El Rey insta a los partidos a dialogar y resolver los problemas de los ciudadanos

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El Rey no convocará “por el momento” otra ronda de contactos con los representantes de los partidos a la espera de que estos intenten llegar a acuerdos para salvar la XII Legislatura y transmitan sus propuestas a través de la presidenta del Congreso de los Diputados. Felipe VI, ante la situación inédita que vive España tras la repetición de las elecciones y el fracaso de dos investiduras, ha apelado a los partidos a que tomen “decisiones que resuelvan el problema de los ciudadanos”.

Igual que hizo el pasado 7 de marzo, tras entrevistarse con el entonces presidente de la Cámara, el socialista Patxi López, la Casa del Rey emitió este lunes un comunicado después de que el jefe del Estado se entrevistara con Ana Pastor. La presidenta del Congreso de los Diputados acudió al palacio de La Zarzuela para informar del resultado del debate de investidura celebrado la pasada semana, en el que el candidato del PP, Mariano Rajoy, fue rechazado por 180 votos frente a 170.

En el comunicado, el Rey manifestó su decisión de “no iniciar, por el momento, nuevas consultas” para que las formaciones “puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren convenientes a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución”. Este paréntesis, que devuelve el testigo de la investidura al Congreso, podría alargarse hasta después de las elecciones autonómicas vascas y gallegas, que se celebran el 25 de septiembre.

Pero Felipe VI aprovechó el comunicado para insertar un reproche a los protagonistas del colapso político que sufre España desde las elecciones del 20 de diciembre de 2015. Recordó, “a la vista de las circunstancias que de nuevo concurren”, su discurso de Navidad, en el que señaló que “la pluralidad política, expresada en las urnas, conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos”. Es decir, que el nuevo escenario de fragmentación electoral, en el que el bipartidismo ha dejado de alternar en el Gobierno, requiere un nuevo planteamiento y mayores dosis de responsabilidad para abordar acuerdos y superar la congestión en la que ha desembocado el país con la amenaza de otra repetición de elecciones.

El Rey también se sirvió del comunicado para tratar de alejar el foco de la investidura de La Zarzuela, que es donde se ha fijado después de que el fracaso de Rajoy y el artículo 99 de la Constitución hayan devuelto al jefe del Estado al centro del proceso. El comunicado resaltó que “en un régimen constitucional y democrático de Monarquía parlamentaria”, como el español, “las Cortes Generales son la sede donde, tras el debate y el diálogo entre las fuerzas políticas, se deben abordar y decidir los asuntos esenciales de la vida nacional”. Felipe VI subrayó que su papel en este proceso, que está resultando tan tortuoso a la vista de los resultados, es solo el de facilitar el desarrollo del artículo 99 de la Constitución, proponer un candidato en función de los apoyos que este consiga reunir y nombrarle presidente o, en caso contrario, dar curso a otros comicios.

En ese sentido, según el comunicado, el Rey “mantendrá un contacto regular y permanente” con la presidenta del Congreso “en relación con con el procedimiento contemplado en el artículo 99 de la Constitución”.

Salvo este toque de atención a los partidos, el jefe del Estado repite la misma hoja de ruta de la fallida XI Legislatura, después de que el candidato socialista Pedro Sánchez no lograse reunir el aval del Congreso para ser investido. Concede tiempo a los partidos para que busquen una solución, sin salir del cauce del artículo 99, que prescribe que si el candidato no logra la confianza para investidura, “se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista”. Es decir, el Rey tendrá que hacer otra consulta con los representantes de los partidos.

La Constitución no establece tiempos para esa situación, más allá del plazo de dos meses que empezó a contar desde la primera votación (el 31 de agosto) para que el Rey, en caso de que ningún candidato pueda optar con garantías a la investidura, disuelva las Cortes y convoque nuevas elecciones

En la anterior legislatura, a la vista de la falta de iniciativas, el Rey convocó la tercera ronda de contactos concentrada en dos días para el 25 y 26 de abril, casi dos meses después del comunicado y con la acuciante medianoche del 2 de mayo como tope para dar el paso hacia las nuevas elecciones. Ahora el plazo expira el 31 de octubre, por lo que Felipe VI podría esperar a convocar una nueva ronda de consultas inmediatamente después del 25 de septiembre, cuando los resultados de los comicios vascos y gallegos podrían disponer nuevas actitudes en la investidura.

Agenda repleta

A diferencia de entonces, que se dejó la agenda en blanco ante posibles movimientos para formar Gobierno, el jefe del Estado ha regresado a la actividad con la agenda repleta de actos. Tras cuatro semanas sin agenda oficial y con barba, Felipe VI estuvo reunido con Ana Pastor durante más de una hora, haciendo esperar a la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, que era la protagonista de la audiencia posterior. Madrigal le hizo entrega de la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado. Además, el Rey presidirá este martes la apertura del Año Judicial en la sede del Tribunal Supremo y el miércoles asistirá a la conmemoración del centenario del nacimiento del escritor Camilo José Cela en el Instituto Cervantes.