Seis detenidos más por la trama de exportación ilegal de medicamentos

La Guardia Civil ha detenido a otras seis personas dentro de la operación Convector que pretende desmantelar la que los investigadores consideran la mayor trama de exportación ilegal de fármacos detectada hasta el momento en España. En total, desde que hace cinco meses comenzaron las pesquisas, ya se han arrestado a 36 personas. Además, hay otros dos implicados que no han pasado por los calabozos del instituto armado, por lo que el número total de imputados es de 38. Según fuentes de la investigación, la operación sigue abierta por lo que no se descarta que se produzcan nuevas detenciones.

Este último golpe a las redes de exportación de medicamentos se ha desarrollado durante el pasado miércoles y la madrugada de hoy, jueves, en la ciudad de Sevilla y en localidades de las provincias de Alicante y Cuenca.

En Sevilla se ha detenido a un farmacéutico, y se han precintado dos boticas y un almacén de medicamentos. Se ha cerrado otro almacén en una localidad de Alicante y una farmacia en un municipio de Cuenca. Los otros cinco detenidos están relacionados con las dos empresas mayoristas de fármacos implicadas.

Las personas arrestadas pasarán el viernes a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, que junto a la Policía Judicial de la Guardia Civil de esta localidad dirigen las actuaciones contra una supuesta red de organizaciones criminales dedicada al tráfico ilegal de medicamentos que tiene presencia en, al menos, cinco comunidades autónomas.

Las actuaciones arrancaron el mes de mayo con la denominada operación Pharmakon   en la pequeña población turolense de Palomar de Arroyos. Las irregularidades detectadas en esta  botica fueron el punto de partida de una investigación más ambiciosa que ya arroja más de 30 registros e implica a más de 200 farmacias y siete almacenes de medicamentos.

La supuesta trama delictiva estaría liderada por almacenes que buscan fármacos de precio subvencionado de venta en las farmacias españolas para sacarlos del circuito legal y exportarlo al extranjero, donde obtienen márgenes de beneficio que pueden llegar hasta el 800%. Para ello necesitan la ayuda de las farmacias, quienes solicitan estos medicamentos a otros mayoristas y los venden a los almacenes supuestamente implicados, una actividad ilegal, ya que las boticas solo pueden despachar los fármacos a sus clientes, no revenderlos a mayoristas.

Este comportamiento ha dado lugar a casos de desabastecimiento de productos como antitumorales o inmunosupresores vitales para pacientes trasplantados, como ha denunciado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).