Intervenidas 128 piezas arqueológicas que se vendían ilegalmente en internet

Una ánfora romana del siglo IV después de Cristo, un vaso que podría ser del Neolítico, 68 monedas de distintas épocas y cinco fragmentos amorfos de cerámicas posiblemente romanas. Son algunas de las 128 piezas que la Guardia Civil de Málaga ha intervenido en una operación en la que ha implicado a 10 personas que pretendían vender estos objetos de forma ilegal en Internet. Los agentes han averiguado que los bienes son fruto de expolios de yacimientos subacuáticos y terrestres, algunos de ellos falsos, como una cabeza reducida que se ofrecía a 4.950 euros, y otros con una tasación económica por debajo de su valor histórico.

Más información

Gorilas en el corazón de las tinieblas de Barcelona

Francia restituye un ‘degas’ expoliado por los nazis

Un cuadro robado en Nueva York reaparece medio siglo después

La operación, bautizada como Antikaria, investiga los delitos de apropiación indebida y estafa, por comercializar con objetos de imitación que se anunciaban como originales. Una de las piezas fraudulentas era una imitación de una cabeza de jíbaro que se afirmaba que procedía del Amazonas y se garantizaba su autenticidad. Estaba a la venta por 4.950 euros. Se trata de un objeto muy demandado por coleccionistas y museos, cuyo origen se encuentra en algunas tribus indígenas amazónicas de Ecuador y Perú. Los agentes han podido determinar su falsedad gracias a un informe elaborado por personal del Museo Nacional de Antropología, que ha concluido que se trata de una "fiel reproducción" hecha con piel de animal.

La investigación se inició en noviembre de 2015, después de que la Guardia Civil detectara varios anuncios en la red procedentes de las provincias de Málaga, Granada y Cádiz. Las pesquisas sirvieron para identificar a los implicados y determinar cómo algunas de esas piezas procedían de expolios de yacimientos arqueológicos inventariados por la Administración. También se concluyó que había objetos sin valor porque no se correspondían con la época que afirmaba la publicidad.

Respecto al material arqueológico subacuático recuperado, su valoración económica estaba por debajo de su importancia histórica. El comunicado de la Guardia Civil que informa sobre este caso pone el acento en que el expolio de un pecio provoca la destrucción, parcial o total, del yacimiento, ya que se destruye el contexto histórico y la información de la zona.

Entre el material decomisado, que ha sido trasladado al Museo de Málaga para su custodia, estudio y conservación, hay también una botija naval con restos biológicos marinos de los siglos XVI-XVIII; 17 figuras metálicas (siglos XVI-XIX), incluidos elementos decorativos como botones, un fragmento de crucificado, un anillo o un caballito de plomo; y 31 fragmentos de restos de fíbulas de bronce ibéricas y romanas.

La Operación Antikaria ha sido desarrollada por el equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga y las diligencias han sido entregadas a la Fiscalía de Ordenación del Territorio, patrimonio Histórico y Medio Ambiente de esta provincia.

La Guardia Civil, con competencia exclusiva en la protección de las aguas territoriales españolas, ha recordado que la normativa sobre patrimonio histórico prohíbe expresamente, sin la debida autorización, la búsqueda de restos arqueológicos. Si estos fueran encontrados de forma casual, deben entregarse a la Administración.