El debate anticipa la imposibilidad de una investidura próxima

No a esta investidura y no a futuras investiduras que podría intentar Mariano Rajoy en los próximos meses. Que el líder del PP abandone toda esperanza de pactar con el PSOE y hasta de lograr la abstención de los diputados socialistas para que haya un Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Y, sin la coincidencia en votos entre PP y PSOE, el camino termina casi necesariamente en terceras elecciones en diciembre.

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"No abuse. Con que me diga que no ya es suficiente no hace falta que intente argumentarlo. Ya lo he entendido. Usted quiere bloquear que salga presidente del Gobierno y tiene que justificarlo de alguna manera", ha respondido Rajoy, resignado y contenido, a la dura intervención de Pedro Sánchez.

"El PSOE no se va a abstener ante la corrupción y el recorte de derechos. Usted no es de fiar. No le daremos un injustificable perdón", ha resumido antes el líder socialista. Y se supone que esas circunstancias no cambiarán de aquí al 31 de octubre, cuando acabe el plazo para intentar nuevas investiduras, antes de convocar las terceras elecciones generales en un año.

El único acuerdo cerrado es el insuficiente pacto entre PP y Ciudadanos y, aún así, Rajoy escuchó como su nuevo socio, Albert Rivera, le decía también desde la tribuna que no se fía de él.

El secretario general del PSOE ha abierto la segunda jornada del debate de investidura de Rajoy con un discurso en el que desde la primera frase hasta la última la idea más repetida ha sido el no.

Si Rajoy intentó el martes una especie de cuestión de confianza con el balance de su gestión, el socialista ha hecho este martes algo parecido a una moción de censura al líder del PP, aunque con el matiz de no presentar candidato alternativo. El "no es no" del socialista no presenta ninguna grieta que permita suponer que pueda cambiar y permitir un Gobierno del PP antes del 31 de octubre, pero tampoco incluye una alternativa o alguna opción de que pueda haber un presidente alternativo. Es decir, la sombra de las terceras elecciones se agiganta.

Sánchez y Rajoy anticipan la imposibilidad de una investidura próxima

El socialista ha hecho un recorrido por la gestión del líder del PP, con especial detenimiento en los recortes y en la corrupción, relatando los delitos relacionados con el partido de Rajoy, para concluir que "España necesita un Gobierno limpio, justo y social" y, en su opinión, nunca va a ocurrir con el actual líder del PP.

La respuesta de Rajoy ha sido reprochar al líder del PSOE que sea responsable de forzar las terceras elecciones y, sobre todo, invocar su resultado electoral como fuente de legitimidad para ser elegido presidente. "Si yo soy tan malo, ¿cuánto de malo es usted? ¿Pésimo? Hay una mayoría de españoles que no piensa de mí lo que usted piensa de mí", ha dicho.

Y en referencia al acuerdo firmado con Ciudadanos, el candidato ha reprochado a Sánchez: "No creo que pasemos a la historia por el acuerdo que firmamos el otro día. El único que pasará a la historia será usted por provocar que por tercera vez haya elecciones en España".

Ese acuerdo, para el líder socialista, solo sirve para continuar en la política de Rajoy, a diferencia de que él firmó con Albert Rivera.

El enfrentamiento más extenso entre ambos ha sido el referido a la corrupción. Primero por las imputaciones de Sánchez al líder del PP y luego por la respuesta de Rajoy, para el que "hay demasiados escándalos de corrupción. "En 1995 (con Felipe González) fue percibido como un grave problema", "hay rechazo por los casos de corrupción en mis filas" y "la democracia tiene un enemigo llamado corrupción, es un error de decir que es un problema del adversario".

"Ya no vengo aquí a solicitar su confianza. Vengo a decir que, puesto que hemos conseguido con esfuerzo un acuerdo para reunir 170 diputados, déjenos al menos gobernar. No bloquee y no nos lleve a una tercera convocatoria electoral. Le ofrezco 170 diputados y acuerdos sobre ocho asuntos fundamentales. Le pido que se abstenga, no le pido que comparta nada", ha concluido Rajoy en su réplica contenida.

La presión a Sánchez ha llegado a continuación de Pablo Iglesias, portavoz de Podemos, al pedir al socialista que intente un Gobierno alternativo al PP. “Decídase, señor Sánchez”, le ha dicho.

El portavoz de Podemos ha logrado resucitar a Rajoy en un debate entretenido entre ambos, con mucha carga de ideología, con reproches duros y con dosis notables de ironía, desde sus respectivas antípodas.

A Iglesias, Rajoy le ha contestado con ironía: "Usted es estupendo, a veces me gustaría ser como usted. ¿Es que todos los que no le gustan a usted son malos y todos sus correligionarios son buenos? Somos malos por razones genéticas o lo hemos ido adquiriendo a lo largo de la vida. ¿Es usted el único demócrata en España? ¿Soy yo demócrata? ¿Es usted el único honrado? Yo no le he reprochado que levante el puño, mientras no sea obligatorio".

Reiteradamente el líder de Podemos ha reprochado al PP que sus fundadores fueran "ministros de una dictadura que obligaban a hacer el saludo romano" en el franquismo. Y Rajoy ha cerrado el debate ideológico entre ambos con la pregunta: "¿Qué le parece si después de cuarenta años de democracia miramos al futuro?".

Albert Rivera ha hecho el canto al acuerdo y el consenso en el discurso de la justificación del pacto alternativo: antes con el PSOE y ahora con el PP. Ciudadanos llega por segunda vez a un debate de investidura como socio de un candidato. "Uno no debe escoger entre lo más guay, sino entre lo malo y lo menos malo, es decir, entre el pacto o el bloqueo", ha dicho, tras confesar que aspira a gobernar España. En todo caso, ha defendido con mucho más entusiasmo y detalle el pacto con el PP que lo que hizo un día antes el candidato.