El PSOE y el PSC se dan dos meses para negociar su nueva relación

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Los noventa minutos de conversación “franca y cordial” del presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, han servido este lunes para constatar la enorme distancia entre los dos partidos. Ambos se han dado dos meses para acordar su nueva relación. El PSOE mantiene la decisión de eliminar al partido hermano de sus órganos de dirección si no hay lealtad absoluta.

No hay acuerdo en lo organizativo porque el desacuerdo es profundo en lo político. Esta es la conclusión que se extrae de la reunión que han mantenido este lunes Javier Fernández y Miquel Iceta en la sede federal del PSOE. La buena relación personal entre ambos políticos —“Es difícil discutir con Javier Fernández”, ha dicho Iceta; “es muy difícil discutir con Miquel Iceta”, le ha correspondido Fernández— ha salvado la reunión de este lunes y ha determinado que se hayan dado la oportunidad de acercar posiciones. En dos meses, a mediados de enero, una comisión compuesta por varios miembros de cada parte habrá tenido que redactar un nuevo protocolo de relación que sustituya al firmado en 1978.

Ambas formaciones solo han tenido tres encontronazos graves en 38 años, pero el último, con la desobediencia a la consigna de abstenerse para facilitar que Mariano Rajoy formara Gobierno, ha sido de tal magnitud que el PSOE está dispuesto a que el PSC salga de sus órganos de dirección y que sus militantes no puedan participar en la votación del secretario general de los socialistas.

“La relación entre el PSOE y el PSC es la que es y es así desde 1978. Es una relación en la que se establece la presencia del PSC en los órganos del PSOE y no al revés. Esa es la relación y ha funcionado razonablemente bien”, ha recordado Iceta.

Las cuestiones orgánicas son secundarias cuando de lo que se trata de es de evitar que el PSOE rompa con el partido en Cataluña en un momento histórico en el que casi la mitad de los catalanes quieren desconectarse de España. Este es el argumento que Iceta ofrece al PSOE para que no se interrumpa la relación. “La ruptura del PSOE y del PSC sería un triunfo para el independentismo”, ha señalado el dirigente catalán en Onda Cero.

Esa razón no justifica, según le ha replicado Fernández, que el PSC se salte las decisiones del PSOE, y, menos aún, cuando participó en la reunión que las acuerda, como pasó con abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Además, el PSC aprobó y decidió en su último congreso, celebrado el primer fin de semana de este mes, una definición de España alejada de la que tiene el PSOE, y determinó establecer alianzas con otros partidos catalanes.

Si la marca del PSOE en Cataluña es el PSC las decisiones tienen que ser compartidas, ha escuchado Iceta. Mientras que para el dirigente catalán la declaración de Granada de todos los socialistas sobre el camino hacia la España federal “es un punto de partida”, para Fernández “es el punto de llegada de los socialistas”, aunque sí es negociable con el resto de las fuerzas políticas.

Documento común

Nada han prejuzgado sobre cuál será el resultado del trabajo de la comisión que debe revisar el vínculo entre ambos partidos ni tampoco quién debe aprobarlo una vez se acuerde un documento. En el caso del PSC los cambios que se produzcan tendrán que debatirse y aprobarse en un congreso de su partido. No hay respuesta oficial desde la gestora, pero oficiosamente se considera que no hace falta un congreso para aprobar un nuevo protocolo de las relaciones, sino que un comité federal puede hacerlo.

Tampoco hay dudas de que la herida es profunda. “El PSC sabe que lo que ha hecho tendrá consecuencias al no respetar las decisiones democráticas de un órgano en el que se participa y eso no es ni bueno ni malo ni regular, es antidemocrático”, ha sentenciado Fernández.