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La Audiencia revoca el sobreseimiento de Spottorno por las tarjetas black

La Sección Tercera considera precipitado el archivo de la causa contra el exjefe de la Casa del Rey y otros 11 usuarios de las tarjetas

Fernando J. Pérez
Rafael Spottorno saliendo de la Audiencia Nacional.
Rafael Spottorno saliendo de la Audiencia Nacional.Julian Rojas

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha revocado y dejado sin efecto la decisión del juez Fernando Andreu de archivar la investigación abierta contra el exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno y otros 11 usuarios de las tarjetas black de Caja Madrid. En un auto, la Sección Tercera de la Audiencia reabre la causa sobre estos exdirectivos de la entidad crediticia, que gastaron 3,4 millones de euros en total con sus tarjetas opacas al fisco. El pasado mayo, el juez Andreu desimputó a estos ejecutivos al entender que las tarjetas black eran un complemento retributivo de libre disposición como empleados de la caja y que no participaron en la emisión de este medio de pago irregular. En aquella ocasión, Andreu mantenía a esos ejecutivos como partícipes a título lucrativo.

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Los ejecutivos de Caja Madrid que han visto hoy reabierta su imputación son Ricardo Morado Iglesias, exdirector de Sistemas y de Organización; Ramón Ferraz, ex director general de Banca Comercial; Matías Amat, ex director financiero; Mariano Pérez Claver, exdirector de Banca Comercial; Juan Manuel Astorqui, exdirector de Comunicación. La lista se completa con Carlos María Martínez, ex director gerente de la Obra Social; Carmen Contreras, exdirectora de Auditoría Interna; Carlos Vela, exdirector de la Banca de Negocios;Rafael Spottorno, exdirector de la Fundación Caja Madrid; Ramón Martínez Vilches, exdirector de Riesgos y Luis Gabarda, exdirector del Gabinete del presidente de la entidad, Miguel Blesa.

La Sección Tercera, presidida por Alfonso Guevara, atiende el recurso presentado por UPyD, que encabeza la acusación popular por el caso Bankia, considera que las diligencias practicadas hasta ahora "no permiten excluir la participación de los acusados en los hechos objeto de investigación, estimándose por ello precipitado el sobreseimiento acordado" por Andreu. El tribunal rechaza, de momento, que los pagos con las tarjetas opacas realizados por estos exdirectivos fueran parte de su retribución fija, es decir de su salario, como mantuvieron estos en sus declaraciones ante el magistrado instructor.

La sala considera que no se puede hablar de retribución cuando las tarjetas “carecían de soporte o justificación contractual”, “no se practicaba la retención oportuna” y las cantidades obtenidas por este medio no eran declaradas por los perceptores. Los magistrados consideran que el hecho de que estos exdirectivos contaran con dos tarjetas “no es determinante” de que una de ellas respondiera a un concepto retributivo. “El hecho de tener dos tarjetas lo único que pone de manifiesto es que en la segunda tarjeta se cargaban y controlaban gastos de representación, sin que ello implique necesariamente que las disposiciones con la primera fueran de dinero procedente de su complemento retributivo”, expone la sala.

“Carece de sentido que, si se trataba de una retribución fija, no les fuera ingresado directamente en su cuenta mensualmente junto con la otra parte fija de su retribución, y tampoco se hiciera constar contablemente en la cuenta destinada al efecto, siendo contabilizada en cuenta distinta a la correspondiente a retribuciones de empleados”, afimra la sala.

El tribunal señala en total 12 hechos que impiden pensar en que las tarjetas black obedecieran a una retribución fija. Además de los anteriores, la Sección Tercera recuerda que el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y el secretario del consejo de administración Enrique de la Torre declararon que las tarjetas supuestamente salariales también servían para pagar gastos de representación.

Los magistrados destacan que algunos de los usuarios “no llegaban a agotar su saldo y otros llegaron a disponer de ellas después de finalizada su relación profesional con la entidad”. También ven “carente de sentido que si el objetivo era que determinados cargos tuvieran mayor retribución no se acordara directamente elevar sus remuneraciones”.

“Tampoco parece muy lógico que el cálculo de una parte del salario se dejara al arbitrio del presidente, quien cada año podía elevarlo o disminuirlo a su libre arbitrio y sin ningún tipo de justificación, sin que se vinculara a ningún hecho objetivo como resultados obtenidos, mayor dedicación del empleado, etcétera y sin ningún tipo de negociación con el trabajador”, insisten.

Con las reimputaciones de este viernes, 77 consejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia permanecen imputados por cargar 15,2 millones de euros para gastos personales a las tarjetas de gasto de representación de la entidad.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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