Caja Madrid y Bankia ocultaron desde 2009 el sueldo real de los ejecutivos
Enviaron datos incorrectos al Banco de España y a la CNMV por no destapar las tarjetas opacas
Mantener oculto el sistema de retribución a directivos con tarjetas opacas empezó a complicar la vida de los altos ejecutivos de Caja Madrid desde 2009, 2010 y, después a Bankia, en 2011. En 2009, como consecuencia de la gravedad de la crisis financiera, el Gobierno amplió a las cajas de ahorros la obligación de las empresas cotizadas de informar del sueldo de los altos ejecutivos y consejo de administración.
Esa información se envió al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en donde no figura nada sobre los importes distribuidos con las tarjetas opacas. Por eso, los datos reflejados en el informe de Gobierno Corporativo de Caja Madrid, presidida por Miguel Blesa, y Bankia son incorrectos.
Posteriormente, en 2011, la normativa se endureció mucho más y se obligó a las entidades con ayudas públicas a que un experto independiente realizara un informe sobre “la adecuación de la política retributiva aplicable a los administradores y miembros del comité de dirección”. Bankia encargó al despacho Garrigues la ejecución de este informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Fuentes del sector creen que los supervisores les abrirán expedientes
El documento tiene fecha del 29 de noviembre de 2009. Entonces, los problemas en Bankia ya eran importantes y había comentarios sobre la imposibilidad de que continuara en solitario sin ayudas públicas. Rodrigo Rato, presidente del banco, los negó sistemáticamente.
Esta delicada situación financiera y las nuevas normas sobre sueldos no fueron suficientes para que la dirección de Bankia aprovechara la ocasión para acabar con las tarjetas black. En aquel momento, tenían tarjetas activas, además del presidente, José Manuel Fernández Norniella, exsecretario de Estado de Hacienda con Rato, Matías Amat e Ildefonso Sánchez Barcoj. También se la ofrecieron a Vicente Verdú, consejero delegado, pero no la utilizó nunca.
Cuando llegaron los responsables de Garrigues para realizar el informe, la dirección de Bankia ocultó el sistema de pagos a los ejecutivos y consejeros a través de tarjetas opacas. Por eso Garrigues dice: “En nuestra opinión, la política retributiva de Bankia cumple en todos los aspectos significativos con los requisitos exigidos”, concluye el informe.
Fuentes de Garrigues comentaron ayer que ellos actuaron a petición del Banco de España. “No realizamos una auditoría, ni una valoración de los salarios con relación a los de mercado. Certificamos que, a la luz de lo que nos enseñaron, se adecuaban a la normativa. Obviamente, sobre los temas no declarados no nos podemos posicionar”, apuntaron. De hecho, en el documento, Garrigues recuerda que “la información es razonable, pero no podemos asumir su veracidad, exactitud ni actualidad” porque eso recae sobre los directivos.
El documento de Garrigues se envió a Miguel Crespo, secretario general del consejo de administración de Bankia, fichado por Rato. Crespo fue subsecretario de Estado de Economía con Luis de Guindos y el propio Rato. Ahora continúa en su cargo tras la llegada de José Ignacio Goirigolzarri. Según fuentes de Bankia, “Miguel Crespo fue un mero transmisor del documento de Garrigues a la presidencia de la entidad. Crespo desconocía las prácticas irregulares de las tarjetas”.
En noviembre de 2011 ocultaron a Garrigues el sistema de ‘visas’ opacas
La ocultación de los datos en un documento oficial al Banco de España puede terminar por complicar más la vida a los afectados. Según fuentes del supervisor, “ahora no tiene sentido realizar actuaciones porque el caso está sub júdice, pero cuando termine el proceso se procederá a las actuaciones que corresponda”.
Fuentes del sector consideran seguro que detrás de estas palabras está la intención del Banco de España apertura de un expediente sancionador contra los afectados por la ocultación de datos y por crear un sistema en el banco para evitar que los sobresueldos fueran detectados. Tampoco habría que descartar que la CNMV abriera un expediente.
Algunos ejecutivos veteranos del sector, recuerdan las semejanzas (y también las diferencias) que tiene este caso con las cuentas secretas del BBV en el paraíso fiscal de Jersey. Los fondos opacos, que servían para pagar pensiones, alcanzaron los 225 millones de euros y acabaron con la carrera de Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte al frente del banco, pero no hubo causa penal. El jueves, Rato, Blesa y Barcoj se enfrentan al juez Fernando Andreu en la Audiencia Nacional.
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