El Partido Popular se desangra (también) en los tribunales
Los jueces relatan en cuatro autos de apertura de juicio oral los manejos corruptos del partido que más poder ha acumulado en democracia
Los juicios de Gürtel y sus alrededores desangran al Partido Popular, diezmado por unas elecciones que le han arrebatado gran parte de su inmenso poder territorial. La instrucción de distintas causas judiciales por corrupción ha extendido una espesa capa de sospechas sobre la breve historia del PP. En los próximos meses, el partido del poder casi absoluto en España se sentará en el banquillo de los acusados.
Los jueces han terminado de escribir estos días la historia más negra del partido conservador en distintos autos de apertura de juicio oral. Allí se detallan todos los indicios de prácticas corruptas en el primer partido de España.
Desde 1990, un año después de su fundación, el PP ha funcionado con una caja b de fondos opacos que donaban algunas de las grandes empresas constructoras del país sin dejar rastro.
Desde 1990, el PP y sus cargos públicos en varios ayuntamientos y comunidades autónomas alimentaron una trama empresarial, la de Francisco Correa, a base de contratos amañados y otros privilegios. Desde 1990, dirigentes del PP cobraron sobresueldos libres de impuestos. Desde 1990, muchas de las campañas electorales del PP se financiaron con comisiones ilegales de contratistas públicos.
Veintiséis años después de su fundación, los tribunales celebrarán el juicio definitivo a un partido en plena decadencia que acumula todavía hoy el mayor poder institucional de la reciente etapa democrática.
Los jueces sentarán en el banquillo a los representantes legales del PP –ex gerentes y ex tesoreros-, a ex consejeros autonómicos, exalcaldes, exdiputados, ex directores generales amenazados de cárcel. Están acusados de amaño de contratos, de financiación ilegal, de cobro de comisiones, de tráfico de influencias, de prevaricación, de blanqueo de capitales, de delitos fiscales, de malversación de fondos públicos, de apropiación indebida y de cohecho.
Los cuatro juicios pendientes: por el caso Gürtel (sólo hasta 2005); por los delitos electorales del PP en la Comunidad Valenciana; por la financiación ilegal del PP balear; y por la caja b del PP nacional que controlaba Luis Bárcenas, desplegarán con luz y taquígrafos en audiencia pública el mayor catálogo de corruptelas vinculadas al poder político en España. Nunca un partido estuvo tan acorralado por su pasado.
Diligencia a diligencia, los jueces descosen al PP. Sus dirigentes ya no pueden confiar en la Justicia para evitar la decadencia.
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