De Cádiz a Francia, por doble vía
La puesta en servicio del tramo Carchuna-Castell de Ferro remata la A-7 en la costa de Granada tras 13 años de obras. La actuación completa todo el corredor Mediterráneo
La sinuosa N-340 a su paso por la costa de Granada quedará ya solo para quienes deseen disfrutar del paisaje. La puesta en servicio este miércoles del tramo Carchuna-Castell de Ferro, de 10 kilómetros y una inversión total de 164,5 millones de euros, culmina el trazado de la A-7 en esta provincia después de 13 años de trabajos y une por el litoral las ciudades de Málaga y Almería en dos horas de coche. La actuación completa todo el corredor Mediterráneo, con 1.440 kilómetros de vías de alta capacidad entre Cádiz y la frontera francesa.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido el encargado de inaugurar este ramal en su tercera visita a Andalucía en apenas dos semanas, todas ellas para la apertura de infraestructuras hechas por el Ministerio de Fomento. El 24 de septiembre asistió a la puesta en servicio del puente de la Constitución de 1812 de Cádiz y el viernes pasado, 2 de octubre, estrenó un tramo de 11,3 kilómetros de la autovía A-32 entre Linares e Ibros, en Jaén, tras una inversión de 105 millones de euros.
La primera piedra de la autovía del Mediterráneo a su paso por la costa granadina se puso en abril de 2002. Desde entonces, la apertura de tramos ha sido progresiva y lentísima por las limitaciones presupuestarias y más de un contratiempo, que provocaron que este tramo de litoral quedara descolgado de las vías puestas en servicio en el oeste de la provincia de Almería y el este de la de Málaga. El episodio más dramático ocurrió en noviembre de 2005, cuando seis obreros perdieron la vida tras desplomarse una plataforma suspendida a más de 80 metros de altura en un viaducto cercano a Almuñécar.
Rajoy ha destacado la dificultad técnica de la obra y ha recordado que es una “de las más complejas” abordadas en España en los últimos años. El trazado de la autovía discurre por un terreno muy accidentado que ahora surcan tres viaductos (el más largo, con 362 metros, se extiende sobre la Rambla de Lújar) y un túnel, el de Gualchos, con una longitud de 339 metros en la calzada izquierda y 250 en la derecha.
La obra del ramal Carchuna-Castell de Ferro ha costado 118,1 millones, inversión que se eleva hasta los 164,5 millones de euros si se añaden los costes de redacción del proyecto y de asistencia técnica para control y vigilancia, además del importe estimado de las expropiaciones. Su apertura será un alivio para los conductores que no se desplazan internamente por los núcleos de población de la zona. La N-340 soporta a diario en este punto una media de 13.502 vehículos (el 12% son pesados), con puntas en la circulación y atascos considerables por los semáforos en temporada turística alta.
El acelerón definitivo a la A-7 en Granada ha llegado esta legislatura, con cuatro ramales abiertos por Fomento en 2014 y dos en 2015. La anterior inauguración, seis kilómetros entre La Gorgoracha y El Puntalón, en Motril, tuvo lugar en abril pasado. Los seis tramos suman 47,3 kilómetros y una inversión total de 1.090 millones de euros.
Rajoy ha estado acompañado, entre otros, por la ministra de Fomento, Ana Pastor, y por el consejero andaluz de Fomento y Vivienda, Felipe López. En su discurso, el jefe del Ejecutivo ha destacado la “enorme importancia” de esta conexión para los sectores empresariales y turísticos de las provincias afectadas y su repercusión en la actividad económica. “Lo que pretende cualquier Gobierno es mejorar el bienestar y la riqueza de la gente, no hay objetivo más noble, y para eso necesitamos tener empresas y que estas puedan competir en igualdad o en mejores condiciones que lo pueden hacer otros”, ha añadido. El consejero andaluz ha aprovechado su intervención para pedir un impulso al corredor ferroviario.
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