Los diputados independientes apelan a la cláusula de conciencia para votar ‘no’ a Rajoy
La investidura abre el debate sobre el estatus de los representantes no afiliados
Nunca un debate de investidura fotografió con más claridad la tensión entre la disciplina de voto que imponen los partidos y la libertad de elección a la que aspiran los diputados que han accedido a sus listas como independientes. Mariano Rajoy será presidente con el voto afirmativo de Ciudadanos y la abstención del PSOE, dos partidos que se comprometieron en campaña a oponerse a su continuidad en La Moncloa. ¿Tienen los independientes un margen de decisión mayor que los diputados militantes y afiliados a cada partido? ¿Se aplica en su caso una cláusula de conciencia por carecer de carné? ¿Debe pesar más la lealtad a las siglas o a las convicciones personales?
“Me convertí en un icono de una mujer que luchó con su palabra por sus principios y sus derechos. Vine al PSOE con esa palabra y esos principios. Y ahora me están pidiendo que rompa mi palabra”, contesta Zaida Cantera, diputada independiente del PSOE y exoficial víctima de acoso sexual en el Ejército. “Si la rompo, ¿qué me queda? Y no solo eso: me están diciendo que permita que sigan aquellos que sabían lo que me estaba sucediendo”, prosigue para explicar su voto en contra de la investidura de Rajoy y en referencia a los representantes del PP a los que denunció su caso. “Estoy mal yo, que voy a votar no, y están mal los compañeros que van a votar abstención, pero a lo mejor yo tengo un subterfugio que ellos no tienen: soy independiente y me agarro a esto”, opina. “El subterfugio de otros que votarían que no [y van a abstenerse] es la disciplina de voto. Cada uno busca sus argumentaciones para autoconvencerse”.
Otros independientes del PSOE, como la exjuez Margarita Robles (“entiendo que se va a respetar la posición de conciencia que tenemos los diputados”) o el filósofo Manuel Cruz también votarán en contra de la investidura de Rajoy. Su decisión de romper la disciplina de voto ha provocado reflexiones distintas entre los diputados independientes de otras formaciones. Igual que Gabriel Rufián, de ERC, defiende que esa posibilidad se abra a cualquier diputado, Juan Antonio Delgado, de Podemos, argumenta que la condición de independiente no puede emplearse para saltarse el compromiso adquirido con cada formación. Los dos representantes argumentan su posición desde la asunción de que pueden encontrarse en el futuro con una posición tan compleja como la que hoy tienen los diputados socialistas.
“Todo el mundo tiene que sentirse igual de libre, independientemente de que sea independiente o militante”, argumenta Rufián. “Si no, serían una especie de casta dentro del partido”, prosigue. “Te tienes que sentir libre. Si estás en política es para intentar tener opinión propia, dentro de unos parámetros e ideología. Si no eres capaz de cambiar algo de tu partido que no te gusta, ¿cómo vas a ser capaz de cambiar la sociedad?”.
“No hay que confundir ser independiente con el compromiso con el partido con el que tú te presentas. Hay que estar para las duras y para las maduras”, opina Delgado, diputado de Podemos y exportavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. “Uno conoce el programa electoral, y el partido con el que se presenta, y ese compromiso tiene que ser firme”, sigue este representante del partido de Pablo Iglesias, formación que no recoge en su reglamento la obligación de respetar la disciplina de voto. En ella se alinean otros independientes, como Rosana Pastor o Jorge Luis Bail.
Nadie puede obligar a un diputado a votar en un sentido u otro. Sin embargo, la mayoría de partidos recogen en sus reglamentos multas y sanciones para quienes rompan las órdenes de la dirección parlamentaria. El PSOE, además, ha recalcado que en el caso de la investidura de Rajoy no cabe aplicar la cláusula de conciencia. La próxima legislatura subrayará como nunca la tensión entre la disciplina de los partidos y el perfil de los diputados independientes: con un Congreso hiperfragmentado y sin mayorías claras, cada votación requerirá de un intenso debate y de múltiples matices para encontrar los apoyos necesarios.
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