Entre la Logse y el final de ETA
Fue el ministro con más poder de la historia de la democracia Ariete contra PP en la oposición, Rubalcaba lleva 40 años en el PSOE
Profesor universitario, químico, pero sobre todo, político. Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951), a punto de cumplir 63 años, hace 21 que entró en el Congreso de los Diputados y lleva cuatro décadas en el PSOE. Exministro de Educación, Presidencia e Interior, vicepresidente del Gobierno, ha sido el escudo de los Ejecutivos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, pero también el ariete de la izquierda contra el Partido Popular. Estas son algunas pinceladas de su carrera.
Ministro de Educación (1992/1993). Cuando, en junio de 1992, fue nombrado ministro de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces con 40 años, era probablemente una de las personas que más conocía el sistema educativo en el Gobierno de Felipe González. Este doctor en Químicas y premio extraordinario por la Complutense había escalado en la Administración educativa desde los equipos de los ministros José María Maravall y Javier Solana, tras la llegada del PSOE al Gobierno, en 1982. Su primer cargo fue el de director general de Enseñanza Universitaria, entre 1986 y 1988. Participó activamente en la elaboración de las leyes de la Ciencia y de Reforma Universitaria (LRU); afrontó las movilizaciones estudiantiles del curso 1986-1987, que le dieron fama de buen negociador, y tuvo la misión de impulsar la Logse, la primera gran reforma educativa de la izquierda que, pese a proyectarse con un coste de 1,3 billones de pesetas (7.813 millones de euros), no se acompañó de una ley de financiación. Su etapa en la cartera educativa suele definirla como una de las mejores de su carrera.
Ministro de Presidencia (1993/1996): los GAL. En 1993 obtuvo escaño por Toledo y en julio de ese año fue nombrado ministro de la Presidencia. Como portavoz del Gobierno empezaba ahí su verdadera carrera de fondo en política, al tener que afrontar la defensa del Ejecutivo del caso GAL. Él no formaba parte del equipo de Felipe González cuando los GAL asesinaban, entre 1983 y 1987, pero defendió ante el Congreso razones jurídicas para no entregar al juez Baltasar Garzón los papeles secretos del Cesid para investigar las muertes y los secuestros. También mostró “perplejidad y dolor”, por el encarcelamiento de Rafael Vera, el que fuera secretario de Estado de Interior, condenado, y manifestó su “convicción absoluta” de que el exministro del Interior José Barrionuevo era inocente.
Entra en el equipo de Zapatero (2000). Tras ser elegido secretario de relaciones con los medios de comunicación en el PSOE, en junio de 2000 pasó a integrar el comité federal en el congreso que eligió a José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general. Dos años después entraría en el comité electoral del partido, en la antesala de la victoria socialista de 2004.
Atentados del 11-M. “Los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta, un Gobierno que les diga la verdad”. Lo dijo Rubalcaba en 13 de marzo de 2004, dos días después de la matanza islamista en Madrid, cuando el Gobierno de José María Aznar trataba por todos los medios de culpabilizar a ETA de la masacre. Tras la victoria fue designado portavoz en el Congreso. Desempeñó un papel crucial en la estrategia del Gobierno para garantizar los acuerdos parlamentarios que permitieron a Zapatero sacar adelante la Ley Orgánica de Educación o el Estatuto de Cataluña.
Ministro del Interior (2006). Rubalcaba es nombrado ministro de Interior en sustitución de José Antonio Alonso. Su misión será la de gestionar el alto el fuego de ETA para lograr el fin definitivo de la violencia terrorista. “Me siento orgulloso de lo que hicimos. Mi obsesión fue que no se repitiera lo de 1998”, aseguró años después hablando sobre el proceso de negociación emprendido en 2006 con la banda. Una de sus medidas más polémicas fue la concesión de prisión atenuada a Iñaki De Juana Chaos, condenado a más de 3.000 años por participar en 25 asesinatos. “Lo hemos hecho para evitar males mayores y evitar muertes, entre ellas la del propio De Juana”, dijo Rubalcaba. “Es la decisión más indigna tomada por un Gobierno”, le reprochó el PP.
El ministro con más poder. Fue su momento cumbre y, paradójicamente, el inicio del declive de su partido. En octubre de 2010, Zapatero realiza una profunda crisis de Gobierno para emprender un proceso de reformas económicas y, más allá de eso, para explicar los recortes que tendrá que abordar. El presidente se encomienda a la experiencia y la oratoria de Rubalcaba, que conserva su puesto en Interior y es nombrado vicepresidente primero y portavoz del Gobierno. El ministro con más poder desde 1977.
El ‘caso Faisán’. El 4 de mayo de 2006, Joseba Elosua, dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa) y presunto miembro de la red de extorsión de ETA, recibió una llamada de alguien que le alertaba de una redada contra el aparato de cobro del impuesto revolucionario. El entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue acusado por el PP de estar detrás del chivatazo para no poner en peligro la tregua decretada por ETA unos meses antes. El 15 de enero de 2013, la Audiencia Nacional confirmó el procesamiento del exjefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, y el inspector José María Ballesteros por el presunto soplo a Elosua. En 2013, ambos fueron condenados a un año y medio de cárcel y cuatro años de inhabilitación por revelación de secretos.
Millones de votos perdidos. En noviembre de 2011, Rubalcaba recibió uno de los grandes golpes políticos de su vida. Después de casi ocho años de gobierno socialista y con un país inmerso en la crisis que Zapatero había negado, el líder socialista, como cabeza de lista del PSOE, perdió 4,3 millones de votantes respecto a 2008. Desde entonces, Alfredo Pérez Rubalcaba se convirtió en pararrayos de los ataques del PP y ariete ante Rajoy, aunque siempre sin olvidar el sentido de Estado que le ha caracterizado.
Congreso de Sevilla. En febrero de 2012, tras la derrota electoral, Rubalcaba se hace con el mando del PSOE. Se impone a Carme Chacón por solo 22 votos de diferencia.
Último servicio a la Monarquía. Rubalcaba se va tras conseguir que el PSOE apoye en bloque la sucesión en el trono y no se oponga al aforamiento de don Juan Carlos, sin dejar que se abra en su partido el debate sobre la República.
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