Continuidad en el área económica para negociar las grandes reformas
Rajoy conserva a su equipo económico. Montoro, en Hacienda; Guindos, en Economía y Báñez en Empleo. Asciende a Álvaro Nadal a ministro de Energía y Turismo.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mantiene fiel a su estilo y conserva el equipo económico que ha lidiado con la crisis. Ignora las tensiones entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, quienes mantendrán su pulso. Asciende a Álvaro Nadal a ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital y confía en Fátima Báñez para abordar una de las reformas más complejas: la de la Seguridad Social.
En el nuevo Gabinete de Mariano Rajoy no hay un ganador claro en la batalla que mantienen desde hace tiempo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Economía, Luis de Guindos. El presidente ha evitado crear una vicepresidencia económica, cargo que se especulaba para De Guindos, para no herir susceptibilidades y ha mantenido a Montoro, al que se daba por amortizado.
Rajoy es poco dado a hacer revoluciones en asuntos que él cree que funcionan. Y aunque los deberes económicos que quedan por delante darían para escribir una enciclopedia, la realidad es que la economía española cerró la legislatura avanzando a un ritmo sobresaliente. Los detalles no importan para un presidente del Ejecutivo que se muestra satisfecho con el rumbo de la economía. Y eso, a pesar de los incumplimientos de déficit, de la precarización del mercado laboral, de la pesada digestión del ladrillo por parte de los bancos, del desequilibrio de la Seguridad Social, de la inconclusa reforma energética...
Rajoy asciende a Álvaro Nadal, hasta ahora, su escudero al frente de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, encargada de engrasar las relaciones con los otros dos ases económicos. Álvaro y no su hermano Alberto Nadal, secretario de Estado de Energía hasta ahora, ocupará el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Tendrá que completar la reforma eléctrica que su gemelo dejó por terminar y gestionar la primera industria del país: el turismo, que bate récords cada año.
El nombramiento de Álvaro Nadal supone un alivio para Montoro ya que le considera un aliado en su pulso con Guindos. Sin embargo, pierde la cartera de Administraciones Públicas. Uno de los asuntos con los que el ministro de Hacienda ha tenido que tragar más sapos. La negociación con las comunidades autónomas para diseñar un nuevo sistema de financiación se le ha atragantado. Ahora este asunto quedará en manos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Aunque el jiennense se guarda la llave de la caja para decidir si se dan más fondos a las autonomías. Montoro se tendrá que centrar en diseñar unos presupuestos que bajen el déficit de una vez.
Guindos suma Industria
Guindos suma Industria a la cartera de Economía y Competitividad. Se queda a mitad de camino de sus aspiraciones para vicepresidente. Tiene por delante la patata caliente de la privatización de Bankia y BMN y recuperar las ayudas públicas inyectadas al sector financiero. Seguirá siendo la voz de España en el Eurogrupo donde ha destacado entre sus colegas europeos. Tendrá que resolver el polémico relevo en la CNMV y designar a una mujer como vicepresidenta del BCE.
A la terna se suma Fátima Báñez, quien repite como ministra de Empleo y Seguridad Social. La onubense tiene una difícil papeleta por delante. Tendrá que acordar con un Congreso dividido la reforma de la financiación de la Seguridad Social. El sistema es deficitario y necesita encontrar fórmulas de consenso para inyectar nuevos recursos con los que afrontar las pensiones del futuro
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