La Sevilla que conocerá Obama

En los alrededores de la Giralda, la actividad no cesa desde hace días. Un grupo de operarios adecenta una decena de maceteros mientras que otro termina de instalar unas tarimas metálicas frente a la Catedral que ocuparán los medios de comunicación. El ir y venir de los empleados y el trasiego de turistas se suman a la presencia policial que, conforme pasan las horas, va en aumento. "Vamos, que Obama ya mismo está aquí", les anima un hombre mayor sentado en uno de los bancos de la plaza Virgen de los Reyes. La capital hispalense ultima los preparativos para la llegada este fin de semana del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien visitará una Sevilla un tanto diferente de la real. 

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En su corta estancia en la capital, Obama paseará junto al rey Felipe VI por una ciudad sin los típicos coches de caballo, sin los veladores que inundan la avenida de la Constitución o sin apenas tráfico. Por motivos de seguridad, e igual que se hace en festividades como la Semana Santa, el Ayuntamiento ha limitado el tráfico en los alrededores del casco antiguo y ha ordenado retirar los carruajes en esta zona. Asimismo, se han retirado papeleras, se han cambiado de sitio contenedores y se han revisado los cajones de obras. También, en los alrededores del Hotel Colón, en el que se hospedará el mandatario y que esta misma mañana cambiaba su alfombra roja. El equipo de seguridad del presidente viene trabajando en la capital andaluza desde hace un mes.

El recorrido por Sevilla de Barack Obama comenzará en el Alcázar, un paseo de unas dos o tres horas que, debido a su agenda, se condensará en 45 minutos. Además de las partes más importantes del monumento, según fuentes de la organización, Obama conocerá aquellos puntos que han sido escenarios de la serie Juego de Tronos, como el estanque. Asimismo, se le ofrecerá una breve charla sobre los rodajes más importantes realizados en la ciudad, como el de Lawrence de Arabia, una de las películas favoritas del presidente. Tras visitar durante otros 45 minutos la Catedral, Obama dispondrá de algo más de una hora antes de marcharse hasta la base naval de Rota (Cádiz). Según dichas fuentes, Obama podría pasear por el centro y probar algún plato típico de la ciudad. "Sabemos que tiene hasta cinco planes alternativos", señalan estas fuentes. Su visita ha obligado a cerrar al público tanto el Alcázar como la Catedral y a devolver el importe de las entradas compradas por Internet. Como obsequio, el Ayuntamiento le regalará una cerámica de Triana.

Entre otros planes para las escasas 15 horas que estará en Sevilla, Obama podría disfrutar de los acordes del guitarrista malagueño Daniel Casares, con quien contactó el equipo del presidente hace unas tres semanas. 

Pese a las "molestias" que el dispositivo ha podido causar a los comerciantes y vecinos del entorno de la Catedral, el presidente de la asociación Alcentro, Enrique Arias, califica la visita como "una gran campaña de publicidad". Tanto es así, que hay empresarios que no han querido desaprovecharla. Es el caso del dueño de la heladería artesana La Fiorentina, Joaquín Liria, quien ha creado una hamburguesa helada con el nombre del mandatario. "Obama es un enamorado del helado, y siempre lo prueba en sus viajes y vacaciones, por lo que pensamos que la mejor forma de homenajearle era con el buque insignia de la gastronomía americana, que sería la hamburguesa, aunque con nuestra propia identidad. El tomate se cambia por el fresón de Huelva, la lechuga por rodajas de kiwi, la cebolla con azúcar glaseado, o la hamburguesa se cambia por chocolate con trocitos de naranja amarga sevillana", explica Liria. Asimismo, el restaurante Casa Chico, en Gerena, invitará a una hamburguesa a todo aquel que durante estos días lleve una fotografía que acredite que ha estado en Estados Unidos. 

Según fuentes municipales, medio millar de policías locales, bomberos, miembros de Protección Civil y empleados municipales participarán en el dispositivo especial. El plan está coordinado con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Casa Real y la embajada de Estados Unidos en España. El dispositivo, del que se desconoce el número total de agentes, contempla zonas para que el público pueda seguir la visita de Obama.