El PP quiere que los inmigrantes “respeten los valores europeos”

El gran rearme ideológico del PP como partido casi único del centro derecha en España pasa —en su próximo congreso nacional del 10, 11 y 12 de febrero— por encontrar soluciones al gran reto del envejecimiento de la población. Ese fue el mensaje que ha reiterado este martes Javier Maroto, vice secretario general y responsable de la ponencia social del cónclave.

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El dirigente del PP ha apostado por buscar fórmulas y soluciones globales, integrales y que combinen aspectos de distintos departamentos a ese problema, sobre todo europeo y español. Para ello ha defendido la necesidad de un plan de natalidad, facilitar el retorno de los jóvenes nacionales que emigraron durante la crisis y fomentar la “emigración legal y ordenada”.

El PP quiere también exigir a los inmigrantes que pretendan establecerse en España esos requisitos y que “respeten los valores europeos de la sociedad que los acoge”. Maroto no ha explicado cómo reclamarán esa condición.

39 millones de españoles

El vicesecretario de Acción Sectorial del PP sí ha señalado que el objetivo que se pretende con esta fijación es frenar y darle la vuelta a la actual pirámide poblacional que llevaría a España a quedarse en 2060 solo en 39 millones, con el 40% por encima de los 65 años (ahora son 8,5 millones las personas de más de 65).

El dirigente del PP se ha parapetado tras una pirámide de la población proyectada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para recordar que en 2060 tanto en China como en India vivirán 1.400 millones de personas, otros 400 millones en Nigeria (tercer país del mundo en habitantes), 300 millones en Pakistán e Indonesia y que África doblará sus actuales 1.200 millones de habitantes hasta casi 2.500 millones. Serán en su mayoría jóvenes. Lo contrario de lo que está previsto que suceda en Europa y en España. Las proyecciones estadísticas más fiables rebajan para 2060 la población de Europa de los 738 millones actuales a 707.

El PP no proporciona una solución concreta al problema. Maroto ha hablado todo el rato de dar “una respuesta no parcial o unitaria”. Entre las ideas que barajó destacó favorecer el retorno cuanto antes de lo emigrados que se marcharon de España forzados en los años de la crisis y apostar por la migración legal. En ambos casos, la meta es incorporar más gente al mercado laboral, generar más empleo y reducir el gasto actual en pensiones.