Detenido un presunto etarra acusado de intentar asesinar a Patxi López
La Guardia Civil arresta en Galdakao (Bizkaia) a Tomás Miguel Madina Echevarría
La Guardia Civil ha detenido esta madrugada, en su casa de Galdakao (Bizkaia), a Tomás Miguel Madina Echevarría, acusado de pertenecer y colaborar con la banda terrorista ETA. Además, los investigadores han determinado que el arrestado —que ya fue detenido en 1989 por el lanzamiento de cócteles molotov contra un concesionario de vehículos en este municipio— participó supuestamente en una conspiración para matar a Patxi López en 2010, cuando este era lehendakari, y a Rodolfo Ares Taboada, entonces consejero de Interior.
El Ministerio de Interior, a través de un comunicado, ha informado de que Madina sería un miembro legal de ETA, "experto tirador" a las órdenes directas de Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, ATA, detenido en Francia por la Guardia Civil y preso en dicho país tras ser condenado a cadena perpetua. Además, según ha añadido el Gobierno, en el marco de la operación policial, la Guardia Civil ha registrado varios inmuebles en la provincia de Bizkaia relacionados con el detenido. "La operación sigue abierta y no se descartan nuevas intervenciones", ha remachado el Ejecutivo.
Esta investigación del instituto arranca con la desarticulación del comando legal armado Otazua, en marzo de 2011, responsable de dos asesinatos —uno de ellos, el inspector del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) Eduardo Puelles García, el día 19 de junio de 2009— y diversas acciones terroristas mediante el uso de explosivos. En el caso de Madina, según ha explicado Interior, el comando contó con él para preparar el asesinato de López y Ares al "ser este un experto cazador y tirador, adiestrado en el uso de arma larga, fusil con mira telescópica". Una práctica que el detenido adquirió durante el servicio militar que realizó en el Cuerpo de Infantería de Marina.
La cita que ETA había establecido entre el detenido y los miembros legales del comando Otazua para coordinarse de cara a ejecutar los asesinatos contra las diversas personalidades no llegó a producirse por problemas en las comunicaciones orgánicas entre ETA y sus miembros en territorio español.
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