El PP amenaza a García-Page con una querella por parar el silo radiactivo
Castilla-La Mancha ha anulado el plan urbano municipal que ampara el ATC
La anulación del plan urbano municipal que contempla y ampara el almacén para residuos radiactivos previsto en Villar de Cañas (Cuenca) ha molestado al PP de Castilla-La Mancha, defensor e impulsor del proyecto. Los populares han afirmado que estudian presentar una querella por prevaricación contra el presidente regional, Emiliano García-Page, cuyo equipo de Gobierno ha decidido anular el planeamiento de Villar de Cañas al encontrar varias irregularidades.
La Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha firmó el miércoles la resolución por la que se declara "nulo de pleno derecho" el acuerdo con el que la Junta dio el visto bueno al plan urbano de la localidad, donde se contempla la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC). Aquel acuerdo es del 19 de junio; es decir, fue ratificado por la Junta cuando el equipo de María Dolores de Cospedal (PP) estaba en funciones y sabía que no iba a seguir gobernando.
El nuevo Gobierno regional, del PSOE, tenía sospechas sobre este plan urbano. Y, tras meses de análisis, concluyó que contenía fallos que ameritan su anulación, como adelantó EL PAÍS.
La anulación del plan supone un nuevo bloqueo a las obras del futuro ATC. En julio, el equipo de García-Page tomó otra decisión en el mismo sentido: inició la ampliación de un espacio protegido para aves cercano para que la parcela en la que se hará el almacén quedara dentro de sus límites y no se pueda hacer la obra. Esta decisión ha sido recurrida por el Gobierno central. La judicial también parece que será la senda que seguirá la anulación del plan urbano de Villar de Cañas, cuyo Ayuntamiento gobierna el PP.
Los populares afirman que las trabas de la Junta van "contra el interés general". El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha asegurado que no va a "tolerar" la paralización de "un proyecto nacional" —y "consensuado en época del PSOE"— por "cuestiones políticas de una persona frívola, irresponsable y perdedora", informa Efe. El PSOE, a su vez, ha anunciado que denunciará "por lo penal" a aquellos que se querellen contra García-Page. Además, argumenta que las pegas —tanto ambientales como urbanísticas— que ahora tiene la Junta se las trasladó este Gobierno regional en 2010 al Estado cuando Villar de Cañas se barajaba como posible ubicación.
Cambio de Gobierno
Los socialistas, cuando estaban en La Moncloa en la anterior legislatura, fueron los que incluyeron a Villar de Cañas entre las ocho localidades susceptibles de acoger el ATC. Pero la designación final de este municipio fue decisión del PP, ya en esta legislatura. Una de las principales razones por las que se eligió este municipio fue el consenso político. En 2011, cuando se tomó la decisión, el PP gobernaba en Madrid, Castilla-La Mancha y Villar de Cañas. Pero las elecciones de mayo hicieron que se perdiera uno de los eslabones de esta cadena: el PSOE, con la ayuda de Podemos, volvió a la Junta.
Los socialistas castellano-manchegos llevan años criticando la designación del municipio conquense. A este rechazo político se unen las dudas técnicas sobre los suelos, cuya inestabilidad podría disparar el presupuesto del silo, pensado para albergar en un único punto los residuos radiactivos que generan las centrales españolas. La anulación del plan —aplaudida por organizaciones como Greenpeace— supone que las obras del ATC no se podrían acometer. Pero la Junta admite que el Gobierno central puede sortear este nuevo bloqueo si el Estado declara esa infraestructura de "excepcional interés público".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.