El PP también quiere disputar la victoria a Susana Díaz en Andalucía

El PP quiere ganar y ser la primera fuerza el 26-J en toda España y especialmente en Andalucía. Rajoy necesita vencer para continuar en La Moncloa y el PP espera recabar su mayor nicho de votos en el feudo de Susana Díaz, a la que socialistas y populares miran de reojo para imaginar el futuro político de España tras las elecciones. Rajoy pateará cinco provincias andaluzas esta campaña y su partido disputa cuatro o cinco escaños por poco también con Unidos Podemos.

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Uno de los principales actos de Rajoy en esta campaña se celebró este lunes en Málaga, ya a la espera de los clásicos mítines más masivos del cierre. El aspirante popular ha pasado ya por Almería y Granada y aún se reserva para el final dejar huella en Huelva y Sevilla. Andalucía pone en juego en las elecciones 61 escaños, más que ninguna otra comunidad. En los comicios del 20-D el PSOE venció y se quedó con 22 por 21 del PP. Cuando el escrutinio iba por el 98% ese reparto era de 23-20. El último diputado se libró en Granada a favor del PP por 700 votos. En Málaga la pugna fue tan apretada (cuatro para el PP, tres para el PSOE y dos para Podemos y Ciudadanos) que ahora la simple suma de la formación morada con Izquierda Unida concede un triple empate en cabeza entre PP, PSOE y Unidos Podemos. Alberto Garzón, además, es de Málaga.

La pugna está muy complicada, Susana Díaz lo sabe y está haciendo campaña de forma intensa por múltiples razones. En el PP no pasan ese detalle por alto. “Ganar en Andalucía al PSOE sería una victoria de trascendencia nacional, porque suele marcar un reflejo de lo que sucede a nivel general, porque los socialistas en Andalucía no son una maquinaria cualquiera, y porque Díaz no es Pedro Sánchez y ese triunfo del PP aquí la dejaría muy tocada y en diferentes condiciones en su pretensión de emigrar a la política nacional si Sánchez saca un mal resultado y cae”, admite uno de los máximos dirigentes del PP andaluz que dirige Juan Manuel Moreno, uno de los barones territoriales con los que más cuenta Rajoy.

La pelea andaluza no es nada fácil. El PSOE andaluz suele ser una máquina de ganar elecciones pero en las generales de 2011, cuando Rajoy obtuvo su mayoría absoluta, el PP acaparó en Andalucía el 45,5% de los votos frente al 36,6% del PSOE. En diciembre pasado ese escenario se volcó por poco: los socialistas ganaron con el 31,5%, con más de dos puntos y 100.000 papeletas de distancia sobre el PP.

El baile de escaños

El baile de escaños por la mínima vuelve a centrarse ahora en Jaen, Granada y Málaga. En el PP conceden que la victoria se jugará por muy pocos votos.

Los estrategas populares están volcando las últimas intervenciones de Rajoy en la apelación al voto útil y a la concentración de todos los electores moderados frente a la unión del radicalismo de izquierdas. “La unión hace la fuerza”, subrayó ayer varias veces para convencer a los votantes fugados el 20-D a Ciudadanos de que se concentren en sus filas y eviten lo que llama las papeletas perdidas: las entregadas al partido de Rivera en circunscripciones donde no logró escaños.

En Andalucía Rajoy también habla de la unidad de España y la soberanía nacional. El PP espera que un PSOE debilitado tras el 26-J facilite con su abstención la continuidad de Rajoy y piensan que con un liderazgo de Susana Díaz eso sería más fácil.