Iglesias busca una alianza con IU tras el desgaste de Podemos en los sondeos

Pablo Iglesias dio este miércoles el primer giro significativo a la estrategia electoral de Podemos desde que el pasado octubre rompiera las negociaciones con IU para buscar una alianza para las elecciones del 20-D. El líder de la formación emergente, que registra un desgaste en las encuestas, apostó por buscar una fórmula para concurrir con IU en caso de comicios. “Hay que hablar. Es difícil. Las posiciones hasta ahora han estado distantes, pero soy partidario de abrir ese diálogo”, afirmó Iglesias. Ambos dirigentes mantuvieron un encuentro informal.

La dirección de Podemos asegura que está preparada para volver a las urnas y que no le preocupa la pérdida de empuje que reflejan los estudios de opinión. No obstante, tras cuatro meses de bloqueo en las negociaciones para formar Gobierno con el socialista Pedro Sánchez, el partido se enfrenta al desgaste del llamado “voto de la ilusión”, uno de los elementos que contribuyó al buen resultado del 20 de diciembre, que con sus alianzas territoriales alcanzó los cinco millones de votos. Mientras, IU repunta a costa precisamente del descenso de Podemos, según los expertos, que ven trasvase de votos entre las dos formaciones. La actividad parlamentaria ha demostrado, además, que Podemos y los dos diputados de IU-Unidad Popular tienen una coincidencia casi absoluta en lo que respecta al programa y al proyecto de país. La coalición de izquierdas logró más de un millón de sufragios el 20 de diciembre.

En este contexto, los cálculos electorales han llevado al sector de Podemos más cercano al secretario general a explorar las posibilidades de una colaboración. “Creo que tengo que hablar con Alberto Garzón”, señaló Iglesias en los pasillos del Congreso, dos días después de que Garzón pusiera nuevas condiciones a la “confluencia” entre ambas fuerzas, que el 20-D ya se presentaron en candidaturas conjuntas en Cataluña y en Galicia. El líder de Podemos y el cabeza de lista de IU se vieron el miércoles en la Cámara baja y conversaron sobre ello, según fuentes conocedoras del encuentro.

 Las palabras del líder de Podemos contrastan con la visión de su número dos, Íñigo Errejón, distanciado de Iglesias tras la destitución de su mano derecha Sergio Pascual. Errejón es uno de los dirigentes más escépticos con respecto a una alianza con IU. El secretario político sigue rechazando la “sopas de siglas” —esto es, vendría a rechazar una coalición de partidos, como busca IU y como sí se formó en Cataluña y Galicia— y los llamados “frentes de izquierdas”. Errejón sostiene, no obstante, que los distintos sectores de la formación emergente defienden lo mismo. “Estamos diciendo lo mismo. La hoja de ruta es la transversalidad”, aseguró en referencia a la transversalidad ideológica defendida por los errejonistas. Aun así, insiste en que la estrategia no ha cambiado con respecto a las elecciones del 20-D. El pasado martes, preguntado sobre las diferencias de criterio en la dirección de Podemos sobre el diálogo con Garzón, señaló: “En Podemos casi nunca hay unanimidad y eso es maravilloso”.

En el caso de IU, Garzón y su entorno mantienen la apuesta por la alianza como hace meses, aunque la coalición también ha aprendido de la negociación anterior al 20-D. Entonces la confusión sobre cómo IU iba a concurrir a las urnas les penalizó electoralmente, según su análisis. En esta ocasión, por ello, pretenden evitar que las conversaciones se alarguen demasiado. El cabeza de lista sostiene además que ahora solo aceptará un pacto nacional y no por territorios como estudia ofrecer Podemos, e insiste en la fórmula de la coalición de partidos.

La posibilidad de que Podemos e IU se presentaran en coalición contenta mayoritariamente a los votantes de las dos fuerzas, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS realizada a finales de marzo. Un 84% de los votantes de Podemos la apoyaría, un porcentaje que se reduce al 60% en el caso de los votantes de IU. Estos últimos son más reacios que los seguidores de Podemos a la eventual alianza. Hasta un 20% sostiene que no votaría esa candidatura conjunta.