó en la capital el 23% de los votos (Cifuentes ganó con 1.926 papeletas frente a los 590 de Asúa) y en algunos distritos clave del centro de la ciudad (como Chamartín, Chamberí, Tetuán y Salamanca) el exconcejal llegó al 40%. Es un voto de malestar no compacto, que suma muchos descontentos, pero que refleja un problema interno, especialmente pensando en las próximas elecciones municipales. La dirección nacional ha pedido internamente a Cifuentes integración con ese sector más conservador, que no entiende muchas de sus posiciones avanzadas, y que vaya menos por libre.