Rivera y el fetiche de Adolfo Suárez
Ciudadanos, un partido sin historia ni referentes, hace suya la figura del expresidente
Casi 40 años después, Albert Rivera resucita a Adolfo Suárez en el Congreso. Ocurre el jueves, en la primera sesión para la investidura de Mariano Rajoy. El líder de Ciudadanos toma la palabra y revela con su discurso que se mira en el espejo del expresidente. "En esta misma tribuna, Suárez se sacó un papel de su bolsillo con una frase magistral. (...) Hemos tenido que cambiar las cañerías sin cortar el agua", dice. "Efectivamente, vamos a tener que cambiar muchas cañerías sin cortar el agua. Estamos ante una nueva etapa política y queremos que España siga funcionando". A cada discurso importante, Rivera menciona a Suárez. Su apego por la figura del expresidente se ha extendido por todo Ciudadanos. Los representantes del partido veneran la Transición como a un fetiche. Inés Arrimadas lee libros sobre Suárez. Y uno de los Ayuntamientos más importantes de la formación, el de Arroyomolinos (Madrid), ha inaugurado este viernes un busto del expresidente.
Ciudadanos es un partido nuevo para la política nacional. Busca referentes que le sitúen en el imaginario de los electores mientras intenta consolidar su proyecto. Y según los datos del CIS nunca hubo un presidente del gobierno en democracia tan aceptado como Suárez: inició su mandato cosechando un cinco y lo terminó poco más de dos años después con la misma nota, siendo el único político que ha dirigido España sin perder popularidad durante el ejercicio de sus funciones.
“Adolfo Suárez encarna los valores que nosotros queremos trasladar a la sociedad: acuerdo, generosidad, compromiso, sacrificio personal, humildad”, explica Miguel Gutiérrez, el hombre fuerte de Ciudadanos en el Congreso. “Son valores que impregnan el ADN de Ciudadanos desde su nacimiento, y por tanto es una referencia fundamental”, añade. “En un momento en el que la clase política está acusada de personalista, egoísta y partidista, reclamar la importancia de los valores que él encarnaba es volver a unir a los ciudadanos con la clase política”, sigue. “Es una figura clave para entender la democracia que tenemos y siempre es bueno traerla a colación cuando hay otras amenazas que estamos viendo, como que se hable de hacer política en la calle, de rodear el Congreso, de protestar, incluso por parte de gente que son representantes de los ciudadanos”.
Rivera tiene dos tótems políticos: Barack Obama, al que también citó el jueves, y Suárez. El político abulense es mencionado repetidamente en los libros que ha escrito Rivera. Los colaboradores del líder de Ciudadanos se esfuerzan por compararles, intentando trasladar las cualidades del uno al otro. Y el partido ha hecho de los homenajes al antiguo número uno de la UCD parte de su estrategia electoral.
Así, poco antes de las elecciones generales del 20-D, y con Ciudadanos disparado en las encuestas, Rivera convocó a su ejecutiva en Ávila para buscar en la ciudad de Suárez el empujón que le faltaba en los sondeos. Esa estrategia no pasó desapercibida para sus competidores. El PP reaccionó inmediatamente y organizó otro acto en la ciudad, en el que Mariano Rajoy se hizo acompañar por el hijo del expresidente, excandidato de esta formación. Una semana después de visitar Ávila, Ciudadanos presentó un vídeo en el que aparecían la mayoría de expresidentes. El estreno, en un abarrotado auditorio de Cádiz, dejó conclusiones sorprendentes para los estrategas del partido. José María Aznar y Felipe González generaron una mezcla de aplausos y silbidos en el público. José Luis Rodríguez Zapatero provocó un abucheo unánime. A Suárez la gente le dedicó una ovación cerrada y sentida. "Impresionante. Ha sido como estar en un estadio de fútbol", confesó Rivera, que entonces vio cómo el PP también reivindicaba como propia la figura del expresidente.
"Suárez acabó en el PP y su partido, CDS, también, al igual que UCD anteriormente", recuerda Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación de la formación que ha ganado las tres últimas elecciones generales y diputado por la provincia que vio nacer al expresidente. "En Ávila sabemos bien de su compromiso con nuestro partido".
Nadie del PP, sin embargo, menciona a Suárez en sus discursos con la frecuencia que lo hace Rivera, ni le homenajea en público tanto como lo hace Ciudadanos. Igual que el alcalde de Arroyomolinos al descubrir su busto ("A la continuidad de su legado nos debemos todos"), Rivera también homenajeó a Suárez en el cierre de su discurso en la sesión de investidura del jueves: "Volviendo al inicio de este discurso, el señor Suárez dijo que había que cambiar la cañerías sin cortar el agua. Hoy tenemos otro reto, en una posición más cómoda, desde luego: cambiar las cañerías, sin cortar la esperanza y la ilusión de 47 millones de españoles".
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