Los peligros que esconde el ruido
El estrés derivado del alto nivel de decibelios puede desembocar en diabetes y enfermedades cardiovasculares
"Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido. Tanto ruido y al final, por fin el fin". Joaquín Sabina le cantaba al ruido y otros muchos viven atormentados por él. El alto nivel de decibelios, además de ser molesto, puede perjudicar gravemente la salud, como se desprende del III Informe Ruido y Salud, elaborado por la aseguradora DKV y la empresa de audífonos GAES. El tráfico, las obras o la afluencia de gente en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia puede producir un elevado grado de estrés, que en ocasiones desemboca en diabetes o enfermedades cardiovasculares. El problema se acentúa en los bebés de la capital, pues la densidad del tráfico aumenta en un 6% la probabilidad de que nazcan con bajo peso y en un 3,2% la de que se produzcan alumbramientos prematuros, según el estudio.
Cerca de nueve millones de personas en España soportan niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no sobrepasar. El presidente de ECODES —entidad ecologista que colabora en el informe de DKV-GAES—, José Ángel Ruipérez, subraya que la ciudadanía es ajena a los peligros que representa el ruido. Uno de los objetivos que persigue el estudio, que se ha presentado este jueves, es precisamente "hacer más visible la relación entre ruido y problemas de salud, porque la población no es consciente de lo graves que pueden ser", explica Ruipérez.
Las enfermedades que derivan del ruido van más allá de las meramente auditivas. El ataque al organismo se produce mediante una concatenación de problemas de salud en cascada: el alto nivel de decibelios incrementa las posibilidades de sufrir estrés biológico, tanto agudo como crónico. Y las consecuencias de ese estrés van desde padecer diabetes, una trombosis, hipertensión y hasta un ictus.
En Madrid, el ruido aumenta en un 6% la probabilidad de que los bebés nazcan con bajo peso y en un 3,2% la de que se produzcan alumbramientos prematuros
El informe de DKV-GAES, cuyos resultados derivan de una encuesta y de datos de otros estudios, destaca el riesgo que el ruido supone para los mayores y los más pequeños. En las investigaciones que se han llevado a cabo en la ciudad de Madrid, se ha constatado una correlación entre el alto nivel de decibelios y algunos problemas que presentan los recién nacidos. La densidad del tráfico —principal factor del ruido medioambiental— aumenta en un 6% la probabilidad de que los bebés vengan al mundo con bajo peso y en un 3,2% la de que se produzcan alumbramientos prematuros.
En lo que a los adultos respecta, el estudio concluye que, el ruido ambiental en Madrid incrementa en un 5% la probabilidad de que una persona sea ingresada de urgencia por patologías relacionadas con el alto nivel de decibelios. El problema se agrava en los mayores de 65 años, que tienen un 6,6% más de riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y un 4% por respiratorias.
Mal compañero de cama
Además de los problemas de salud, el ruido no es buen compañero de cama. Uno de cada cuatro españoles afirma que no puede dormir por culpa del ruido ambiental, de una encuesta de 149 personas. El problema se acentúa en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, consideradas como urbes "ruidosas" por sus residentes. Una situación que, como indican los expertos, provoca la alteración de las etapas del sueño e impide un descanso óptimo.
Pero, ¿cuáles son los principales factores que más molestan a la hora de conciliar el sueño? No es el ruido de tenazas, ni el de estaciones, ni el de amenazas o el de escorpiones, como en la letra de la canción de Sabina, sino otros muy distintos. En Madrid, urbe donde más datos ha recogido el informe de DKV-GAES, un 37% de los problemas para poder descansar correctamente está condicionado por los gritos en la calle; un 16,7% por las conversaciones de los vecinos y un 16,7% por los ronquidos de la pareja.
Hasta un 72% de los españoles considera que vive en una ciudad "ruidosa" y son las urbes de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia las peor valoradas. Los sevillanos son los que más problemas tienen para conciliar el sueño —un 31%—, seguidos de los madrileños y los bilbaínos —un 28,2% de los residentes— y los barceloneses, los que menos dificultades encuentran —un 17% de la ciudadanía—.
Otros de los problemas en los que puede derivar un alto nivel de decibelios son las interferencias en la comunicación oral, la disminución del rendimiento y el aprendizaje y el deterioro cognitivo entre los niños. A la lista hay que añadir la percepción de pérdida de bienestar y de la calidad de vida. En definitiva, el estado de ánimo puede verse alterado por el ruido: un 21% de los madrileños afirma que se ve afectado, cifra que se eleva hasta el máximo del 37% en el caso de los residentes en Barcelona.
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